Sábado, 04 de Mayo 2024

"Sol, muchas felicidades por el premio PLIA"

En el marco de la FIL, la escritora yucateca fue reconocida con el Premio de Literaturas Indígenas de América

Por: El Informador

Sol Ceh Moo se dijo sorprendida por su reconocimiento. EL INFORMADOR / F. ATILANO

Sol Ceh Moo se dijo sorprendida por su reconocimiento. EL INFORMADOR / F. ATILANO

La escritora yucateca Sol Ceh Moo visitó la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) para recibir el Premio de Literaturas Indígenas de América (PLIA). La autora de lengua maya es la primera mujer en obtener el galardón, el cual recibió de manera sorpresiva: “Para mí fue un susto, se me olvidó que estaba compitiendo. Soñaba con mi año sabático, ya con todo listo y de pronto me dijeron por teléfono ‘Sol, muchas felicidades’. Yo, como en el Facebook, ‘Ah, gracias’. No sabía por qué me felicitaban, de pronto dijeron ‘Sol, muchas felicidades por el premio PLIA”.

Para Sol, el premio acarrea responsabilidad: “Se siente con las poblaciones indígenas, a las universidades a las que he entregado obras. Tengo que buscar hacer más obra de calidad. Si en algún momento busco la universalidad, que sea competitiva con todos. Es mi búsqueda: demostrar que en una de las lenguas de México, cualquiera de todas, son como el francés, el inglés o el alemán. Se puede escribir como se quiera, lo que se quiera, y en el formato que se quiera. Solo hay que obtener dignidad, respeto y reconocimiento identitario de uno mismo”.

De su obra, la escritora afirmó en entrevista que se considera más novelista: “He escrito 19 novelas. La primera es la que se considera la primera en América Latina. La novela ha sido mi especialización. El cuento, ensayo, crónica y relato histórico son la base de mi creación literaria. Paralelamente he tenido otro formato: poesía, dramaturgia no es lo mío pero lo he intentado, y hago composiciones musicales”.

Sobre su vocación literaria, la autora nacida en 1968 dijo: “Yo no pensaba escribir en lengua maya. Si bien hablaba el idioma no sabía escribirlo, no tenía la idea de qué escribir o decir. Participé en una convocatoria en 2003 para jóvenes creadores en lenguas indígenas. Entre las cláusulas indicaba que había que entregar dos textos inéditos, breves. Fue cuando me percaté de la dificultad de tener una idea y contarla, cómo iniciar. Me apunté en crónica y relato histórico”.

Para mí fue un susto, se me olvidó que estaba compitiendo

El camino que tomaría en las letras lo encontró con esos primeros acercamientos: “Recordé acontecimientos de vida de un tío que contaba unas situaciones de cacería. Me pareció una buena historia y empecé a contarlo con mi propia forma. En el segundo texto sucedió algo en mí, fue un flash: recordé a las mujeres católicas en el momento de la procesión en mi pueblo. Vi cómo esas mujeres caminaban detrás de la virgen. Sus rostros no los levantaban por nada. Si ellas son capaces de inclinarse a algo que es yeso, que no tiene poder, con razón sus esposos las maltratan. Me pregunté cómo podría ser eso. Ahí surgió en mí una sensación de rebeldía mayor, ¿por qué tanta sumisión? Me activó un chip, y empecé a pensar en ese texto. Logré la beca y lo empecé: no me salió crónica o relato, sino una novela. Así empecé”.

Sol ha incursionado en la poesía, en menor medida que la novela: “En la poesía hice un proyecto muy planificado. Me percaté de que la novela es de mucha mercadotecnia. Por ser más breve tiene cabida, entran muchos. Leo las invitaciones que tienen los poetas para participar, para viajar y compartir el idioma: tiene razón, no se puede llegar con una novela y leerla. Quise hacerme el reto de ver si era capaz de decir toda una historia en pocas palabras. Quise hacer solo tres obras de poesía”, finaliza. Cabe señalar que uno de sus libros fue en coautoría con Carlos Javier Caamal. Con la poesía ha hecho performance y lecturas dramatizadas.

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