«No me griten, así no podemos hablar»
Hablé con la señora Laura, madre de un desaparecido, y quien confrontó ayer a Enrique Alfaro, según vimos en un video que se hizo viral.
En el video, grabado en las inmediaciones de Palacio de Gobierno, Alfaro se aleja de las madres de desaparecidos luego de acudir de motu propio a «escucharlas» (según la versión de la vocería), pero a los pocos metros algo lo frena y se regresa: «Vine a platicar, pero no me grite», le reprocha a Laura que se desgañita: «Mi hijo, mi hijo».
El pasado 25 de marzo su hijo Isaac, un mecánico de 25 años, cumplió un año desaparecido. Dos hombres armados se lo llevaron en un vehículo. Desde entonces lo esperan en casa su esposa y su hija Emily de 3 años.
Laura denunció. Tres semanas después la telefoneó un comandante para decirle que se encargaría de su asunto. Nunca más supo de él ni la Fiscalía la volvió a contactar.
Por eso los gritos de Laura ante el gobernador: «No sabía que estaría ahí Alfaro. Lo vi y sentí coraje, mucho coraje. Por qué le dio a un corredor de carros millones para publicidad y nosotros vamos al Semefo y nos dicen que están agobiados con tanto trabajo, que no hay personal, que de las seis máquinas de ADN sólo sirve una».
En otro video del Colectivo Luz de Esperanza Jalisco recapitularon más tarde lo ocurrido: «El señor Alfaro se dio la media vuelta y se metió a su Palacio». El sentimiento que predomina es de burla contra ellos
Volvamos al video. En un claro esfuerzo por controlarse, Alfaro logra acallar a Laura (ignora que alguien le puso una mano en el hombro a ella para calmarla). Entonces Alfaro empieza un diálogo con un joven que le reclama simulación y desatención en las mesas de desaparecidos. Promete reinstalar las mesas el miércoles.
Fluye la conversación cuando el mandatario ataja: «Hemos encontrado a miles» y desata la furia de Laura que explota nuevamente: «¿Cuáles miles, de qué habla?». Poco después, el mandatario mejor se aleja.
En otro video del Colectivo Luz de Esperanza Jalisco recapitularon más tarde lo ocurrido: «El señor Alfaro se dio la media vuelta y se metió a su Palacio». El sentimiento que predomina es de burla contra ellos.
El momento, simbólico y sintomático, reafirma la falta de empatía y lejanía de esta administración con las víctimas de desaparición y sus familiares.
La incapacidad para socializar adecuadamente una estrategia (si la hay).
La política de comunicación social indolente que insiste en contar a los hallados como respuesta a los desaparecidos.
La cerrazón para reconocer una crisis forense en el Estado.
La deuda para actualizar y aplicar el marco legal que permita mejorar la búsqueda de más de 16 mil desaparecidos y evitar que desaparezcan más.
La incongruencia de Alfaro que exige respeto y que cuidemos las formas, pero allí mismo rechazó groseramente a un periodista: «No, del periódico no».
¿Qué espera el gobernador ante las víctimas? ¿Que le pidan mejor una selfie? ¿Que lo aclamen porque quiere ir por la «grande» en 2024?
Los gritos no son sólo de Laura. Todo el Estado grita, pero el mandatario parece no escuchar.