Ideas

La sombra

Bajo la luna/ la sombra que se alarga/ es una sola.
Jorge Luis Borges

En política no hay coincidencias, dice la máxima de la sabiduría del poder. Lo que sí hay es reincidencias, es decir, personajes que buscan incidir en el poder aún después de retirados. La reaparición de López Obrador en redes sociales después de 14 meses, en el momento que vive el país, no es ninguna coincidencia. 

La escusa es la publicación de su nuevo libro, titulado “Grandeza”, y ya entrados en gastos aprovechó para decir que “no hay que hacerle sombra a la Presidenta”. Si realmente no quisiera hacer sombra, no habría salido, punto. Es tan absurda la contradicción como la de aquel que despierta a su pareja para preguntarle si está dormida. Si salió es para decir aquí estoy, vigilante de lo que pasa, como una sombra que asecha.

Por si quedara alguna duda, el ex presidente aprovechó para decir (amenazar) cuáles son las razones por las que volvería a la actividad política, dejando claro que la ya se fue, pero ahí está.  Primero, si hay fraude, es decir, si gana cualquiera que no sea el que yo diga. Hay que recordar que López Obrador alegó fraude en todas y cada una de las elecciones que no ganó él o quien él decidió. Segundo, si acosan a la Presidenta o hay un intento de golpe de Estado. Aunque no dice quién sería el posible golpista, cuando lo vincula “al acoso” son todos aquellos que no están con el movimiento, punto. Tercero, si alguien osare profanad con sus plantas el suelo nacional, es decir en caso, de algo que el considere una violación a la soberanía. Son tan ambiguos los términos que en la práctica lo que dijo el supuestamente jubilado fue: volveré el día que lo considere necesarios o me dé la gana regresar.

Lo más necesario, y preocupante, es la noción de democracia que tiene el ex presidente. Cito textual para no traicionar sus palabras: “Para el pobre la democracia es sobrevivencia, es poder mantener a la familia. Tener ingresos para garantizar la salud y la educación”, contrario a la clase media conservadora que, según él, vota siempre por el más guapo y por el de mano dura.

¿Para quién es el mensaje? Aunque en apariencia es urbi et orbi -para la ciudad y para el mundo entero- por el momento y por el contenido se trata de un mensaje para los propios morenistas y en particular para la Presidenta Sheinbaum. No se les ocurra hacer pactos con los Estados Unidos, mucho menos piensen que el guapo en turno, Omar García Harfuch, el personaje más empoderado del gabinete, que es además un policía (la mano dura) puede ser el candidato de Morena, aunque lidere todas las encuestas.

Como en el Haiku de Borges, la sombra que se alarga es una sola.

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