Marcha contra la gentrificación en Guadalajara
“Si les han subido la renta un chingo y sin avisar, si no pueden mirar al cielo sin ver una grúa de construcción… Si los parques y espacios públicos donde paseabas ahora están bardeados o les está creciendo un edificio, si una lluvia atípica se llevó tu coche o a uno de tus amigos por inundación... ¡Pues quéjense!”.
Con este mensaje en redes, el Frente Unido por la Vivienda Digna y el Territorio -que aglutina a una decena de organizaciones y particulares- convoca a la primera Marcha Pacífica contra la Gentrificación y el Despojo en Guadalajara este sábado 20 de septiembre a las 16:30 horas en el Parque Morelos.
Platiqué con dos organizadores: Laisha Fausto, pedagoga de 26 años, y José Antonio García, un abogado de 25 años.
El Frente realizó diez asambleas para darle forma al movimiento y sus demandas.
“La gentrificación es la puntita del iceberg”, me dijo Laisha: “Hay muchísimas problemáticas sociales que la atraviesan como el transporte público. Por ejemplo, el trabajo más cercano me queda a dos horas de mi casa, eso tiene una relación. La gentrificación hace que nos tengamos que mover hacia las periferias y sea mucho más difícil llegar a nuestro trabajo”.
El llamado es a una protesta antipartidista y pacífica (en la Ciudad de México se tornó violenta). Para eso están tomando medidas de seguridad.
“Entendemos la rabia, pero no queremos que el mensaje se tergiverse, somos muchos los que tenemos esta preocupación”, comentó José Antonio.
Los organizadores esperan que se sumen integrantes del movimiento estudiantil en la UdeG: “Si los estudiantes deciden acuerpar y sumarse vamos a ser miles”.
La protesta plantea diez demandas. Las resumo:
1. Renta vinculada al salario y/o con un tope al 4% del valor fiscal anualizado de la finca.
2. Derecho real, no sólo en el papel, a una vivienda digna.
3. Alto a los desalojos hasta la reubicación en vivienda social o asequible de los afectados.
4. Créditos más baratos para comprar vivienda.
5. Registros públicos de propiedad transparentes y accesibles.
6. Cooperativas de vivienda.
7. Expropiación sin compensación de grandes tenedores y especuladores.
8. Mejor planeación urbana.
9. Despenalización del delito de despojo cuando se use para vivienda y se acredite que el inmueble tiene al menos 6 meses desocupado o subutilizado.
10. Regulación de Airbnb.
“Que se acuerden de nosotros cuando paguen la mitad de su salario en la renta”, bromeó José Antonio.
Planean más marchas a futuro. El contingente será encabezado por Invidentes Unidos de Jalisco que el año pasado enfrentó un despojo de su sede en Belén 457.
“No hay un freno legal, ni social, ni ético, ni moral, ni nada que le impida a mi casero subirme la renta cuando quiera y como quiera”, reprochó José Antonio.
Esta marcha puede ser un hito. El inicio de un movimiento hiper local, pero que resuena en todo el mundo como parte de un sistema económico global que crea urbes para consumidores, no para ciudadanos. “Vamos a mostrarle a los burócratas cómo se defiende la ciudad”.