Cultura

Jaramar activa su “Memoria” sonora

La cantante presentará su proyecto más reciente el próximo 23 de octubre en el Conjunto Santander de Artes Escénicas

La cantante y compositora mexicana Jaramar Soto, ganadora del Latin Grammy, presentará este 23 de octubre a las 20:30 horas en la Sala 4 del Conjunto Santander de Artes Escénicas su más reciente proyecto discográfico: “Memoria”. Se trata de un álbum doble que articula dos universos sonoros y conceptuales en torno a la identidad femenina, la memoria personal y la herencia ancestral.

Con más de tres décadas de trayectoria, 16 discos y presentaciones en América, Europa y Asia, Jaramar construye en “Memoria” una reflexión íntima sobre el ser mujer a partir de dos ejes: la memoria heredada y la memoria imaginada. “Yo tenía años con la idea de la memoria, pero como una cosa dual. Por una parte está toda esa carga que heredamos, y por otra, la memoria que nos vamos creando. Yo siento que la memoria es un acto de creación: la vas reinventando, remodelando, robando de aquí, pidiendo prestado de allá, respetando lo que eres”, explica la artista en entrevista con EL INFORMADOR.

Dos memorias, un mismo viaje

El primer disco, titulado “Mi memoria: el tiempo circular”, fue lanzado en junio de 2025 y toma como punto de partida las cantigas de amigo de la España medieval. Este apartado transita por un universo acústico donde guitarra, violín y contrabajo acompañan la voz de Jaramar. Doce composiciones evocan la ausencia, la presencia y la búsqueda de una existencia propia más allá del amor perdido, en arreglos que transitan entre lo modal y lo contemporáneo.

La segunda parte, “Mi memoria: la invención de mí”, lanzada en septiembre, se adentra en un territorio más libre y experimental. Son trece piezas que exploran la imaginación, los sueños y las experiencias que han moldeado a la artista como mujer, madre e intérprete. La voz funge aquí como hilo conductor entre elementos acústicos y electrónicos.

Ambos discos fueron posibles gracias al apoyo del Programa Proyecta Producción de la Secretaría de Cultura de Jalisco y del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA).

Un proyecto en tiempos de inmediatez

Para Jaramar, crear un álbum doble con una estructura conceptual es una decisión que va a contracorriente de los tiempos actuales de la música digital. “Sé que hoy difícilmente los creadores pueden darse el lujo de crear un conjunto de canciones con un concepto. Es tanta la velocidad del consumo que se lanzan sencillos sin conexión. Yo soy de otra forma de crear y de otras necesidades. No sólo es un concepto, sino un concepto dividido en dos partes, todavía más complejo”, afirma.

La idea comenzó a desarrollarse durante la pandemia, un periodo que, aunque incierto, le permitió concentrarse en el proceso creativo. “Yo traía la idea en la cabeza, pero no me había podido sentar a desarrollarla. Cayó la pandemia y estaba encerrada, angustiada. Pero tuve la enorme suerte de obtener una beca del Sistema Nacional de Creadores. Eso me permitió relajarme un poco y dedicar tres años a crear el proyecto. Fue un lujo poder hacerlo en esos tiempos tan inciertos”, recuerda.

Durante ese proceso, Jaramar estructuró las canciones, elaboró maquetas y posteriormente invitó a sus colaboradores. El primer disco fue arreglado por Alex Fernández, violinista de su grupo, mientras que la segunda parte fue producida y arreglada por Luciano Sánchez, su hijo.

El diálogo con los colaboradores

Abrir su universo creativo a otros músicos fue, según la intérprete, uno de los desafíos más complejos del proyecto. “Eso es de las cosas más difíciles, porque por una parte quiero estar abierta a las propuestas, pero por otra tengo que cuidar el camino que deseo. Por fortuna trabajé con un equipo con el que llevo años colaborando y con el que tengo mucha confianza. Luciano, que fue el productor, grabó y mezcló, y también se encargó de los arreglos del disco dos. Él me conoce de toda la vida y respeta mi trabajo. Aun así, hubo mucho diálogo para definir el rumbo sonoro”, comenta.

El trabajo con Alex Fernández también implicó un proceso detallado de comunicación creativa. “Nos conocemos muy bien, él entiende mi lenguaje musical, pero aun así requirió mucha plática. Les pasé mis maquetas y partimos de ahí, expandiendo los arreglos. En el primer disco quería que los instrumentos brillaran; en el segundo abrí la puerta a la experimentación electrónica, cuidando que no se nos fuera demasiado lejos del concepto acústico. El resultado fue muy bueno, y el proceso, emocionante. Tengo el privilegio de que este equipo se suba a mis barcos más arriesgados y jale conmigo”, relata.

De la textura al sonido

Sobre la inclusión de la electrónica en su segundo disco, Jaramar explica que el proceso implicó explorar nuevos lenguajes sonoros.

“Hubo que escuchar mucha música. Luciano me pasaba referencias y yo también le enviaba otras. Quería que nos enfocáramos en las texturas, en los colores, en los matices. Mis maquetas ya tenían un primer tratamiento electrónico, y eso sirvió como punto de partida. Luego, al momento de grabar, tuve que encontrar cómo interactuar mi voz con todos esos elementos”, señala.

Cada canción, dice, exigió un tratamiento particular desde el texto y la interpretación. “Los textos son fundamentales. Les pedía a los músicos que entendieran el contenido de cada tema: la luz, la oscuridad, la intensidad. Buscábamos el color adecuado para cada letra. Esa parte es muy emocionante y también estresante, pero ahora viene la etapa más divertida: el en vivo”.

La memoria en el escenario

La presentación de Memoria en el Conjunto Santander marca el inicio de una nueva etapa del proyecto, donde la música grabada se transforma frente al público. “Cuando llevamos un proyecto discográfico a concierto es como una nueva vida. Pasan cosas que no suceden en el disco. El disco es un viaje, y el en vivo es otro viaje”, afirma.

El concierto incluirá canciones de ambas partes del álbum, interpretadas por los músicos que participaron en la grabación y algunos invitados. “Van a estar Luciano Sánchez y Andrés Sánchez, que produjeron la parte electrónica, y los tres músicos que grabaron el primer disco. El violinista y el contrabajista también participarán en las piezas del segundo álbum, y se sumará un guitarrista eléctrico con quien he trabajado antes. Ha sido interesante ver cómo montamos esto para que funcione en el escenario y que el diálogo entre todos fluya”, explica.

CT

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