Ideas

Consulta popular sobre rieles

Les contaré una historia real para explicar por qué importa una figura como la consulta popular. 

Como candidato, el ahora gobernador Pablo Lemus prometió una Línea 5 del Tren Ligero que irá del Aeropuerto de Guadalajara al centro tapatío. 

Sin embargo, ya como gobernador, matizó que la Línea 5 sería un modelo de transporte intermedio entre el tren y el BRT (tipo Macrobús) basado en un modelo de electromovilidad. 

En su última declaración, el gobernador se refirió a la Línea 5 así: “Son una especie de trenes de ruedas, articulados, aire acondicionado, wifi gratuito”. 

¿Un tren de ruedas? ¿También podría decirse que un camión con alas es un avión? 

Ante mi confusión, le compartí la cita a ChatGpt para que me la explicara. 

Esto me respondió: “Políticamente y en comunicación pública, a veces se le dice ‘tren’ a estos sistemas para resaltar que son modernos y masivos, aunque técnicamente no lo sean”. 

Discúlpenme este largo preámbulo, ahora voy al punto.  

Hay tres iniciativas vigentes en la plataforma ¡Fírmale! del IEPC Jalisco para recolectar apoyos ciudadanos. 

Una de ellas se relaciona con la Línea 5. Un grupo de ciudadanos ha recolectado 5 mil 913 firmas para que se someta a consulta popular si para la Línea 5 queremos un tren eléctrico o un BRT. Trenes sobre rieles o camiones, pues. 

El argumento de los ciudadanos es que  los modelos tipo BRT son inadecuados cuando se presentan altas demandas de usuarios. Sobre todo si se usan como sistemas principales en corredores estratégicos de gran afluencia. 

Lo anterior queda demostrado con las deficiencias del servicio en el Macrobús que padecen miles todos los días en horas pico. 

La solicitud ya rebasó el número de firmas necesarias para que pueda cristalizarse a través del Consejo de Participación Ciudadana y Popular para la Gobernanza. 

Este último, conformado por representantes de gobierno y ciudadanos, tendrá la última palabra. 

Las otras dos iniciativas vigentes en el portal del IEPC Jalisco son una comparecencia pública de funcionarios sobre la sustitución de placas y la verificación vehicular; y la otra es una iniciativa ciudadana que pide inclusión social para grupos vulnerables. 

Son muy pocas para los más de 6 millones de habitantes mayores de 18 años en Jalisco. 

Todas las figuras de participación ciudadana atraviesan sus procesos burocráticos. En mi columna de ayer, “Tu superpoder ciudadano”, las expliqué. 

Los ciudadanos debemos marcar el ritmo a las autoridades para desburocratizar estos procesos. En verdad creo que son instrumentos poderosos y desaprovechados. 
Y lo que no se usa, no se perfecciona.

jonathan.lomeli@informador.com.mx

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