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Dudas y más víctimas en caso “call center”

¿Había más víctimas en las 50 bolsas con restos humanos halladas en la barranca de Mirador Escondido en donde localizaron a los ocho desaparecidos del “call center”? 

La Fiscalía del Estado ha sido hermética en dar información del caso. La semana pasada confirmó en un comunicado que los cuerpos desmembrados de Mirador Escondido correspondían a los ocho jóvenes del “call center”. Sin embargo, la dependencia no informó si entre los restos había más víctimas. 

Datos surgidos recientemente apuntan a que encontraron más cadáveres. 

Laura, la madre de Enrique Esparza, de 21 años, desaparecido el 9 de febrero, confirmó la muerte de su hijo este fin de semana. El joven desapareció junto con Raúl Alejandro Barajas, de 27 años, y Jonathan Omar Vázquez, de 31 años, cuando se dirigían a la plaza Real Center de Zapopan. 

Las circunstancias de este hecho generaron muchas dudas. Lo único que une a los tres desaparecidos es un local en la plaza Real Center a donde se iba a mudar Raúl Alejandro con ayuda de Enrique. En ese local trabajaba Jonathan Omar como barbero. Según el fiscal, al menos dos de las víctimas fueron privadas de la libertad al mismo tiempo.    

Estas tres desapariciones generaron movilizaciones y protestas de las familias. No obstante, al pasar las semanas, como tristemente ocurre, otros casos desplazaron la atención del llamado “caso Real Center de Zapopan” 

El recuento de estos hechos hace cuatro meses adquiere relevancia porque ayer circuló la versión aún extraoficial de que el cadáver de Enrique fue localizado entre los restos de Mirador Escondido, en donde ubicaron a los ocho desaparecidos del “call center”. 

Esto sólo significa que entre los restos humanos hallados en 50 bolsas hay más víctimas de las que informó la Fiscalía; la pregunta es cuántas. 

Finalmente, ¿cuál es la relación entre la desaparición de tres jóvenes hace cuatro meses y los ocho desaparecidos del “call center”? 

Estos indicios apuntan a que la mayoría de las desapariciones están relacionadas gracias a una subestructura criminal cuya motivación detrás ignoramos, ¿pero lo sabrá la Fiscalía? Porque de allí parte una posible solución a esta crisis humanitaria de desapariciones.

jonathan.lomeli@informador.com.mx

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