¿Cisma en la 4T?
Cumplido ya el trámite de la sesión del Consejo Nacional de Morena, donde se dieron a conocer las reglas de la competencia interna por su candidatura presidencial, que para evitar sanciones del Instituto Nacional Electoral (INE) llamarán la o el coordinador de la defensa de la cuarta transformación, la gran incógnita será si la fórmula de premios de consolación que diseñó y les anunció desde el lunes de la semana Andrés Manuel López Obrador a los que él bautizó como “corcholatas” es suficiente para evitar rompimientos luego de que se conozcan los resultados de las encuestas el próximo 6 de septiembre.
Luego de la sesión del domingo y del día después, se confirmó que el que entra con más desconfianzas al proceso interno morenista es Marcelo Ebrard, quien ayer renunció a la Secretaría de Relaciones Exteriores, tal como anunció el martes pasado, para presionar a su competidora y competidores y acelerar el proceso como había venido insistiendo.
Mientras Claudia Sheinbaum, su mayor competidora, como el resto de los competidores reiteraron ayer estar conformes con los términos de la convocatoria, y comentó que será el próximo viernes cuando dé un informe y renuncie a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Ebrard lanzó cuestionamientos al método en una serie de entrevistas que tuvo en distintos medios desde temprano, y que provocaron los primeros reproches de simpatizantes de otras “corcholatas”, por acudir a medios “anti 4T” como lo prohíbe uno de los lineamientos del Presidente y de Morena.
Para empezar, señaló que las encuestas que hasta ahora ponen en primer lugar a la aún gobernadora de la CDMX son las que más alejadas quedaron de los resultados reales que se dieron en las elecciones del Estado de México, entre las cuales están las favoritas de Morena, y que deben, expresó, quedar excluidas del proceso como también acordaron.
Pero no sólo eso, advirtió que en caso de que alguna o alguno de los que también buscan ser los sucesores de AMLO reciban apoyos de alguna autoridad o se cometa alguna irregularidad en el levantamiento y procesamiento de las encuestas, lo expresará y denunciará.
El Día del Padre del año pasado, en una entrevista, Ebrard me comentó desde aquel entonces su exigencia de que se empezara a trabajar desde aquel momento en la definición de las encuestas, y hasta nombró a la senadora Martha Lucía Mícher como su representante ante Morena para dar seguimiento al diseño de las mismas, en un acto que tuvo en la Expo Guadalajara.
Desde luego, nunca le fue atendida esa petición, ni tampoco la de los debates, por eso Ebrard sigue con dudas y convencido que el Presidente no cumplirá su palabra de apoyarlo a él luego de que en 2012 no cuestionó las encuestas que hicieron candidato por segunda vez a López Obrador. Por eso la gran incertidumbre es si Ebrard se mantiene en Morena si resulta perdedor en la encuesta en septiembre o rompe e inicia negociaciones con el partido Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, donde definirán candidato hasta el 5 de diciembre. Veremos.
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