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En mi maleta
Hoteles amigables con el medio ambiente
GUADALAJARA, JALISCO (20/JUN/2010).- Recientemente en un viaje que realicé a Houston, Texas; me percaté de las opciones que actualmente ofrecen algunas de las cadenas hoteleras, como Westin donde fue donde me hospedé, respecto al cuidado y mantenimiento del medio ambiente, es decir, las que poco a poco se hacen llamar "amigables con el medio ambiente".
Es trillado el término mercadológico que mencionan algunos hoteles de que "aquí se está como en su casa"; la verdad es que me quedo con la aseveración que me hizo algún amigo cuando mencionó que uno se hospedaba en un hotel para que lo trataran mejor que en su propia casa, es decir, que los huéspedes pagan para olvidarse de tender la cama, barrer, trapear y otros quehaceres hogareños. Lo que es cierto también, es que poco a poco se va cambiando la cultura personal respecto a cómo ir mejorando el trato al entorno y la preocupación latente que se tiene por el cambio climático, por cierto, cada vez más agudo a nivel mundial.
Una de las acciones que se están poniendo más de moda en la hotelería mundial, es el comunicar a los clientes que si no quieren cambiar de toalla una vez usada, la dejen encima del lavabo o colgada en el tubo, pero si quieren cambio de ésta, la deben dejar tirada en el piso. Conozco ya muchas personas que optan por la primera opción a sabiendas de que normalmente en sus propias casas hacen uso de los blancos más de una vez sin lavarlos.
Por supuesto que esto se puede pensar que es para beneficio del propio establecimiento hotelero, ya que al no tirar las toallas al piso y por consiguiente se las lleven a lavar, les estamos ahorrando miles de pesos en el costo de la lavandería, aunque lo cierto también es que con ese ahorro de lavandería, se dejan de usar miles de toneladas de detergentes dañinos a la naturaleza.
La cadena hotelera Westin por ejemplo, tiene un programa mundial en el que además de hacer conciencia medio ambiental entre sus huéspedes, los premia económicamente por participar en su cuidado y los invita a no tirar toallas en el piso pero va más allá.
Cuando el visitante no quiere que le “hagan” la habitación, es decir, que las camaristas no entren para nada al cuarto, les ofrecen dólares en efectivo que se pueden cambiar en los propios centros de consumo hoteleros mostrando así acciones concretas en reciprocidad y de incentivos ante sus clientes.
Funciona de la siguiente manera: al llegar a la habitación, las personas se encuentran con la publicidad necesaria donde se informa acerca del programa de cuidado al medio ambiente y se les invita a colocar un letrero verde por la noche en el picaporte de la puerta en la parte exterior donde se le avisa a la ama de llaves que no se quiere que se haga la habitación, ésta última toma nota y al cuarto del ambientalista huésped no se le pone en la lista del otro día de hacerle la limpieza, a cambio de esto, se le recompensa con los cinco dólares canjeables por alimentos o por puntos en su próxima estancia.
Quizá estás sean acciones incipientes en las que se pueda ver quizá sólo un beneficio económico de ahorro de lavandería para la empresa hotelera, además de ello, tienen ahorro en el personal que limpia los cuartos, agua y energía en general, sin embargo, poco a poco podemos ir creando conciencia en las generaciones venideras acerca del cuidado del medio ambiente, cada vez más dañado.
Es trillado el término mercadológico que mencionan algunos hoteles de que "aquí se está como en su casa"; la verdad es que me quedo con la aseveración que me hizo algún amigo cuando mencionó que uno se hospedaba en un hotel para que lo trataran mejor que en su propia casa, es decir, que los huéspedes pagan para olvidarse de tender la cama, barrer, trapear y otros quehaceres hogareños. Lo que es cierto también, es que poco a poco se va cambiando la cultura personal respecto a cómo ir mejorando el trato al entorno y la preocupación latente que se tiene por el cambio climático, por cierto, cada vez más agudo a nivel mundial.
Una de las acciones que se están poniendo más de moda en la hotelería mundial, es el comunicar a los clientes que si no quieren cambiar de toalla una vez usada, la dejen encima del lavabo o colgada en el tubo, pero si quieren cambio de ésta, la deben dejar tirada en el piso. Conozco ya muchas personas que optan por la primera opción a sabiendas de que normalmente en sus propias casas hacen uso de los blancos más de una vez sin lavarlos.
Por supuesto que esto se puede pensar que es para beneficio del propio establecimiento hotelero, ya que al no tirar las toallas al piso y por consiguiente se las lleven a lavar, les estamos ahorrando miles de pesos en el costo de la lavandería, aunque lo cierto también es que con ese ahorro de lavandería, se dejan de usar miles de toneladas de detergentes dañinos a la naturaleza.
La cadena hotelera Westin por ejemplo, tiene un programa mundial en el que además de hacer conciencia medio ambiental entre sus huéspedes, los premia económicamente por participar en su cuidado y los invita a no tirar toallas en el piso pero va más allá.
Cuando el visitante no quiere que le “hagan” la habitación, es decir, que las camaristas no entren para nada al cuarto, les ofrecen dólares en efectivo que se pueden cambiar en los propios centros de consumo hoteleros mostrando así acciones concretas en reciprocidad y de incentivos ante sus clientes.
Funciona de la siguiente manera: al llegar a la habitación, las personas se encuentran con la publicidad necesaria donde se informa acerca del programa de cuidado al medio ambiente y se les invita a colocar un letrero verde por la noche en el picaporte de la puerta en la parte exterior donde se le avisa a la ama de llaves que no se quiere que se haga la habitación, ésta última toma nota y al cuarto del ambientalista huésped no se le pone en la lista del otro día de hacerle la limpieza, a cambio de esto, se le recompensa con los cinco dólares canjeables por alimentos o por puntos en su próxima estancia.
Quizá estás sean acciones incipientes en las que se pueda ver quizá sólo un beneficio económico de ahorro de lavandería para la empresa hotelera, además de ello, tienen ahorro en el personal que limpia los cuartos, agua y energía en general, sin embargo, poco a poco podemos ir creando conciencia en las generaciones venideras acerca del cuidado del medio ambiente, cada vez más dañado.