Miércoles, 08 de Mayo 2024

Inauguran la exposición "La vida del color"

El pintor y arquitecto Francisco Medina presenta en el Museo de las Artes (MUSA) una muestra conformada por 90 piezas de diferentes formatos

Por: El Informador

“La vida del color” de Francisco Medina está compuesta por 90 piezas de arte abstracto. CORTESÍA

“La vida del color” de Francisco Medina está compuesta por 90 piezas de arte abstracto. CORTESÍA

Francisco Medina, artista nacido en Guadalajara, es arquitecto egresado de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y llega ahora al Museo de las Artes (MUSA) de la misma casa de estudios con obras en las que plasma de manera abstracta aquello que ha vivido a lo largo de los años y a través de sus viajes por el mundo; así, bajo el título de “La vida del color”, la muestra fue curada por Moisés Schiaffino y se llevó a cabo gracias a la colaboración con la University of Guadalajara Foundation USA, el Legado Grodman y el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la UdeG.

En entrevista con EL INFORMADOR Medina Robles refiere que su daltonismo le ha permitido lograr efectos interesantes en el manejo del color; asimismo, ha preferido que –en esta ocasión– su trabajo sea mostrado sin cédulas, para que cada visitante realice su propia interpretación de lo que ve, sin alguna guía de por medio que afecte la percepción o evocación de elementos en su trabajo.

Dos disciplinas que dan resultados

De acuerdo con Medina, “desde que era niño, doce o trece años de edad, me la pasaba dibujando. Yo nunca he tenido dificultad para saber qué vocación tengo. Después estudié arquitectura y por eso soy un pintor que es arquitecto, porque mucho de mi tiempo lo invertí en la pintura”.

En este sentido, combinando ambos ejercicios profesionales, el artista cuenta que “usé la acuarela para pintar y para ilustrar proyectos arquitectónicos; y ahora mi proyecto es de otro tipo, menos figurativo, como un impresionismo lírico, ahora trabajo y casi nunca pongo títulos, porque cada obra tiene también varias versiones. Incluso la firma, es un logotipo, porque el cuadro puede variar en distinta posición y ángulo, lo que resulta en diferente lenguaje”.

A esto, continúa Medina, suma su labor “con las texturas; uso materiales de arquitecto porque los conozco, como el cemento que se utiliza en las obras, combinado con ingredientes que sirven para elaborar la pintura que yo fabrico, no la compro: consigo la base y agrego el aglutinante o pegamento, lo que brinda resultados variables, con eso estoy ahora experimentando. A veces falla uno, o acierta; pero de eso se trata, hacer cosas diferentes para obtener resultados variables”.

Un variado conjunto de obra

La exposición, en estos términos, se conforma de 90 piezas, comenta Medina, “y no hay trabajos antiguos, pertenecen a una misma generación: 60 obras son de pequeño formato, 10 de ellas son de medio formato, 10 de trabajo volumétrico y 10 más de gran formato”; asimismo, destaca que tuvo la fortuna de “trabajar con un equipazo (encabezado por el curador) en el museo; la curaduría y montaje me ha dejado contento, porque son un grupo de profesionales que laboran con entusiasmo. Me gustó lo que se consiguió, en el montaje rompieron con el esquema tradicional, lo que le brinda novedad”.

Por otra parte, exhibir en el MUSA representa “un sueño logrado a base de constancia y de no perder los objetivos”, detalla el artista, “al frente se encuentra el edificio de rectoría, que diseñé, y ahora expongo en este museo como pintor; es una buena manera de cerrar un ciclo. Esto es ejemplo de un logro para quien se lo propuso. Es algo que me emociona”.

Una labor que no termina

Finalmente, ante la posibilidad de realizar esculturas en el futuro cercano, el artista es consciente de que “esta es una labor que no se termina; tengo la intención, claro, de seguir trabajando. La obra actual, si se aprecia, son trabajos con relieve, texturas y, para mí, es interesante que se combine esta forma de volumen con la pintura”.

Asimismo, en una trayectoria como la de Medina “hay varias etapas”, cuenta, “pero siempre me gusta la ambigüedad, que la gente participe en el trabajo, también, que sea observador y también la componga, porque puede colocarse en distintas posiciones, la firma no es limitante (por eso es logotipo), no hay un tema preponderante y eso amplía las posibilidades de expresión. La gente que venga, ojalá vea esas posibilidades de ‘completar’ los cuadros”.

Toma nota
Asiste

  • “La vida del color” de Francisco Medina. 
  • Sede: Museo de las Artes (MUSA) de UdeG (Av. Juárez 975, Col. Centro, Guadalajara).
  • Permanencia: Del 10 de marzo al 18 de junio de 2023.
     

CT

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