Sobre corrupción, traiciones y engaños en la 4T; “el más chimuelo masca tuercas”
“Hay gente que no sabe hacer dos cosas al mismo tiempo, como por ejemplo prometer y cumplir”. La frase viene a propósito del enorme fracaso de la prometida y cada vez más lejana a cumplirse ‘Cuarta Transformación’. El presidente Andrés Manuel López Obrador, principal promotor y cabeza de esta iniciativa, es el primero en la larga lista de personajes que, o no pudieron, no quisieron, o simplemente engañaron a los mexicanos prometiendo lo que sabían que no iban a cumplir.
López Obrador, como candidato, tenía todas las soluciones para cada uno de los problemas que enfrentaba nuestro país en los gobiernos que le precedieron bajo la égida de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Con base en reproches, críticas, vituperios, y difamaciones, se convirtió en el detractor número uno de los gobiernos en turno.
AMLO tenía entonces una solución para cada problema. Hoy tiene un problema para cada solución. Prácticamente todas sus promesas siguen sin cumplir y su gobierno carece de estrategia, y de planeación, siendo el manejo en todos los rubros con base en ocurrencias. La corrupción que prometió barrer de arriba hacia abajo, surge a borbotones; tan solo echar un vistazo en su círculo más cercano incluida su familia o personajes que nombró para que desempeñaran altos cargos.
De hecho, cuando se habla de corrupción es inevitable volver a hacer mención de los contratos directos que favorecen a su prima Felipa, al compadre de Rocío Nahle, al hijo de Bartlett y a familiares del titular del Seguro Social, Zoé Robledo. Imposible no recordar además los videos en que dos de sus hermanos aparecen recibiendo sobres con dinero para desviarlo a Morena, o a Delfina Gómez robando de las percepciones de empleados de Texcoco para entregar el recurso también a su partido a fin de favorecer campañas electorales (acción por la que por cierto, el ex Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, se encuentra al día de hoy en un penal mientras la titular de la Secretaría de Educación se mantiene al frente del cargo cobijada por el manto protector del propio López Obrador).
El Fiscal General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, fue propuesto hace tres años para el cargo por el titular del Ejecutivo, y pese a las múltiples acusaciones que pesan en su contra, se cobija también con el manto presidencial que con descarada complicidad se le protege.
De Gertz hay que decir que su cinismo ha rebasado todos los límites al mantenerse en su puesto pese a los audios filtrados la semana pasada en los que se le escucha claramente maquinando cómo hacer para evitar que la Corte deje en libertad a Alejandra Cuevas, hija de su ex cuñada, incurriendo en abuso de poder, ejecutando una venganza personal y además involucrando al Poder Judicial de manera negativa dejando saber que tiene ministros a sus órdenes.
Los excesos del Fiscal buscan saciar su sed de venganza ante un par de mujeres de la tercera edad (68 y 94 años de edad) a quienes acusa del homicidio por omisión de cuidados de su hermano Federico fallecido en 2015. Un caso, que en los últimos días ha atraído todos los reflectores y ha dejado ver al Fiscal como un personaje implacable para arremeter en contra de la familia de quien fuera la pareja de su hermano por más de 50 años.
Los hijos y nietos de las dos mujeres habían venido denunciando en redes sociales estar viviendo una trama de terror desde que el Fiscal asumió el cargo, siendo que se había aprovechado de su status para no sólo despojar de su pensión a quien fuera la mujer de su hermano, sino para amedrentar a toda la familia, desposeerlos de obras de arte y millones de pesos prometiendo a cambio liberar a Alejandra Cuevas, sin que a la fecha llegara a cumplir su promesa, y por el contrario, habiéndose ensañado aún más para prolongar por todos los medios a su alcance su estadía en prisión.
Al Fiscal también se le acusó de una persecución política en contra de científicos quienes reprocharon y calificaron como “indignante” el “regalo” que se le otorgó al ser ingresado al Sistema Nacional de Investigadores (SIN) en grado III, algo que no había conseguido en 11 años por carecer de los méritos suficientes. Ante ello, Gertz acusó a 31 Investigadores de delincuencia organizada, lavado de dinero, peculado y uso ilegal de atribuciones.
Hasta el pasado miércoles, el presidente había manifestado apoyo irrestricto al Fiscal, sobre quién pesan además, señalamientos por su inexplicable fortuna, sus cuentas en paraísos fiscales, su colección de más de 100 autos, y sus departamentos de lujo en Madrid, París, Nueva York, etcétera. Un día después, la Junta de Coordinación Política del Senado que lo había citado a comparecer, le refrendó la confianza.
Y si de engaños se trata, no se puede dejar de hablar de Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente López Obrador, quien rechazó la titularidad del DIF y despreció el título de Primera Dama del país, sin embargo, la semana pasada realizó una gira por Argentina y Chile ostentando la representación diplomática de México al más alto nivel acompañando en actos oficiales al mandatario Alberto Fernández, y asistiendo a la investidura de Gabriel Boric como nuevo presidente chileno, en donde todo el tiempo fue presentada como la esposa del presidente de México, dejando claro que la señora prefiere el turismo diplomático, pues hay que recordar que ya antes realizó otra gira por el Viejo Continente.
El listado de funcionarios y personajes del actual régimen que han incumplido promesas, que han incurrido en corrupción, que han traicionado y engañado es interminable. En esta oportunidad sólo me pude referir a los casos que atrajeron reflectores en las últimas dos semanas, pero no hay que olvidar que en estos menesteres, “el más chimuelo de la 4T masca tuercas”.
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