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Semana negra en la Metrópoli

Luego de que el martes pasado se cometieron, en distintos hechos, dos asesinatos en la Zona Real de Zapopan, el del abogado Luis Armando Córdova Díaz, y el de la influencer Valeria Márquez, comenté aquí que ante esos escenarios de violencia, que se sumaban a las prolongadas crisis de inseguridad en las regiones Valles, Altos Norte y Ciénega (hoy sumo a la región Sureste, que incluye a Jilotlán de los Dolores, Pihuamo y Santa María del Oro, donde el INE no pondrá urnas para la elección del Poder Judicial el 1 de junio por el riesgo delincuencial que persiste en esa otra zona limítrofe con Michoacán), el gabinete de seguridad del Gobierno de Pablo Lemus, con la ayuda del Gobierno federal, estaba obligado a cortar esa cadena de hechos delincuenciales, antes de que la inercia criminal se impusiera, desde muy temprano, en sus gobiernos.

Pues todavía no terminaban los ecos y las reacciones de los homicidios en la también conocida como Zona Dorada de Zapopan, cuando vino un grave desafío más de los grupos delincuenciales a las autoridades y corporaciones policiales federales, estatales y municipales al atacar la noche del viernes en Tlaquepaque a capacitadores policiales que habían terminado una serie de cursos en la Universidad Policial del Estado (Unipol), para cerrar así una semana negra por los episodios de violencia de alto impacto ocurridos en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

En la agresión, los sicarios asesinaron a los reconocidos instructores César Gustavo Guzmán, exelemento de la Interpol, presidente de una empresa de capacitación policial conocida como ASIS Internacional Occidente, y Carlos Amador Chavela, exsubdirector de la Fuerza de Tarea de la Policía de Hidalgo. Resultó también herido Pablo Cajigal del Ángel, analista de inteligencia y exfuncionario de reclusorios en Chihuahua. Aunque inicialmente se les ligó con la Embajada de Estados Unidos, tanto la Presidenta Claudia Sheinbaum como el Consulado estadounidense aclararon que “actualmente las víctimas no eran empleados de la Misión diplomática de los Estados Unidos en México”, lo que no descarta que hayan impartido algún curso a alguna de sus agencias antidrogas.

Los dos capacitadores que murieron, y el que resultó herido por el ataque directo sufrido en la colonia Parques de Tlaquepaque, cuando iban desarmados, se habían tomado una fotografía durante la semana del curso con el secretario de Seguridad Pública del Estado, Juan Pablo Hernández. Versiones extraoficiales hablan de que en la camioneta en la que llegaron a la taquería localizaron un GPS oculto, que habrían instalado para rastrear el vehículo, cómplices de los agresores.

El mandatario estatal comentó ayer que ya tienen cuatro líneas de investigación, y que la investigación la realizan con la Secretaría de Seguridad federal, luego de que se habló del caso con su titular Omar García Harfuch.

Ojalá, pues, sí consigan capturar a los responsables y poner fin a la racha de homicidios que han sacudido a Jalisco desde febrero a la fecha, y que siguen en la más completa impunidad.

jbarrera4r@gmail.com
 

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