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Guadalajara y sus otras plazas

Hagamos memoria. ¿Cuántas plazas tiene Guadalajara?

por: gabriela aguilar
 fotos: rené pérez

Hagamos memoria. ¿Cuántas plazas tiene Guadalajara? Las plazas que se ubican en el centro de la ciudad son quizás las más conocidas, Plaza de Armas, Plaza de la Liberación, Plaza Fundadores, Plaza Tapatía, entre otras... esas que son la definición correcta del diccionario: lugar ancho y espacioso dentro de un poblado o aquel donde se celebran las ferias, los mercados y fiestas públicas. Está también la Plaza de Toros o la Plaza de la Bandera.
Pero existen “las otras plazas”, las que son el punto de reunión de miles de tapatíos que disfrutan de ir al cine, a tomar una nieve, a recrearse la pupila con los hombres y mujeres que pasan por ahí, llevar a los pequeños a ver las fuentes de agua (que la mayoría de las plazas tienen), el punto de encuentro, el lugar para “hacerse la pinta”... son las plazas comerciales que tomaron como referencia los “malls” de Estados Unidos y que han hecho historia junto con la ciudad.

Desde 1969 y la tradición continúa

Hacer historia no es fácil: Plaza del Sol es el primer centro comercial de América Latina que hasta la fecha sigue siendo un punto que identifica a la ciudad.
El hombre acababa de llegar a la Luna y en Guadalajara un grupo de empresarios ubicó terrenos en el cruce de la carretera a Morelia, lo que hoy se conoce como avenida López Mateos, y avenida de La Victoria, que actualmente es avenida Mariano Otero. La construcción inició a principios de 1969 y terminó antes de la Navidad de ese mismo año. La idea del nombre surgió de la fusión de dos conceptos: por un lado estaba la recomendación de llamarlo “Centro Comercial Plaza”, ya que en aquellos días “ir a la plaza” era la expresión que utilizaban los tapatíos para referirse a ir de compras al centro de la ciudad; la otra opción era “Centro Comercial del Sol”, ya que se ubicaba en la colonia Ciudad del Sol y la fusión dio como resultado Plaza del Sol, con tanta aceptación que después todos los centros comerciales se les conoció como plazas. Ese mérito lo tiene esta plaza muy frecuentada y que a pesar de los años, se siguen escuchando las preguntas con sus respuestas: “¿En dónde nos vemos? ¿Por dónde queda? Por el rumbo de Plaza del Sol”.
El 27 de noviembre de 1969 este centro comercial abrió sus puertas y los tapatíos tenían 140 establecimientos a su disposición para comprar, desde tiendas departamentales, supermercado, farmacias, ferretería, restaurantes, hasta comercios difíciles de creer que existían hace 39 años en Plaza del Sol: tortillería, sastrería, cremería, pescadería y un vivero.
A pesar de que nadie creía en que este proyecto sobreviviría, los tapatíos tenían a su alcance y en un solo lugar, diferentes opciones para comprar con el agregado de los jardines y estacionamiento.

“El güero” al pendiente de TODO

Es el señor Ignacio Adame del Real, tiene 20 años trabajando en Plaza del Sol y su trabajo consiste en dar mantenimiento a las instalaciones eléctricas y de fontanería de los locales del centro comercial. “Entré aquí por necesidad, me gusta atender a la gente a pesar de que sea a veces un poquito desesperada, pero lo hago con agrado. Yo llegué aquí en 1980, hay algunos comercios que ya no están, como los cines por ejemplo... antes no había tanta gente como hoy; creo que en 1987 tuvo mucho auge y sigue viniendo la gente”.
“El güero”, como lo conocen sus compañeros, recuerda que el momento que no olvidará fue el temblor de 1985, él se encontraba lavando un carro y el fuerte movimiento telúrico lo impactó.
Hay otros acontecimientos que marcaron la plaza. “Hace mucho, por las fuertes lluvias, se nos metió el agua de la corriente que se hizo en López Mateos hasta el otro lado, por eso las barditas”.

La alberca en López Mateos

A pesar de los esfuerzos infructuosos por querer hacer la zona de Plaza del Sol un lugar mucho más apacible en el temporal de lluvias, la realidad es que parece que cada año la historia se repite... “Quedó varado en Plaza del Sol”, “subió el nivel del agua más de un metro en Plaza del Sol”. Y a pesar de la gran alberca que, según dicen algunos se hace por una corriente de agua que estaba ahí hace muchos años y que reclama su cauce, la realidad es que pareciera que los tapatíos ya se acostumbraron al escenario conflictivo y para eso,  uno de los distintivos más significativos de la plaza comercial: las bardas con escaleras que permiten al transeúnte subir y bajar para llegar a la avenida López Mateos y claro, lo más importante, para que con las lluvias el agua no inunde esa zona.

Las fuentes y los niños

Existen cuatro fuentes en Plaza del Sol y los niños son los protagonistas de las creaciones del artista plástico Alejandro Colunga; sobretodo de una, donde se encuentran cinco esculturas y que parece que cobran vida con los asistentes, grandes y chicos, que hacen del escenario un elemento más de las historias que surgen en este lugar desde casi cuatro décadas.  

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