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En mi maleta
Otra vez marcador en contra
No sólo en la Selección Nacional de futbol tenemos decepciones y malos tragos ante Estados Unidos, otra vez aquel país ha emitido una alerta de viajes debido al reciente incremento de la violencia en nuestro país, especialmente en la franja fronteriza.
Por supuesto que la respuesta no se hizo esperar, ya que la mencionada declaración no hizo nada de gracia a la embajada de México en Washington y un representante del gobierno mexicano aclaró con fuerte voz que nuestro país ha estado en la lista de los diez principales destinos de viajes internacionales durante años y continúa siendo el destino número uno para ciudadanos estadounidenses que viajan al exterior.
En este contexto cabe un dato interesante que emite la propia representación diplomática y muestra que muchos de estos turistas repiten su visita a México. Sólo en 2008, más de 22 millones de turistas internacionales vinieron, un incremento de 5.9%sobre 2007.
Lo cierto y como recomendación tanto en nuestro país como en cualquier otro destino en el mundo, los turistas deben ejercer cautela y sentido común cuando viajan al exterior, y lo mismo es cierto si viajan a México, no creen?
Abrocharse el cinturón
Cuando nos dan alguna orden, muchos de nosotros persistimos en no obedecerlas o simplemente hacernos como que no las entendemos.
Este caso se da muy frecuentemente cuando vamos arriba de un avión y nos “invitan” muy amablemente a abrocharnos los cinturones tanto al despegue como al aterrizaje del aparato y en muchas ocasiones también cuando hay turbulencias.
Esta semana, en un avión de la compañía estadounidense Northwest Airlines que sobrevolaba el aeropuerto Narita de Tokio en Japón, sucedió esto último, o sea, sufrió fuertes turbulencias mientras esperaba la autorización para aterrizar y de los 408 pasajeros y 14 miembros de tripulación, 32 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad.
Este tipo de escenas se ven frecuentemente en todos los vuelos comerciales del mundo, empero, en ocasiones las turbulencias son más fuertes que en otros sitios con las funestas consecuencias como sucedieron en Japón.
Aún así, mucha gente seguirá volando sin cinturones, se parará de sus asientos antes de que se detenga por completo el aeroplano también con sendas caídas en los estrechos pasillos, y no pondrá su propio asiento en posición vertical, faltaba más.
Ramón Godínez Ortíz
Por supuesto que la respuesta no se hizo esperar, ya que la mencionada declaración no hizo nada de gracia a la embajada de México en Washington y un representante del gobierno mexicano aclaró con fuerte voz que nuestro país ha estado en la lista de los diez principales destinos de viajes internacionales durante años y continúa siendo el destino número uno para ciudadanos estadounidenses que viajan al exterior.
En este contexto cabe un dato interesante que emite la propia representación diplomática y muestra que muchos de estos turistas repiten su visita a México. Sólo en 2008, más de 22 millones de turistas internacionales vinieron, un incremento de 5.9%sobre 2007.
Lo cierto y como recomendación tanto en nuestro país como en cualquier otro destino en el mundo, los turistas deben ejercer cautela y sentido común cuando viajan al exterior, y lo mismo es cierto si viajan a México, no creen?
Abrocharse el cinturón
Cuando nos dan alguna orden, muchos de nosotros persistimos en no obedecerlas o simplemente hacernos como que no las entendemos.
Este caso se da muy frecuentemente cuando vamos arriba de un avión y nos “invitan” muy amablemente a abrocharnos los cinturones tanto al despegue como al aterrizaje del aparato y en muchas ocasiones también cuando hay turbulencias.
Esta semana, en un avión de la compañía estadounidense Northwest Airlines que sobrevolaba el aeropuerto Narita de Tokio en Japón, sucedió esto último, o sea, sufrió fuertes turbulencias mientras esperaba la autorización para aterrizar y de los 408 pasajeros y 14 miembros de tripulación, 32 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad.
Este tipo de escenas se ven frecuentemente en todos los vuelos comerciales del mundo, empero, en ocasiones las turbulencias son más fuertes que en otros sitios con las funestas consecuencias como sucedieron en Japón.
Aún así, mucha gente seguirá volando sin cinturones, se parará de sus asientos antes de que se detenga por completo el aeroplano también con sendas caídas en los estrechos pasillos, y no pondrá su propio asiento en posición vertical, faltaba más.
Ramón Godínez Ortíz