El Plan de Paz para Gaza no es la paz, pero es un camino para lograrla: especialista
La aprobación parcial del plan refleja las tensiones internas en el gobierno de Israel y la fragilidad política del primer ministro
Este viernes, el gobierno de Israel ratificó los primeros puntos del "Plan de Paz para Gaza", impulsado por Donald Trump y con apoyo de los países mediadores del conflicto (Qatar, Egipto y Turquía) para la liberación de todos los rehenes, que incluye la retirada parcial del Ejército israelí de Gaza. Sin embargo, para Antonio Gil Fons, profesor investigador del Departamento de Estudios Internacionales y de la Licenciatura en Construcción de la Paz y Seguridad del CUTlajomulco, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), la ratificación (hasta ahora parcial) del acuerdo no representa todavía un proceso automático de paz, sino apenas una oportunidad para llegar a ella.
Dijo, más allá de la narrativa diplomática, que el documento aprobado por el gabinete israelí constituye por ahora una tregua y no una solución definitiva al conflicto, teniendo todavía muchos puntos a observar. "Esto no es en sí mismo la paz, pero puede ser un camino para lograrla. Pero hay que verlo como algo positivo. Tras esos 20 puntos que contempla el plan, de momento, lo que hay es una tregua. Es decir, es impedir que se sigan matando, y yo creo que eso ya es una ventaja. A partir de aquí, hay que fijarse en varios elementos: qué ocurre en Israel, cómo se maneja la cuestión de los rehenes y si, en las próximas 72 horas, Hamás entrega a todos los rehenes que aún están vivos", comentó el especialista.
El investigador consideró que, precisamente, es el tema de los rehenes un punto clave para saber si el plan tiene posibilidades reales de avanzar o no: el gobierno de Israel, dijo, ha justificado buena parte de sus acciones militares con ese argumento, por lo que, si dicho punto no se cumple, desaparece de la ecuación y la presión internacional sobre el gabinete israelí aumentará.
"Si Hamás entrega a todos los rehenes vivos y posteriormente los cuerpos de quienes no sobrevivieron, ese será un elemento central dentro de la narrativa israelí. La justificación por parte del gobierno de Netanyahu para sostener acciones bastante polémicas, cuestionables y condenables era precisamente la cuestión de los rehenes. Si ese elemento sale de la ecuación, habrá que ver si el Ejecutivo israelí se mantiene o si se fractura. Porque recordemos que Netanyahu depende de una mayoría parlamentaria muy exigua y que dentro de su coalición hay partidos de extrema derecha, nacionalistas y religiosos que públicamente han dicho que no van a aprobar el plan de paz impulsado por Donald Trump", señaló.
Es por ello que, explicó Gil Fons, la aprobación parcial del plan refleja las tensiones internas en el gobierno de Israel y la fragilidad política del primer ministro, y aunque el documento plantea fases de implementación, nada garantiza que todas se cumplan.
"El gabinete israelí ha aprobado solamente los primeros puntos. Eso no significa que todas las fases del plan de Trump se vayan a aplicar. Nada lo garantiza de momento, salvo el propio Trump, que la verdad es que es un factor garantizador importante. Pero el problema del gobierno de Israel es que está conformado por una coalición donde hay partidos extremistas que ya han votado en contra. Aun así, se aprobó la primera parte, que implica tregua, repliegue de las fuerzas al 53% del territorio e intercambio de rehenes por prisioneros y de cadáveres por cadáveres o prisioneros. Sin embargo, Netanyahu depende de equilibrios políticos muy precarios, y si sus socios se retiran, su gobierno podría caer mañana mismo."
El académico recordó que el primer ministro israelí enfrenta procesos judiciales tanto a nivel internacional como nacional, y que su permanencia en el poder no solo es política sino también personal, lo que pone en juego su futuro ante este marco de negociaciones. Esto, dijo, explica parte de las decisiones adoptadas en los últimos meses.
