Ideas

* Números rojos

Fue un fin de semana, si no de festejos, sí de justas —aunque moderadas— celebraciones…

Entre los miembros de número de “La Fiel” rojinegra, porque el empate rescatado de la visita al Querétaro mantiene al Atlas a tiro de piedra de la zona de “liguilla” —del Cruz Azul, para ponerle nombre y apellido—, y porque la ocasión sirvió, según todos los indicios, para cerrar la pesadilla que para Rafael Márquez (el heredero del “Pistache” Torres como jugador emblema del equipo) han sido, por razones extrafutbolísticas, los últimos meses.

Y entre las legiones de seguidores del equipo más popular de México, porque es comprensible que ganar con claridad un partido que se estaba perdiendo, como el del sábado, compensa, en cierta medida, la frustración que dejó la experiencia de perder, hace pocas semanas, un partido que se estaba ganando… aunque sea inevitable hacer la salvedad de que entre Tijuana y América —los respectivos adversarios en esos lances—, por cuestiones históricas que sería prolijo puntualizar, hay una diferencia abismal.

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Muertas y sepultadas en ocasión del partido contra el América sus posibilidades de clasificar a la “liguilla” —y de revalidar el título, por lo consiguiente—, el Guadalajara ya solamente aspira a cerrar decorosamente una campaña para el olvido…

Entre los aspectos rescatables de un campeonato lamentable (bien dicen que en este mundo no hay nada tan malo que no tenga nada de bueno… y viceversa), estaría la posibilidad de que el jovencito José Juan Macías, anotador de los goles —estupendos ambos, además de valiosos— que dieron al Guadalajara el primer triunfo del certamen en calidad de local, dé los pasos orientados hacia su consolidación como futbolista profesional que no han sabido dar, con la firmeza deseable, por los pretextos que quieran esgrimirse, otros prospectos de la cantera rojiblanca, como Carlos Cisneros y Eduardo López… o como algunos más que de promesas no pasaron y a cuyos nombres les pasó lo del título de la película: “Lo que el Viento se Llevó”.

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Por lo pronto, aunque el balance del Torneo de Clausura, para los intereses de los equipos de casa, amenaza con dejar números rojos, la perspectiva de que el “Clásico” del próximo sábado en el feudo de las “Chivas” sea una reedición de los duelos de encrucijada de las viejas películas de vaqueros, acrecentará el interés que el encuentro, por sí mismo, habría despertado.

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