Jalisco

Celebran su fe... con tastoanes y machetes

Cada mes de julio, San Juan de Ocotán revive el enfrentamiento entre indígenas y españoles

La música que suena afuera de la parroquia de San Juan de Ocotán aumenta su intensidad cuando “El Santiago”, acompañado por familiares y amigos, llega a la plaza. Enardecidos al verlo, los tastoanes golpean las hojas de sus machetes contra el suelo una y otra vez. En la iglesia, “El Santiago” es bendecido y luego se abre camino hasta el altar, en medio de aplausos. Y cuando la misa concluye, entre tambores, trompetas y gritos del guerra, él sale y camina hacia un predio cerca de la parroquia, donde, montado en un caballo, se enfrentará a los demonios que lo esperan.

Cada mes de julio, en la Colonia San Juan de Ocotán (Zapopan) se lleva a cabo la Danza de los Tastoanes. A partir del 25, y durante tres días de música y fiesta, la comunidad revive el enfrentamiento entre indígenas y españoles en tiempos de La Colonia.

El mundo prehispánico es representado por estas figuras: hombres ataviados con pelucas largas y ropas vistosas que chocan su machetes emitiendo bufidos bajo máscaras de demonios, cíclopes, dragones y hasta personajes de series animadas.  Buscan, sin éxito, derribar a “El Santiago” de su caballo, quien se abre paso entre la muchedumbre.

Un hombre es elegido de entre varios candidatos para representar el símbolo de fe que encarna “El Santiago” cada año. “Nos ha hecho muchos milagros”, cuenta Trinidad Torres, un asistente que atribuye a su intervención la cura de su hija.

Moisés Jiménez, quien este año encarnó a ese santo, describe el puesto como “un honor” que ya experimentó en 2012. Explica que entonces lo hizo para cumplir una manda en nombre de su madre; en esta ocasión lo hizo en nombre de su padre. 

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