Ideas

La polarización llega al todos contra todos

Sin duda, en el mundo de la política, esta primera semana de febrero quedará marcada por toda una serie de desencuentros entre el Gobierno de la 4T y sus adversarios, pero también al interior de prácticamente todas las fuerzas políticas del país.

Destaca desde luego el rompimiento momentáneo que tuvo el Presidente Andrés Manuel López Obrador con quien fue su tutor político desde que llegó del PRI al recién fundado Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas, por haber dado por hecho que era un convocante e impulsor del movimiento “Mexicolectivo”, que el lunes presentó el documento “Punto de partida”. Como se sabe, ahí se contienen severas críticas a las políticas y actitudes autoritarias del Gobierno de la autollamada cuarta transformación. 

Para López Obrador esa organización, que según dijeron busca la participación “plural y diversa” de cara a la contienda presidencial del 2024, era una expresión moderada del conservadurismo, por lo que si ahí estaba el ingeniero Cárdenas, se convertía en un “adversario político”, ya que era tiempo de definiciones y que quien no estuviera del lado del pueblo estaba con la oligarquía. Ese mismo día, el fundador del PRD aclaró que aunque conoció de la elaboración del documento de “Mexicolectivo” no formaba de ese grupo, por lo que el miércoles AMLO matizó diciendo que le daba “mucho gusto” que fuera así. Ayer la ex perredista, y ex secretaria del gabinete del priista Enrique Peña Nieto, a la que encarceló más de tres años la 4T, Rosario Robles, le echó pleito a su ex aliado López Obrador por las críticas que hizo a Cárdenas por ser “crueles, desleales y desmemoriadas”.

Pero también esta el pleito entre los dirigentes de la alianza Va por México del PAN-PRI-PRD por la postulación del candidato presidencial, las disputas internas entre el dirigente nacional del PRI, “Alito” Moreno, y el líder de los senadores de ese partido, Miguel Ángel Osorio Chong, los reclamos de panistas a su dirigente Marko Cortés por no romper con la alianza, y las pugnas por el control del partido Movimiento Ciudadano (MC) entre su líder Dante Delgado y los emecistas de Jalisco y Nuevo León, que encabezan los gobernadores Enrique Alfaro y Samuel García, sin olvidar la escalada diaria de la ofensiva del Presidente contra el INE.

Es momento, pues, de que desde las organizaciones de la sociedad civil se llame a la clase política y gubernamental a serenar los ánimos, y que el maquiavélico discurso mañanero no siga desbordando. Porque es altamente preocupante que la política presidencial de ayuda a los pobres, que como él mismo lo dijo, no es por convicción de combatir la pobreza sino una mera estrategia política, siga profundizando las divisiones y enrareciendo aun más a un país ya de por sí sumido y aturdido por una grave crisis de inseguridad y violencia. 

jbarrera4r@gmail.com

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