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El nuevo espaldarazo de AMLO a Ebrard

Hace dos semanas que salió a la luz el libro de memorias “Nunca cedas una pulgada”, de Mike Pompeo, ex secretario de Estado de Estados Unidos durante el Gobierno de Donald Trump, en el que asegura que el programa “Quédate en México” fue aceptado por el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, en secreto y con la condición de que “él no firmaría nada y no habría ningún anuncio público sobre este plan”. El Presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que ese señalamiento era por la efervescencia electoral propia del inicio de campañas en el vecino país del norte y dio su total respaldo al canciller.

“Marcelo actuó muy bien y sigue actuando muy bien como secretario de Relaciones Exteriores, (…pero) claro ya empezaron las campañas en Estados Unidos”, dijo desde su mañanera.

El propio Ebrard salió entonces a decir que nunca hizo ningún acuerdo a espaldas del Presidente y que todo se había informado y transparentado debidamente. Y casi en línea con López Obrador consideró que Pompeo buscaba con el libro posicionarse como aspirante a la candidatura del Partido Republicano a la presidencia de los Estados Unidos, haciéndose pasar por un “duro” que imponía cosas a México, sin ser cierto.

Pues bien, ayer nuevamente desde su púlpito mañanero el Presidente volvió a dar un espaldarazo a Ebrard por el mismo tema, luego de que la semana pasada en una entrevista con León Krauze en Estados Unidos, la ex embajadora de México en Washington, Martha Bárcena -tía política de la esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller- dijo que lo dicho por Pompeo era cierto y que quien mentía y la había traicionado era Ebrard, ya que sí hizo ese acuerdo en lo oscurito porque lo único que le importaba “era ser candidato presidencial”.

“No tiene ningún fundamento”, dijo el Presidente, “no es más que una conjetura y quien la entrevista, León Krauze, es un enemigo de nosotros, adversario para no exagerar”. Y remató: Bárcena “ya forma parte del bloque conservador”.

Las diferencias entre Ebrard y Bárcena eran un secreto a voces desde inicios del sexenio y ayer volvieron a aflorar con toda una serie de descalificaciones mutuas. Antes de la defensa presidencial, el canciller tronó contra la ex embajadora al señalar que “se ha dedicado” a calumniarlo “en todos lados donde ha podido”, tiene “un rencor obsesivo, su gran objetivo no es la verdad, es ver cómo hace daño todos los días”. Bárcena por su parte insistió en su dicho vía redes sociales pese a no tener, reprochó, “la potente tribuna de la mañanera”.

Así, si el resto de las corcholatas veían en este episodio una posibilidad de debilitamiento de Ebrard, este segundo respaldo presidencial a su carnal Marcelo podría terminar más bien consolidando al canciller como el puntero en las encuestas pre electorales para ser el abanderado de Morena, cuando apenas hace unos meses, ya casi lo daban por eliminado. Veremos.

jbarrera4r@gmail.com

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