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La mastografía: una herramienta esencial

Contra el cáncer de mama existen opciones que contribuyen en su detección temprana

GUADALAJARA, JALISCO (19/OCT/2014).- Este 19 de octubre se celebra el Día contra el Cáncer de Mama, una fecha que brinda la oportunidad, en el ámbito local e internacional, para centrar la atención en la importancia de la detección temprana del mal para impactar la cifra enorme de mujeres que la padecen y sufren por ello; asimismo, permite que este mensaje produzca un efecto óptimo en la salud pública y haga eco en los ciudadanos, tanto mujeres como varones, niños y jóvenes.

En este sentido, una de las herramientas más importantes en la lucha contra la enfermedad es la mastografía, un estudio radiológico de la mama (con baja dosis de radiación) que permite obtener imágenes de alta resolución que son valoradas por el médico radiólogo en monitores especiales para valorar áreas de interés específico y coadyuven en la emisión de un diagnóstico.

Algunos centros médicos realizan también la tomosíntesis, un sistema de mastografía digital donde el tubo de rayos X se mueve en forma de arco durante la exposición, realiza varias tomas y permite hacer reconstrucciones de imágenes de cortes delgados de la mama para una valoración milimétrica que mejora la detección de lesiones en el tejido mamario, es el estudio más avanzado para la detección de cáncer de mama (pero siempre se realiza además de la mastografía).

Cuestiones básicas


Lo fundamental es que gracias a este procedimiento se detectan lesiones no palpables de mama y se evalúan anomalías, dolor, secreción por el pezón o un cambio en el tamaño o forma del seno, aún en presencia de implantes; por ello, la mastografía juega un papel central en la detección temprana del cáncer pues puede mostrar los cambios en las mamas hasta dos años antes de que el médico o el paciente los perciban.

Lo recomendable es realizar una mastografía de exploración cada año en las mujeres, a partir de los 40 años de edad; esto porque, de acuerdo con cifras, ha demostrado que los estudios anuales llevan a la detección temprana de la enfermedad, lo que hace posible que haya mayores posibilidades de curación y se disponga de terapias para la rehabilitación o conservación del busto.

Procedimiento y recomendaciones

La mastografía observa un proceso nada complicado: una técnica radióloga calificada coloca la mama en una plataforma especial y la comprime con una paleta, de forma gradual; esto importa porque al disminuir el grosor de la mama es menor la dosis de radiación que se recibe, contribuye a que los tejidos se dispersen apropiadamente para tener una mejor visión de las probables anormalidades y evita posibles movimientos de la mama.

De este modo, la paciente deberá permanecer inmóvil y se recomienda contener la respiración por unos segundos mientras se toma la imagen de rayos X, para evitar que resulte borrosa; asimismo, la preparación es esencial y antes de programar una mastografía, se requiere llenar un breve historial clínico que indique el motivo del estudio, antecedentes familiares y personales, así como cirugías previas (si las hubo).

No debe olvidarse que el mejor momento para realizar este procedimiento de exploración es una semana después del período menstrual, además de informar a la radióloga si existe la posibilidad de estar embarazada; también se sugiere tomar un baño el día de la cita y utilizar ropa de dos piezas (porque se descubrirá de la cintura hacia arriba).

Ahora, se recomienda —precisamente porque pueden aparecer en el estudio como imágenes dudosas— no utilizar desodorante, talco o loción en los brazos o las mamas el día del examen; además, es necesario describir cualquier síntoma o problema al tecnólogo responsable del examen y, si se ha practicado estudios anteriores de este tipo, es importante tenerlos a disposición en el momento de hacerse un nuevo examen.

Las dudas más frecuentes

De entrada, el inicio de la vida sexual no tiene relación con el riesgo de padecer cáncer de mama, la mastografía se recomienda desde los 40 años de edad porque antes de eso el riesgo de padecer el mal es bajo y las características físicas de las mamas en la juventud no ayudan al procedimiento.

El dolor es otra cosa, porque para algunas mujeres resulta molesto y, para otras, doloroso; los senos deben ser comprimidos por unos segundos para tomar una buena imagen y, debido a eso, se recomienda que quienes no han llegado a la menopausia, acudan después del décimo día de su ciclo menstrual, para que sus mamas estén menos sensibles.

Por otra parte, este estudio no tiene efectos secundarios, es seguro y la exposición a la radiación es mínima y se dirige directamente a las mamas; asimismo, por lo regular la menstruación no tiene ninguna relación con la toma de las imágenes y, dado que la comodidad es esencial, para hacer el estudio sólo se quita la ropa de la cintura para arriba y se ofrece una bata para cubrirse.

Consideraciones de utilidad

Hay que tener en cuenta que, aunque generalmente se manifiesta en un seno, existe la posibilidad de que la enfermedad se presente en el otro, al mismo tiempo o en el futuro; tampoco es forzoso ir en ayunas, pero sí evitar la mastografía cuando se encuentre en periodo de lactar —las mamas se comprimen, pues— y, por eso, se recomienda en esos casos una exploración clínica de mamas o un ultrasonido (si hay presunción del padecimiento).

Si bien este examen permite identificar imágenes sugestivas de cáncer, no “comprueba” si se padece; las lesiones sospechosas deben ser evaluadas a través de una biopsia, lo que implica tomar una muestra física y analizarla clínicamente.

Para concluir, no debe olvidarse que en todo el país, la Secretaría de Salud cuenta con equipos de mastografía, en Hospitales y Centros de Salud, así como unidades móviles. Para hacer una cita o dar con la ubicación del sitio preciso, puede acudir a la unidad de salud más cercana a casa.

OTRAS OPCIONES

El ultrasonido mamario

Es un método complementario a la mastografía, que se utiliza para estudiar regiones de la mama que despierten sospecha después del primer procedimiento o cuando exista una presunción clínica al respecto. Permite un diagnóstico más específico y no utiliza radiación, sino frecuencias de sonido que se reflejan en los tejidos para producir imágenes. Cuenta con aplicaciones como la Elastografía y el Doppler, que brindan datos adicionales sobre la dureza y la vascularidad de los tejidos. Además, no requiere preparación.

PROCEDIMIENTOS INTERVENCIONISTAS

El ultrasonido mamario

-Galactografía digital

Se realiza para valorar la secreción de los pezones. Se introduce un medio de contraste por el conducto sangrante para dibujar el conducto galactóforo del seno para detectar posibles alteraciones anatómicas.

-Marcaje de mama
Consiste en la localización preoperatoria de un nódulo mediante la utilización de un arpón, el cual se fija en el área de sospecha mediante guía estereotáxica o ultrasonográfica. Se realiza por lo general en lesiones no palpables (posteriormente se hace la biopsia).

-Biopsia de mama
Puede ser guiada por ultrasonido o por estereotaxia  (dependiendo del tipo de lesión) y consiste en la toma de muestra de un “hallazgo” sospechoso en el seno por medio de  una aguja para ser analizada y así emitir un diagnóstico certero. Representa una mínima invasión y se realiza bajo anestesia local, es seguro y no requiere hospitalización.

*Con información de la Secretaría de Salud, el Instituto Nacional de Cancerología y la Dirección de Cáncer de la Mujer del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.

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