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Lemus, ¿desalfarizar al Gobierno?

La presencia de Enrique Alfaro en Guadalajara hace unos días levantó la polvareda. Las imágenes de los miembros del gabinete y la cúpula de MC haciendo cola para saludarlo, y lo solícitos que se mostraron algunos miembros del gabinete de Pablo Lemus para con el ex gobernador, generaron todo tipo de chismes y grillas y una pregunta: ¿Debe el gobernador Pablo Lemus desalfarizar su equipo de trabajo?

Es normal que, cuando la sucesión es entre miembros del mismo partido, existan algunos secretarios que repitan en el puesto, al menos por los primeros años del nuevo Gobierno. Sucedió en Jalisco cuando el PAN tuvo tres sexenios consecutivos, lo vemos en el gabinete de Claudia Sheinbaum en lo federal y el de Lemus no es la excepción.

Hay tres razones por las que un colaborador de una administración anterior repite en el nuevo Gobierno: por cercanía al nuevo gobernador, pues finalmente él mismo era parte de alguno de los grupos del Gobierno anterior; por la necesidad de darle continuidad a proyectos que no se culminaron; o por petición/imposición del gobernador anterior. En el Gobierno de Lemus hay alfaristas de los tres tipos.

El secretario de Educación, Juan Carlos Flores Miramontes, es un ejemplo de los primeros. Estuvo todo el sexenio de Alfaro, pero es alguien que convence y gusta al gobernador actual.

Diego Monraz en Transporte y David Zamora en Infraestructura y Obra Pública repitieron en los cargos por la necesidad de concluir correctamente el proceso de la Línea 4. Eso no quiere decir que en automático saldrán del gabinete cuando se inaugure el tren, pues tanto Monraz como Zamora son buenos operadores en sus respectivas áreas de experiencia. Para bien y para mal, Monraz conoce el enjambre camionero como nadie, y eso es importante para cualquier gobernador.

Por otro lado, el estilo Jalisco de hacer obra pública de David Zamora -que suple los proyectos ejecutivos con su presencia en campo, con las virtudes inmediatas y problemas a mediano plazo como hemos visto en repetidas ocasiones- resulta muy cómodo para los gobernantes que siempre tienen prisa y cuates a los cuales asignar obra sin concursar. David Zamora trabajó tres años con Lemus en el primer periodo en Zapopan y se entendieron bastante bien.

Donde más problemas tiene Lemus es en el gabinete político. El secretario de Gobierno, Salvador Zamora, no es el líder del gabinete que necesita Lemus y tampoco el que trae los hilos de la política en el Estado. Zamora dedica su mayor esfuerzo y tiempo a la operación política dentro de MC, está más preocupado por la elección de 2027 que por resolver los problemas políticos del día, y se nota.

El otro caso es el del coordinador del gabinete, Alberto Esquer, el gran operador político de Enrique Alfaro. En la semana que estuvo el exgobernador en Jalisco, no se le despegó, dejando claro dónde está su corazón y su interés político.

Desalfarizar el Gobierno es una necesidad política, pero también operativa. Para que el Gobierno funcione, el gobernador Lemus necesita gente de confianza y operadores que le respondan a él. La duda es si aguantará los cambios hasta finales del año.

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