En mayo de 2017 Nissan Mexicana produjo el último Tsuru en su planta de Cuernavaca, Morelos, y el último en ser vendido salió de la agencia en julio de 2018; fue el fin de una historia de más de 30 años de rendimiento por litro de gasolina, facilidad de mantenimiento y precio que volvió a la automotriz japonesa la más exitosa en nuestro país y al Tsuru uno de los modelos más icónicos, solo superado por el "vocho". Con esta reputación y el atractivo que le puede añadir la nostalgia, ¿volverá el Tsuru?En redes sociales han circulado imágenes de un supuesto Tsuru 2026, un sedan con carrocería más robusta y angulada que la del clásico Tsuru —que prácticamente no cambió desde 1993 hasta su desaparición en 2017—, más parecida a la línea de Volkswagen que a la de Nissan, con toques modernos en los faros delanteros y traseros que, sin embargo, no coinciden en diseño. Los emblemas son lo que termina por delatar las imágenes como una mentira: las letras son uno de los puntos débiles de las gráficas creadas con inteligencia artificial, y aquí se hace evidente. La decisión de terminar con el Tsuru, aún con sus altas ventas, estuvo motivada por la regulación de emisión de contaminantes y de seguridad. Para mantener el precio —en 2016 el precio de un Tsuru nuevo era de 138 mil 600 pesos—, Nissan mantuvo al coche sin los avances en elementos de seguridad ni de eficiencia en el motor y emisión de gases nocivos; su atractivo era el precio y poco más.Este elemento jugó en contra del Tsuru, que se volvió un coche relacionado con la clase baja: confiable, con buen valor de reventa, fácil de reparar, pero lejos de un auto que da estatus.Esta imagen impactó en la marca misma, Nissan corría el riesgo de verse como una "marca barata", y equipar al Tsuru obligatoriamente elevaría su costo, sacándolo del nicho donde era un éxito. Dejar de producirlo y no intentar una renovación fue una despedida digna para un clásico, y una jugada más segura para la empresa.El Tsuru sí cambió y mejoró, pero cuando lo hizo tomó otro nombre.