- Pleito de comadres
Si la Reforma Educativa fue bandera de campaña del Presidente Peña Nieto, la correspondiente Contra-Reforma -llamémosla así a beneficio de inventario- ha sido muletilla de Andrés Manuel López Obrador. Ha sido tema recurrente en sus discursos y declaraciones. En una de las más recientes, el candidato puntero de las encuestas para la elección presidencial del próximo primero de julio confirmó su intención de enviar al Congreso de la Unión una propuesta para abrogarla.
La información coincide con el anuncio de uno de los gremios magisteriales que más denodadamente se oponen a dicha Reforma -la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que ha protagonizado paros, manifestaciones, toma de carreteras, etc., en contra de la misma, principalmente en Oaxaca, Chiapas y Michoacán-, acerca de una “consulta” con sus agremiados, esta semana, previo a un “paro indefinido de labores” orientado a “exigir una negociación” con las secretarías de Gobernación y de Seguridad Pública. En dicha “negociación” se plantearía, por supuesto, abrogar la multicitada Reforma, principalmente en lo que atañe “al respeto de los derechos laborales de los mentores”.
-II-
Al margen de la resistencia de tales gremios, el Informe PISA (el más reconocido del mundo en temas relacionados con la educación) de 2016, confirmó una constante que se ha mantenido en lo que va del siglo XXI: México se encuentra muy por debajo del promedio de los 35 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en materias tan básicas como ciencias, lectura y matemáticas. Un dato duro que confirma la apreciación de quienes han vivido lo suficiente para percibir que la calidad de la educación en México ha decaído de manera alarmante, y que alimenta la convicción de que es imperativa, apremiante, la necesidad de una drástica Reforma Educativa… aunque haya que llamarla de otra forma y sea menester aplicarla con algodones para no herir susceptibilidades.
-III-
En lo que transcurre el tiempo necesario para definir si se consuma el “paro indefinido” de los mentores oaxaqueños y si es electo Presidente el enemigo público número uno de la Reforma Educativa, el intercambio de mensajes -“cuando riñen las comadres aparecen las verdades”...- entre Tatiana Clouthier (coordinadora de campaña de López Obrador), acerca del sobregiro en el presupuesto de comunicación social de la Secretaría de Educación, de 70 millones autorizados por el Congreso a casi dos mil millones ejercidos en 2017, y Aurelio Nuño, titular de la SEP, sobre los 72 mil millones de pesos ejercidos por López Obrador para promover su candidatura, aun antes de las campañas, ilustran la discrecionalidad con que en este bendito país se maneja el dinero del pueblo.