Viernes, 19 de Abril 2024

Cecilia Eudave explora el miedo como punto de quiebre

Con “Al final del miedo” la escritora hila una serie de historias donde se aborda lo real y lo insólito; con todo para que el lector eche a volar su imaginación

Por: El Informador

Compendio. Cecilia Eudave quiere que los lectores imaginen lo que podría suceder en cada cuento de su libro. El Informador/ E. Esparza

Compendio. Cecilia Eudave quiere que los lectores imaginen lo que podría suceder en cada cuento de su libro. El Informador/ E. Esparza

La escritora tapatía Cecilia Eudave, presenta hoy 2 de diciembre en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, su libro de cuentos “Al final del miedo”, editado por Páginas de Espuma. En este compendio de historias que se hilan unas con otras a través de personajes secundarios, la autora explora el concepto del miedo desde lo introspectivo, pero también desde lo real y lo insólito.

Además, Eudave permite que el lector imagine que podría suceder en cada cuento, porque los desenlaces son abiertos, una de las razones es porque en cada historia el miedo es representado como un punto de quiebre, un impulso por tirarse al vacío, o tirarse y recomenzar.  Al adentrarse en la obra, el lector encontrará lecturas intertextuales y lecturas entre los propios personajes.

“Este es un libro que me llevó varios años escribirlo, no tiene que ver con la pandemia, pero es un libro que habla sobre cómo al ser humano le gusta vivir con miedo, porque todo el tiempo tenemos miedo, pero algo que es muy importante es que no se llama ‘El final del miedo’, sino qué hay al final del miedo. Y el lector al leer el libro, puede entender que hay muchas cosas, puede haber redención, reconciliación, rencor, o más miedo. Hay una gama de sentimientos que va de un lado a otro”, expresa en entrevista para EL INFORMADOR.

Pero también destaca que estos cuentos abordan las apocalipsis personales que tenemos como humanos, con las que convivimos constantemente, “hay un tipo de miedo que es el introspectivo y lo quise (retratar) en relaciones de pareja, no solo las establecidas del matrimonio, o entre hombres y mujeres, también qué es lo que pasa con los amigos y los hermanos, con las otras relaciones que están ahí y que están fundando de alguna manera también lo que somos notros”.

Confiesa que es un libro muy atractivo en distintos niveles porque maneja lo insólito cotidiano, “porque tú puedes ir caminando y encontrarte con algo que te sorprende, que trastoca, que te resignifica la vida y que te lleva a una especie de contrapunto. ¿Qué pasa cuando estamos en un punto de quiebre y nos damos cuenta de que todo lo que hemos vivido no es lo que queremos vivir?”.

Y es que el miedo irónicamente es un arma de doble filo, moviliza, pero también impulsa a tomar acciones sobre lo que uno quiere, o no para su vida y la escritora lo relata con gran pericia en cada uno de los cuentos, como la historia de un hombre sumido en la mediocridad de sus días, odiando su vida y la relación con su esposa y que un mujer en la pantalla de su ordenador se le aparece y tal hazaña lo hace cuestionarse sus decisiones, también resalta la historia de una mujer que al sufrir un percance, no recuerda a las personas de su alrededor, siente conexión y lucidez con ella misma y sus propias acciones, pero no tiene vínculo alguno con quienes la conocen.

Resalta Cecilia que su amiga y colega Carmen Alemany Bay le hizo ver que estaba mal clasificada porque el estilo para contar sus historias que abordan lo insólito cotidiano, no entran en lo fantástico, la ciencia ficción o el terror, sino que forma parte de un concepto llamado “Narrativa de lo inusual”.

“Es decir que me ubica en el contexto de lo inusual, en aquello que aunque se puede anclar en lo fantástico, nunca se aleja de lo real, y me parece una propuesta muy interesante”. Además, Cecilia no está sola en esta corriente, también hay otras grandes autoras como Daniela Tarazona y Solange Rodríguez Pappe, entre otras.

La autora en febrero próximo publicará en Alfaguara su nueva novela “El verano de la serpiente”, la cual se sitúa en la Colonia Moderna de Guadalajara en el año de 1977. “Tiene que ver con esta sensación de cruzar el umbral de la inocencia a un estado de reconocimiento de la vida, todo le sucede a dos niñas en ese verano húmedo, escamoso y tormentoso. Es una novela que me parece muy entrañable”, finaliza.

"(Carmen Alemany) me ubica en el contexto de lo inusual,  en aquello que aunque se puede anclar en lo fantástico, nunca se aleja de lo real, y me parece una propuesta muy interesante"

MQ

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