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¿Divide y vencerás?

Tal parece que el señor Donald John Trump se encontró con la horma de su zapato en lo que se refiere a la estrategia que utiliza para alcanzar sus objetivos referentes a la negociación del Tratado de Libre Comercio entre su país, Canadá y México; empezó por menospreciar tal asociación de intereses, para luego pasar por aceptarla bajo determinados requerimientos que sólo le favorecen, y al no ver derrotados a sus futuros socios, ahora busca negociar sólo con México (en primera instancia), con lo que deja en claro que lo que está haciendo es aplicar la vieja estrategia de: Divide y vencerás, aunque ahora se ha encontrado con un hueso duro de roer, ya que el presidente electo en nuestro país Andrés Manuel López Obrador, no se cuece al primer hervor y ha anunciado su decisión de ir de la mano con Canadá, para lograr la fuerza que se requiere y no permitir que Trump se salga con la suya.

La ofensiva del norteamericano inicio desde que era candidato presidencial de su país y no ha cejado desde entonces (ahora resulta que de acuerdo a su punto de vista sólo México se ha beneficiado con el TLC), sí, el mismo por el cual se imputaron seis años y más de crítica a Carlos Salinas de Gortari por haberlo signado. Por su parte López Obrador y sus colaboradores ya aceptaron participar en lo que resta de las negociaciones y han externado que no permitirán que Trump obtenga las ventajas a las que está acostumbrado obtener en sus negocios.

Vamos a ver “de qué necio salen más correas”, en el entendido de que Trump “disparó” primero e impuso cuantiosos aranceles al acero y aluminio que les llega de México, Canadá y China, razón por la que éstos países respondieron prácticamente al unísono con la misma moneda, imponiendo aranceles a otros tantos productos de exportación norteamericanos, principalmente a los elaborados en las entidades que más votos dieron en la elección a Trump, lo que trajo como consecuencia la queja de sus aliados y ahora el alevoso “político” ha optado por la estrategia de querer negociar por separado con nuestro país.

Por lo pronto el míster ya se está dando cuenta que no podrá hacer de las suyas tan fácilmente, por lo que habrá de echar mano de todos sus trucos, pero una cosa es clara, los norteamericanos difícilmente pueden sobrevivir  sin los productos y mano de obra de los mexicanos, mientras que nosotros podemos ampliar nuestro horizonte y trabajar en nuevos mercados.

APUNTE

Durante meses Trump ha estado atemorizando al mundo con sus indolencias y  ocurrencias -a cual más de peligrosas- pero ahora tendrá que ponerse serio, pues aún con todas sus ocurrencias, México continuará creciendo y desarrollándose, le pese a quien le pese.

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