La hemos buscado en 15 ocasiones y nos ha despreciado en cada una de ellas, sin embargo queremos a la Copa del Mundo más que cualquier otro país.Y si bien el amor no es cuantificable, una muestra de lo dicho se vivió este martes en la Expo Guadalajara, lugar donde miles de tapatíos se dieron cita para ver de cerca y tomarse una foto con el trofeo más codiciado en la historia de la humanidad: la Copa del Mundo de la FIFA.Unos llegaron con boleto en mano para pasar, otros hicieron fila, pero a final de cuentas cada uno de los interesados fue recibido para emprender el camino rumbo a su encuentro con la copa.Para llegar hasta los aposentos de “su majestad” cada uno de los presentes tuvo que pasar por una serie de antesalas, pero en su papel de aguantarle cualquier capricho los aficionados se formaron y esperaron sin reproche alguno. Incluso disfrutaron el trayecto.Videojuegos, sobreros de charro, música, luchadores y hasta el Chapulín Colorado amenizaron el camino rumbo hasta el preciado trofeo. Americanistas, chivistas y atlistas convivieron sin importar nada. Las diferencias de ideología se rindieron ante algo más grande que ellas. Luego de un par de filas y unos diez minutos de peregrinación llegó el momento cumbre. La selección mexicana suele quedarse a tres juegos de distancia de la Copa, pero hoy la afición tapatía estuvo a solo centímetros de ella.El resultado de tener tan cerca el trofeo fueron un sinfín de sonrisas y la satisfacción generalizada de haber cumplido un sueño.Bien lo expuso Jorge Valdano el lunes pasado: “La Copa del Mundo ocupa un lugar preferente en la vida de cualquiera que ame el futbol. No se necesita ser futbolista para soñar con levantarla”. Nada más cierto que eso.JA
