Mal negocio
Alemania fue el hit, con Corea del Sur se sufrió y contra Suecia volvió a ser un gran negocio, toda una gran gambeta el acomodo de boletos en Rusia 2018.
Brasil, fue el rival anhelado para los revendedores mexicanos, quienes se hicieron de cientos de boletos para hacer su gran verano en Rusia, pero que no tomaron en cuenta la sede: Samara.
Iniciaron vendiendo los boletos hasta en 50 mil pesos y sí, a muchos los agarraron mal parados, peor que en cotragolpe, pero al final recibieron una barrida por detrás. Lo imposible que se convirtió llegar a la sede mundialista hizo que los boletos sobraran por todos lados: En reventa, en la misma FIFA y hasta en la delegación mexicana, quienes como hace cuatro años, estuvieron recibiendo en el hotel del Tricolor a los paisanos para venderles entradas a precio y poder así garantizar al menos una buena mancha verde en la Arena Samara.
Ya en el Sur ruso hay mucho brasileño, muchos más que mexicanos, ya que la verdeamarela siempre se vio en primero de grupo y por eso pudieron planear su viaje mucho mejor, mientras que muchos mexicanos tuvieron que cancelar reservaciones en San Petersburgo donde jugarían en caso de quedar primero del Grupo F, pero tras la aparatosa derrota ante los suecos quedaron mal parados, buscando los pocos trenes, que duran más de 15 horas desde Moscú, o los casi nulos vuelos directos, en los cuales no había más de tres opciones y superaban los 20 mil pesos mexicanos.
No se sorprendan si ven pocos mexicanos, unos 10 mil, cuando estábamos acostumbrados a ver mayoría, al menos 90% tricolor.
Güero
Ya les había dicho que los patrocinadores del Tricolor habían prendido las velas para que se olvidara la fiesta de escorts de los seleccionados, lo cual en parte se logró tras el triunfo ante Alemania, por lo que las aguas estaban calmadas. Todo se pintaba bonito tras que “Chicharito” pidiera imaginar “cosas chin...”, pero ahora, otra vez la situación ya no gusta, ya que inexplicablemente en el entrenamiento previo al duelo ante Brasil el “Chicharito” y Miguel Layún salieron con un look digno de cascarita en la Tucson.
No gustó a patrocinadores, quienes rápidamente están buscando como darle la vuelta al look, por lo que no descarten que se invente que fue por alguien en especial o con algún motivo filantrópico, cuando fue por pura moda.
Eso sí, yo no sé quién es su asesor, queridos gambeteros.