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La Mexicana lo batea y la del Pacífico lo cacha

Tiene razón el sonorense Omar Canizales Soto, presidente de la Liga Mexicana del Pacífico de Beisbol (LMP), nuestro máximo circuito beisbolero profesional en México jugándose en invierno, en cuanto a que no existe ninguna situación que determine conexión alguna entre la Liga invernal que preside y la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), que es la máxima estructura beisbolero de verano en México, ya que no obstante muchos peloteros participan en ambas Ligas, cada cual se rige por sus específicos y determinados lineamientos de administración, organización, logística, desarrollo, disciplina y ética.

Y lo que acentúa Omar Canizales al decir que  una cosa es la LMP y otra muy distinta la LMB, se refleja en forma contundente a la luz de la situación que impera en cuanto a la forma que cada circuito aborda las consecuencias de la sanción que recientemente dictaron las autoridades del beisbol profesional en Japón en contra del toletero mexicano Japhet Isidro Amador Hernández, al rescindírsele allá en Oriente su contrato por las violaciones a normas y ética que rigen al Rey de los Deportes, no podrá volver a jugar en Japón hasta quizá dentro de mucho tiempo o tal vez nunca más, y en cambio acá en nuestro país podrá jugar en una Liga y en otra no.

Hay que recordar que Japhet Amador, infielder nacido el 19 de enero de 1987 en la ciudad de Mulegé, Baja California Sur, jugaba con el equipo de beisbol llamado Rakuten Golden Eagles y le fue dictada por la Liga nipona la severa suspensión al considerarlo culpable de dopaje utilizando sustancias prohibidas, como son furosemida y clortalidona, las que no obstante son apropiadas para tratar clínicamente retención inadecuada de líquidos e hipertensión arterial están señaladas de ilícitas al ser usadas para encubrir la existencia en el cuerpo humano de otros químicos proscritos por ser utilizadas como precursores ilegales del mejor rendimiento físico de atletas al generarse bajo circunstancias insanas una mejoría en la competitividad física de un ser humano a efecto que pueda tener mayor rendimiento en su condición físico atlética, en detrimento de la equidad al competir, como podrían ser el mejoramiento radical en condiciones inequitativas de la fortaleza y mejor desempeño de los flujos sanguíneos frente a lo que ocurre normalmente en la generalidad de los deportistas con quienes se convive y compite, lo que está referido como conducta apartada de la ética deportiva.

Además que Amador no apeló la sanción no existe expediente clínico formal que establezca que requería esos medicamentos, y en lo que se ha señalado como un torpe intento fallido de excusar la inmoralidad cometida, el toletero aseguró, sin ningún tipo de argumento o justificación, que las ilegales sustancias le fueron otorgadas sin su consentimiento en un gimnasio.

El caso es que al ser despedido Amador del beisbol japonés, regresó a nuestro país y Diablos Rojos del México, su equipo original en el beisbol local de verano, pretendió activarlo para que se incluyera en su roster y pudiere jugar de inmediato en la campaña en curso, mas fue bloqueado para ello por la LMB actuando en solidaridad y respaldo con lo dictado por la Liga nipona, en tanto que en relación a la posible próxima activación del bateador en el roster de Charros de Jalisco para jugar en la próxima campaña 2018-2019 de la LMP, tanto la directiva de los campiranos albiazules jaliscienses como la cúpula de la Liga que encabeza Canizales, han expresado que no tomarán en consideración la suspensión que determinaron en Japón y como aun siendo inmoral la conducta sancionada, la medida disciplinaria carece de obligatoriedad para atenderla en México, tanto el equipo como la Liga del Pacífico permitirán al polémico jugador jugar libremente, de ahí que es de resaltar el notable contraste entre la actitud que al respecto se ha suscitado en los circuitos beisboleros mexicanos de verano e invierno, ya que en tanto la Liga Mexicana de verano batea por señalada falta de ética deportiva a Japhet Amador, la Liga de invierno lo cacha y le arropa pasando por alto las consideraciones en cuanto a valores morales que deben imperar en la actividad deportiva y especialmente en el beisbol, que es el Rey de los Deportes.

Así que, en tanto que al argumentar que con ello promueve el juego limpio y la ética dentro y fuera del terreno de competencia, en una actitud plausible y que de alguna forma busca sanar su imagen tras los errores anteriores al haber permitido jugar antes a otros peloteros sancionados en diversas Ligas también por dopaje —como fue el caso del dominicano Jesús “Cacao” Valdés, que fue sancionado 25 juegos en la Liga venezolana por uso de anabólicos y en los mismos términos al también quisqueyano Hassan Peña, que fue castigado por consumo de marihuana—, la LMB no permitirá jugar a Japhet Amador hasta que termine la sanción impuesta en Japón y, por su parte, a pesar del repudio social a las conductas impropias en el deporte profesional como es el uso de sustancias prohibidas para intensificar ilegalmente el desempeño en perjuicio del juego limpio y en plena equidad entre competidores, aprovechando la falta de prohibición legal para que el jugador suspendido en otro país pueda jugar en la LMP, esta Liga invernal solapa el que Amador juegue sin mayor obstáculo y además la directiva de Charros de Jalisco le ha reiterado su pleno apoyo al llamado “Gigante de Mulegé”, anunciando que será incorporado a jugar sin mayor problema desde al inicio de la temporada 2018-2019 que inicia el próximo 12 de octubre. Ojalá el pelotero deje a un lado la negligencia y altanería que le marcó al participar con los al albiazules jaliscienses en las últimas dos campañas y sí sea muy útil para el éxito del equipo en esta próxima temporada, valiendo la pena el que la directiva lo active a pesar del vergonzoso dopaje.

@salvadorcosio1
bambinazos61@gmail.com

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