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El viaje de dos “Impostor(es)” reales

El documental relata la historia de Óscar y Rodolfo, ambos vivieron en Estados Unidos durante una década con nombres que no les pertenecían

Durante diez años, Óscar y Rodolfo vivieron en Estados Unidos con nombres que no les pertenecían. Óscar trabajó como policía en Milwaukee bajo la identidad de su primo norteamericano fallecido; Rodolfo fue un coyote en Texas que se hacía llamar “Antonio Montana”, inspirado en el personaje de “Scarface”.

Ambos fueron deportados, separados de sus familias y obligados a dejar atrás todo lo que habían construido. Esa travesía, marcada por la búsqueda del sueño americano y el costo de mantenerlo, es el núcleo de “Impostor(es)”, documental dirigido por el cineasta tapatío Rodrigo “Rocko” D. Márquez, que esta semana llegó al circuito de cines culturales en México.

El origen de la película surgió casi por azar. Márquez leyó una nota sobre un policía en Alaska que resultó ser un mexicano indocumentado y, al final del texto, encontró referencia a Óscar Ayala, el primer policía descubierto y deportado en 2007 por vivir con una identidad falsa.

“La migración siempre había sido muy cercana a mí porque muchos familiares míos se fueron a Estados Unidos cuando era niño. El caso de Óscar y Rodolfo, de alguna otra manera, creo que me encontró”, comparte el director en entrevista con EL INFORMADOR. La cadena de coincidencias lo llevó primero a conocer a Rodolfo, quien le contó su pasado como coyote desde los 15 años, y luego a Óscar.

El carisma de ambos y su manera de relatar experiencias difíciles sin victimizarse convencieron al director de que la historia debía contarse con ellos mismos frente a la cámara. Aunque su intención inicial era realizar una ficción, el magnetismo y la facilidad de palabra de los protagonistas lo llevaron a decidirse por el formato documental.

“Parecía increíble: un policía que en realidad era un mexicano indocumentado y un joven que usaba el nombre de ‘Tony Montana’ para pasar indocumentados. Cada que pichaba el proyecto me decían: ‘Te lo estás inventando’”, relata.

La producción fue un proceso largo y complejo que tomó ocho años, desde el inicio del desarrollo en 2016 hasta el final del rodaje en 2021. En ese tiempo, Márquez y su equipo enfrentaron interrupciones por la pandemia, múltiples viajes y la participación en laboratorios de cine documental, experiencia que le sirvió para aprender sobre el género, ya que su trayectoria previa había estado ligada a la ficción.

Un relato profundo 

La cercanía con Óscar y Rodolfo creció hasta convertirlos en amigos, lo que permitió un retrato más profundo de sus vidas después de la deportación. Rodolfo logró insertarse en empresas de tecnología y se convirtió en un padre presente; Óscar llegó a ser gerente regional en la misma industria, aunque la imposibilidad de viajar a Estados Unidos limitó su crecimiento profesional.

El contexto político marcó la historia. Cuando comenzó el proyecto, Donald Trump aún no había ganado la presidencia. “Decías: ‘¿Cómo alguien así va a llegar a ser presidente?’. Y llega, y cambia muchas cosas”, comenta Márquez. La hostilidad hacia los migrantes se volvió parte del trasfondo de la película. El equipo incluso grabó en Austin durante la derrota electoral de Trump y la victoria de Joe Biden, pero el regreso del ex presidente a la contienda les recordó que el clima político sigue siendo incierto. “No es lo mismo estar indocumentado que ser un criminal. Trabajan, pagan impuestos, pero no tienen derechos básicos”, señala el cineasta.

Financiada con apoyo de EFICINE Producción, Filma Jalisco y Proyecta Producción, “Impostor(es)” tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Moscú 2024 y su premier latinoamericana en DOCSMX.

Desde entonces, ha recorrido festivales como el GIFF, el FICCI en Cartagena, Labex Argentina y MiradasDocs en Tenerife, y fue nominada a Mejor Documental en Las Diosas de Plata 2025.

La distribución está a cargo de CNMG Films, compañía que ha logrado colocar títulos independientes en el Top 5 nacional. El documental se proyectará en más de 30 sedes de 19 Estados, incluyendo Ciudad de México, Guadalajara, Mérida, Tijuana, Toluca y Veracruz. En la capital jalisciense, puede verse en la CinetecaFICG y el Cineforo.

CT

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