"Netanyahu tiene asuntos pendientes con la justicia internacional, donde sería perseguido en más de 125 países, pero también con la justicia israelí. El día que deje de ser primer ministro se le reactivan varios juicios por corrupción. Además, bajo su mandato ocurrió la mayor masacre de ciudadanos israelíes en un solo día y el primer ataque a Israel en más de 50 años. Eso genera una enorme presión y, lamentablemente, ciertas decisiones se han tomado no por motivos estratégicos o humanitarios, sino por intereses políticos personales."
Respecto del papel que ha tenido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el proceso de negociaciones, Gil Fons consideró que, aunque el presidente estadounidense busca beneficios políticos y simbólicos, como el llegar a obtener el "Nobel de la Paz", su interés en lograr resultados puede servir de garantía para que el plan avance.
"Trump es, paradójicamente, la mejor garantía de esto. Es evidente que persigue el Premio Nobel de la Paz, probablemente por cierto recelo hacia Barack Obama (expresidente de EU), quien lo recibió 'por lo que representaba más que por lo que había hecho'. Pero Trump no quiere malos negocios; quiere que este salga bien. Esa, aunque parezca contradictoria, es la mejor garantía hacia Israel. Sin embargo, hay un problema: Hamás no deja de ser un grupo fundamentalista con una lógica propia. No piensa como nosotros. Para ellos, la causa palestina está en su edad dorada gracias a los ataques del 7 de octubre. Que un líder de Hamás diga eso después de 67 mil muertos en Gaza demuestra cuál es su compromiso con la convivencia", expresó Gil Fons.
El académico de la UdeG recordó que Israel se retiró del territorio de Gaza en 2005 y que no había presencia israelí en la zona desde entonces. Incluso, antes del ataque del 7 de octubre, había señales de cierta distensión. Israel había ampliado permisos de trabajo para ciudadanos de Gaza y se habían canalizado fondos desde Catar para moderar a Hamás, pero todo se rompió con el ataque.
"Una semana antes del 7 de octubre, Israel había ampliado los permisos de trabajo para los ciudadanos de Gaza. Había señales de cierta flexibilidad. Incluso se permitió que dinero de Catar llegara a Hamás para buscar un enfoque más pragmático. Si eso hubiera salido bien, todos habrían estado satisfechos, pero el 7 de octubre rompió cualquier lógica. Fue un ataque que solo tuvo sentido para Hamás y para algunos de sus seguidores."
Sobre el futuro de Gaza, el investigador puntualizó que el plan prevé la creación de un gobierno tecnócrata palestino, supervisado por una junta de paz internacional, pero advirtió que su viabilidad dependerá de si Hamás cede el control efectivo.
"El plan de Trump plantea una primera fase con tregua, ayuda humanitaria y repliegue militar; una segunda, con la desmilitarización de la franja y la conformación de un gobierno de tecnócratas palestinos; y una tercera, en la que la Autoridad Nacional Palestina asumiría el gobierno. Sin embargo, el poder real en Gaza lo sigue teniendo Hamás. Se habla incluso de desplegar fuerzas internacionales, pero hay antecedentes poco alentadores: en el sur del Líbano hay diez mil soldados de la ONU y aún no han logrado desarmar a Hezbolá. Entonces, la pregunta es qué pasará si Hamás no se desarma o entrega solo parte de sus armas", dijo.
Por último, el especialista indicó que el gran desafío es político: mientras Israel tiene un interlocutor claro, en Palestina no existe una autoridad unificada con la cual negociar. Señaló que la división entre Hamás y Fatah (organización político-militar palestina rival de Hamás), la falta de elecciones en casi dos décadas y la existencia de otros grupos armados dificultan cualquier avance sostenible.
"En Israel sabes con quién tienes que hablar: te caiga bien o mal, Netanyahu encabeza un Estado con reglas. Pero en Palestina, ¿con quién hablas? El presidente de la Autoridad Palestina lleva más de veinte años en el poder sin elecciones, y el último proceso legislativo lo ganó Hamás. Además, hay otros grupos como la Yihad Islámica o facciones menores que también tienen rehenes. Si todos los cuerpos y rehenes no regresan, volveremos al mismo punto, porque Netanyahu lo usará para justificarse y mantenerse en el poder", manifestó.
