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¿Cómo es el caldo de rata? Comida tradicional de Guanajuato

Receta ancestral que forma parte del patrimonio gastronómico popular de la región

En el estado mexicano de Guanajuato, especialmente en municipios como Irapuato, Salamanca y Abasolo, existe una tradición culinaria que sorprende tanto a locales como a visitantes: el caldo de rata. Aunque pueda parecer inusual o incluso chocante para quienes no están familiarizados con esta práctica, se trata de una receta ancestral que forma parte del patrimonio gastronómico popular de la región. 

El caldo de rata se elabora con la llamada “rata de campo” o rata silvestre, un roedor que habita en zonas agrícolas y se alimenta principalmente de semillas y vegetales, lo que lo distingue de las ratas urbanas. Su carne es valorada por su sabor y textura, que algunos comparan con la del conejo o el pollo. 

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La preparación del caldo sigue una receta tradicional: primero se limpian y cocen las ratas en agua con sal, luego se les añaden verduras como zanahoria, calabaza, papa, jitomate y chile, junto con especias que realzan el sabor del platillo. El resultado es un caldo espeso, de sabor fuerte pero sabroso, que se sirve caliente y se suele acompañar con tortillas hechas a mano y salsa picante. 

Más allá del sabor, este platillo es también apreciado por sus supuestos beneficios para la salud. Muchas personas de la región creen que el caldo de rata ayuda a combatir enfermedades respiratorias, fortalece el sistema inmunológico y proporciona energía. Aunque no hay evidencia científica concluyente que respalde estas afirmaciones, la creencia popular persiste. 

El caldo de rata se suele consumir en temporadas específicas, sobre todo durante festividades locales o como remedio en los meses fríos. Si bien su consumo ha disminuido en algunas zonas, todavía hay personas que lo preparan y lo ofrecen como una muestra de identidad cultural y resistencia de las tradiciones rurales mexicanas. 

Probarlo puede ser toda una experiencia culinaria y cultural, que invita a mirar con otros ojos la diversidad gastronómica del país. 

Cómo saber si una rata es apta para el consumo 

1. Procedencia (lo más importante) 

Rata de campo, bosque o monte:

  • Se alimenta de frutas, raíces, semillas, insectos.
  • Vive en ambientes limpios o rurales.
  • Apta y sabrosa si se cocina bien.

Rata de ciudad, alcantarilla o basurero:

  • Se alimenta de basura, desperdicios, químicos.
  • Alta probabilidad de parásitos, bacterias y toxinas.
  • No apta para consumo, incluso peligrosa. 

2. Apariencia externa 

  • Sana: Pelo limpio, ojos claros, cuerpo ágil. 
  • Enferma: Pelaje opaco, heridas, letargo, ojos apagados. 

3. Tamaño y musculatura 

  • Ratas de buen tamaño, musculosas (no obesas) suelen tener carne más firme y sabrosa.

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