Estrategias en Teuchitlán y Teocaltiche
El nuevo presidente municipal interino de Teuchitlán, Jaime Rodríguez Ballesteros, se reunió ayer lunes con el gobernador del Estado de Jalisco, Pablo Lemus Navarro. El mandatario estatal ha estado al tanto del juicio que se sigue contra el alcalde ahora detenido, José Ascención Murguía, y también se ha ocupado de que en Teuchitlán no se sume a la percepción de inseguridad, un escenario de ingobernabilidad.
Rodríguez Ballesteros tiene una indicación precisa: mantener a flote los servicios municipales elementales, como alumbrado público, agua potable, movilidad, recolección de residuos y, además, mantener operativa la administración en todos sus trámites básicos.
El Gobierno de Jalisco no puede permitirse un nivel de descomposición como el que se padece en Teocaltiche, donde el reciente asesinato (9 de mayo) de la regidora de Movimiento Ciudadano, Cecilia Ruvalcaba, en un ataque directo y dentro del hospital comunitario del municipio, elevó a un grado mayor la violencia en la zona.
Teocaltiche encarna un problema creciente, porque además de los homicidios cometidos contra funcionarios públicos (el día 28 de abril mataron al secretario general del Gobierno municipal, José Luis Pereida Robles), las acciones criminales parecen un abierto reto contra el gobernador Pablo Lemus, quien había solicitado públicamente un mes y medio para conseguir la pacificación del municipio.
Adicionalmente, debe considerarse que ambos asesinados, la regidora y el secretario general, eran militantes activos de dos diferentes partidos políticos, Movimiento Ciudadano y el Partido Revolucionario Institucional, respectivamente, lo que permite clasificar la violencia contra los funcionarios públicos como una conducta que pone en riesgo a todos los integrantes del Gobierno municipal.
Debe revisarse también que apenas este 12 de mayo fue detenido un individuo de nombre Francisco “N”, apodado “El Coyote”, a quien se responsabiliza directamente por la muerte del secretario Pereida Robles y también es sospechoso de participar en el ataque contra la regidora Ruvalcaba. El individuo fue detenido circunstancialmente, porque elementos de la Secretaría estatal de Seguridad lo vieron en plena calle, llevando en la cintura un arma de fuego. Ese es el nivel del reto que le han lanzado a las autoridades del municipio, del Estado y de las corporaciones de seguridad que desde hace meses aplican operativos en Teocaltiche.
La crisis obligó que el gabinete del Gobierno estatal en pleno se trasladara ayer a la cabecera de Teocaltiche para anunciar, encabezados por el coordinador Alberto Esquer, una intervención integral en carreteras, escuelas y hospitales; aplicación de programas económicos y sociales, para rescatar la región, junto con Villa Hidalgo y Encarnación de Díaz.
En el caso de Teuchitlán, el nuevo presidente interino, quien además es oriundo de la delegación La Estanzuela, donde se ubica el Rancho Izaguirre que convirtió al municipio en la sede de un presunto lugar de exterminio, está obligado, si no a recuperar la estabilidad de la población local, sí al menos a no permitir nuevos hechos delincuenciales que provoquen a la Fiscalía General de la República.
Porque no se puede admitir la ingenuidad: lo que resulte de las diligencias de la Fiscalía y las muy posibles detenciones adicionales de otros funcionarios en ejercicio o en el retiro se convertirá en motivo de señalamiento y ataque político. No es necesario que el fiscal Alejandro Gertz Manero aparezca en la conferencia de la Presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional, serán muchos los simpatizantes y militantes de Morena los que utilizarán el tema Teuchitlán para abonar a una campaña negra contra el partido MC y sus funcionarios en todos los espacios de Gobierno.