Por último, el especialista reiteró que la tregua no es la paz, pero representa una oportunidad que debe aprovecharse, pues "ninguna de las partes desaparecerá", por lo que se convierte, hasta ahora, en el único camino posible para la negociación. "Vamos a un primer paso. Aún queda mucho para construir una verdadera paz. Lo ocurrido en estos años es una tragedia para ambos pueblos. Ni los palestinos ni los israelíes van a desaparecer, no se van a ir a otra parte. Con lo cual, el mejor camino para la paz es la negociación. Si la fuerza fuera la respuesta, tomando en cuenta que desde antes de 1947 se están matando, el conflicto ya habría terminado", finalizó el especialista.
Los 20 puntos que componen el Plan de Paz para Gaza:
I. Fase Inicial: Alto el Fuego e Intercambio
1. Gaza Desradicalizada: Gaza será una zona libre de terrorismo y no representará una amenaza para sus vecinos.
2. Fin Inmediato de la Guerra: La aceptación de ambas partes implica el cese inmediato de las hostilidades.
3. Retirada Parcial de Israel: Las fuerzas israelíes se retirarán a una "línea acordada" (la "línea amarilla") para facilitar el intercambio.
4. Liberación de Rehenes: Todos los rehenes israelíes (vivos y muertos) serán devueltos en un plazo de 72 horas.
5. Liberación de Prisioneros Palestinos: Israel excarcelará a 250 presos con cadena perpetua y a mil 700 gazatíes detenidos después del 7 de octubre de 2023.
6. Amnistía para Miembros de Hamás (con condiciones): Miembros de Hamás que se desarmen y busquen la coexistencia pacífica recibirán amnistía, o bien, paso seguro a otros países.
7. Ayuda Humanitaria Total: Se enviará ayuda completa e inmediata a la Franja de Gaza para rehabilitación de infraestructura y hospitales.
8. Distribución de Ayuda: La entrada y distribución de ayuda será gestionada por la ONU y otras agencias, sin interferencia de las partes.
II. Estructura y Estabilidad a Largo Plazo
9. Reconstrucción de Gaza: Se reconstruirá la Franja en beneficio de su población.
10. Comité de Gobernanza Tecnocrática: Gaza será administrada por un comité palestino tecnocrático (apolítico y sin participación de Hamás) para servicios públicos.
11. Junta de la Paz: Este comité operará bajo la supervisión de la "Junta de la Paz" (liderada por Donald Trump), que gestionará la financiación y el marco de la reconstrucción.
12. Plan de Desarrollo Económico: Se creará un plan de desarrollo económico para revitalizar la Franja.
13. Zona Económica Especial: Se establecerá una zona con aranceles y tasas preferenciales para el comercio.
14. Exclusión de Hamás del Gobierno: Hamás y otras facciones renuncian a cualquier papel en la futura gobernanza de Gaza.
15. Destrucción de Infraestructura Militar: Toda la infraestructura militar de Hamás será destruida y no reconstruida.
16. Proceso de Desmilitarización: Se llevará a cabo una desmilitarización de Gaza con observadores independientes.
17. Garantías Regionales: Socios regionales (como Qatar y Egipto) garantizarán que Hamás cumpla sus obligaciones.
18. Fuerzas de Seguridad Palestinas: Se establecerá una fuerza policial palestina acreditada, con apoyo de la Junta de la Paz, para la seguridad interna.
III. Horizonte Político y Futuro
19. No Ocupación ni Anexión: Israel no ocupará ni anexará Gaza y nadie será obligado a abandonar la Franja (los desplazados podrán regresar).
20. Diálogo Político (Estado Palestino): EE. UU. establecerá un diálogo para un horizonte político de coexistencia, creando las condiciones para la autodeterminación y un futuro Estado palestino (sujeto a las reformas de la Autoridad Palestina).
YC