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Mazda 6 2009
El nuevo sedán “mediano” de Mazda, sube un escalón en la dirección del confort y del espacio, pero queda uno más lejos de la emoción de conducir.
Las formas son nuevas, agradables y actuales. El motor, más que nada el V6, promete alegría al conductor. Los terminados han también mejorado mucho y con esto Mazda espera tener más herramientas para luchar con los líderes del segmento.
El anterior Mazda 6 fue un coche que vivió en el limbo. Era demasiado chico para competir contra los reyes del segmento de sedanes medianos (por la visión estadounidense del término). Fue demasiado grande para conquistar a los jóvenes que buscaban diversión al manejar. Esa distancia se reflejaba también en el precio, similar al de los rivales directos, es decir, Camry, Accord, Altima y Malibu. Como en estos autos se concentra la parte más jugosa de las ventas del segmento, Mazda decidió que había que crecer. Y lo hizo sin timidez. El nuevo coche, cuyas formas recuerdan el auto europeo mostrado el año pasado, es casi 20 centímetros más largo que aquél. Creció tanto, que finalmente rivaliza contra los gigantes —en todos los sentidos— del segmento.
Esto es válido por dentro y por fuera. El Mazda ofrece finalmente un muy buen espacio interior, junto con un diseño correcto y terminados precisos. El equipo es también muy bueno, incluyendo ABS, EBD, control de tracción y estabilidad y bolsas de aire frontales y laterales. El sonido es de primer nivel y cuenta con entrada auxiliar. Hay versiones con asientos de tela o cuero.
Habrá dos motores.
El primero tiene cuatro cilindros, con 2.5 litros de desplazamiento y 170 caballos de fuerza. Responde bien a la presión sobre el pedal del gas, pero su principal objetivo es dar una transportación cómoda y económica. Cabe a su hermano con motor V6, de 3,7 litros y 272 caballos de fuerza (uno a más que el Accord mexicano), la tarea de dar más poder al que lo quiere, claro que con el consecuente y no siempre bienvenido, al menos en Estados Unidos, aumento del consumo de combustible. Ese motor, ya lo adivinaron, es el mismo que equipa la inmensa camioneta CX-9.
Ambas máquinas envían su potencia a las ruedas delanteras del Mazda 6, gracias a una caja de cambios automática de cinco velocidades. Hacen un buen juego, es cierto, pero para una mayor economía, una de seis hubiera hecho un mejor trabajo. Para la versión de cuatro cilindros, estará disponible incluso en México, una caja manual de seis velocidades.
Su dirección, a pesar de ligera, es firme y precisa y la suspensión, a reserva de probarla en tierras mexicanas, ofrece un buen balance entre suavidad y estabilidad.
Con su renovación, el Mazda 6 finalmente se pone en condiciones de competir de verdad contra los duros rivales que le toca. Tiene muchas armas para esto, sin duda, pero tal vez le falta un poco de lo que uno encuentra en todos los Mazda, ese espíritu juguetón, ese “zoom-zoom” que tanto presumen.
El coche llegará a las agencias mexicanas en la segunda quincena de septiembre próximo y su precio se ubicará un poco por debajo del de sus rivales directos, de marcas japonesas. Y esa será otra arma para conquistar el corazón de los mexicanos.
Radiografía
Motores: L4; 2.5 litros; con 170 CV
V6; 3.7 litros; con 272 CV
Transmisión: Automática de cinco velocidades
Frenos: Discos ventilados adelante y sólidos atrás, con ABS y EBD
Suspensión: Independiente, tipo McPherson adelante y Multilink atrás.
Precio: Entre 250 mil y 320 mil (estimado)
Sergio Oliveira/Los Ángeles
El anterior Mazda 6 fue un coche que vivió en el limbo. Era demasiado chico para competir contra los reyes del segmento de sedanes medianos (por la visión estadounidense del término). Fue demasiado grande para conquistar a los jóvenes que buscaban diversión al manejar. Esa distancia se reflejaba también en el precio, similar al de los rivales directos, es decir, Camry, Accord, Altima y Malibu. Como en estos autos se concentra la parte más jugosa de las ventas del segmento, Mazda decidió que había que crecer. Y lo hizo sin timidez. El nuevo coche, cuyas formas recuerdan el auto europeo mostrado el año pasado, es casi 20 centímetros más largo que aquél. Creció tanto, que finalmente rivaliza contra los gigantes —en todos los sentidos— del segmento.
Esto es válido por dentro y por fuera. El Mazda ofrece finalmente un muy buen espacio interior, junto con un diseño correcto y terminados precisos. El equipo es también muy bueno, incluyendo ABS, EBD, control de tracción y estabilidad y bolsas de aire frontales y laterales. El sonido es de primer nivel y cuenta con entrada auxiliar. Hay versiones con asientos de tela o cuero.
Habrá dos motores.
El primero tiene cuatro cilindros, con 2.5 litros de desplazamiento y 170 caballos de fuerza. Responde bien a la presión sobre el pedal del gas, pero su principal objetivo es dar una transportación cómoda y económica. Cabe a su hermano con motor V6, de 3,7 litros y 272 caballos de fuerza (uno a más que el Accord mexicano), la tarea de dar más poder al que lo quiere, claro que con el consecuente y no siempre bienvenido, al menos en Estados Unidos, aumento del consumo de combustible. Ese motor, ya lo adivinaron, es el mismo que equipa la inmensa camioneta CX-9.
Ambas máquinas envían su potencia a las ruedas delanteras del Mazda 6, gracias a una caja de cambios automática de cinco velocidades. Hacen un buen juego, es cierto, pero para una mayor economía, una de seis hubiera hecho un mejor trabajo. Para la versión de cuatro cilindros, estará disponible incluso en México, una caja manual de seis velocidades.
Su dirección, a pesar de ligera, es firme y precisa y la suspensión, a reserva de probarla en tierras mexicanas, ofrece un buen balance entre suavidad y estabilidad.
Con su renovación, el Mazda 6 finalmente se pone en condiciones de competir de verdad contra los duros rivales que le toca. Tiene muchas armas para esto, sin duda, pero tal vez le falta un poco de lo que uno encuentra en todos los Mazda, ese espíritu juguetón, ese “zoom-zoom” que tanto presumen.
El coche llegará a las agencias mexicanas en la segunda quincena de septiembre próximo y su precio se ubicará un poco por debajo del de sus rivales directos, de marcas japonesas. Y esa será otra arma para conquistar el corazón de los mexicanos.
Radiografía
Motores: L4; 2.5 litros; con 170 CV
V6; 3.7 litros; con 272 CV
Transmisión: Automática de cinco velocidades
Frenos: Discos ventilados adelante y sólidos atrás, con ABS y EBD
Suspensión: Independiente, tipo McPherson adelante y Multilink atrás.
Precio: Entre 250 mil y 320 mil (estimado)
Sergio Oliveira/Los Ángeles