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El sueño se convirtió en volcán
El arquitecto Daniel Pouzet comparte algunos detalles sobre la concepción del Estadio Omnilife
GUADALAJARA, JALISCO (09/NOV/2014).- El Estadio Omnilife no es un capricho arquitectónico”, expresa Daniel Pouzet, el francés que diseñó a “Las Chivas del Guadalajara” un hogar donde se han alabado victorias y padecido derrotas.
La historia de cómo Pouzet y su socio, Jean-Marie Massaud, llegaron a ser los responsables de levantar un coloso a las faldas del Bosque de la Primavera, no es la más extravagante ni compleja. El arquitecto recuerda que las primeras ideas del estadio se dibujaron sobre una simple servilleta de papel al interior de un restaurante en Madrid.
Ahí estaba Jorge Vergara, dueño del conjunto rojiblanco, escudriñando los cimientos de un sueño que tres años después, en 2010, se vería transformado en un volcán blanco rodeado de lava verde, como el mismo Pouzet lo describe.
El Estadio Omnilife no solamente representa un inmueble de uso deportivo. En el lenguaje arquitectónico significa una obra que superó expectativas al intervenir un paisaje en donde predominaba la nada.
En 2011 recibió el premio “Obra del Año” por la publicación Obras, del Grupo Expansión, calificando nombrando al inmueble como “Un volcán de innovación”, calificando su nivel de diseño, tecnología, sustentabilidad e impacto social, de un total de 140 propuestas iniciales.
Eso lo explica mientras describe la esencia verdadera del estadio: un volcán que en sus muros exteriores está forrado de verde y tiene una enorme nube blanca por techo, en homenaje a los volcanes que salpican al país dotando de energía positiva al ambiente. Pouzet asegura que “Después del Paricutín, el Omnilife es el volcán más joven de México”, afirma el arquitecto.
“Aunque hoy el estadio parece sencillo cuando lo ves, pasamos por muchas alternativas para entrar a su presupuesto, que —honestamente— es histórico”, comenta y reconoce el apoyo que tuvieron de un equipo de arquitectos técnicos que asesoró también el proyecto, pues los dos franceses se encargaron desde el principio de lo más importante: la dirección artística, es decir, dibujar todo lo que actualmente se puede tocar y ver en el estadio.
El 11 ideal
¿Por qué aceptar la misión? Pouzet responde aplaudiendo el frenesí con el que Jorge Vergara empujó la realización del estadio, en especial, por la ambición que el mismo proyecto implicaba en sus dimensiones albergar a más de 49 mil aficionados en un solo lugar.
“Me atrae la gente que tiene una locura positiva de construir, de cambiar al mundo. Necesito proyectos que tengan sentido, que quieran algo diferente, que busquemos una calidad de vida, y que además se tenga el dinero necesario para construir, porque a una buena idea la matas después porque no hay lo que vale”.
Pouzet recuerda a un Vergara convencido de que Jalisco sumara otro recinto a su legado con el balompié, y sobre todo, que su escuadra y la afición pambolera finalmente tuvieran un templo propio sin estar condicionado al antaño Estadio Jalisco, en el que jugaron durante 50 años desde su inauguración en 1960 al filo de la Calzada Independencia, alternando y compartiendo fechas con el Atlas y los Leones Negros.
El Estadio de Las Chivas también significó un reto económico, en donde los ideales de levantar un imperio de concreto se vieron sujetos a un presupuesto que culminó en un gasto total de dos mil millones de pesos.
“Hubo esfuerzos para ajustarse al presupuesto. La dificultad fue que Jorge eligió un proyecto antes de anunciar el presupuesto. Y claro que fue un concepto caro. Al comenzar a desarrollarlo, el proyecto salía más de dos veces más caro de lo que podía costear”, recuerda el arquitecto como parte de sus experiencias publicadas también en el libro Del volcán al horizonte. Un viaje entre realidad y sueños, de 2013.
A cuatro años de su apertura, el inmueble ha logrado acaparar destacados eventos de índole internacional, como la Copa Mundial Sub 17 de la FIFA, la inauguración y clausura de los Juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011, y —principalmente— el enfrentamiento que tuvo con el club inglés Manchester United como su primer partido. Además, también ha prestado sus instalaciones para actividades de otro giro, como son los conciertos a cargo de Aerosmith, Elton John y Paul McCartney, entre otros.
La idea de figurar un volcán surge entre Pouzet y Jean Marie Massaud en un instante. Vergara no dudó que aquellos profesionales emprendieran el proyecto y dos semanas después tenía a los arquitectos explorando la superficie del estadio que hoy abarca 132 mil metros cuadrados y 70 mil más en áreas verdes.
“La arquitectura no tiene límites porque la tecnología evoluciona muy rápido en este momento. Nuestra manera de abordar la arquitectura es más libre, antes dependíamos más del ángulo recto y hoy nos permitimos formas más orgánicas, de buscar otros mensajes y sentimientos”, explica el francés.
Uno de los principales objetivos, tanto de Vergara como del despacho Studio Massaud Pouzet, era conservar la naturaleza del lugar, que el mismo estadio fuera concebido como una extensión del paisaje y que no estuviera dentro de la ciudad.
Es por ello que más que verse como un estadio nacido de un proyecto netamente de arquitectura tradicional, los arquitectos prefirieron enfatizarse en una filosofía de convivencia entre el humano, el concreto y las áreas verdes.
“Idealizando un poco, hay un volcán de pasto natural y la nube blanca, ésa fue la idea. Jorge entendió que con esto ‘no compraba´ un proyecto de arquitectura, sino un símbolo, un ícono. Ese fue el hilo conductor del proyecto”, añade en la publicación de la editorial Mavlinca SARL.
Sobre Guadalajara
Aunque Daniel Pouzet ya conocía México desde un proyecto anterior en Puerto Vallarta, fue a raíz del Estadio Omnilife cuando el francés encontró una nueva mirada a su profesión a través de la esencia arquitectónica del país.
Tanto ha sido el enamoramiento por Guadalajara, que Pouzet decidió sumar dos proyectos más a su trayectoria: por un lado, construir su casa en la comunidad ecológica “Los Guayabos”, y otra, ser el arquitecto de Mayama, una asociación caritativa de Guadalajara que se mantiene de donaciones y aboga por la educación a familias de escasos recursos.
En Mayama, Pouzet realizará una escuela integral, que en un futuro se espera que sea replicado en otras zonas de Jalisco y México. Aunque las propuestas arquitectónicas y el terreno aún están por definirse, el francés adelanta que las aulas se visualizan organizadas de manera circular alrededor de un patio, siguiendo la inspiración de una mandala.
Pese a que el enamoramiento por la metrópoli tapatía es evidente, Daniel Pouzet reflexiona sobre los estragos urbanos que entorpecen una convivencia pacífica entre los edificios, las calles y el ciudadano.
“Todo lo que es antiguo en Guadalajara es increíble, pero desafortunadamente, como la mayoría de las ciudades mexicanas, en los últimos 50 años han tenido un desarrollo extremadamente rápido, fuera de control, lo que hace un caos”.
Para el francés, la capital jalisciense tiene mucho por mejorar, desde la circulación vial y el transporte público, hasta el urbanismo, al destacar la ausencia de espacios peatonales, una dependencia notable del coche y una contaminación que le “quema” la garganta que cada que está de visita.
El arquitecto también condena la destrucción y descuido de las casas patrimoniales de la ciudad, siendo él testigo de la devastación histórica en París ante la inquietud de modernizar edificios y barrios enteros.
“No podemos borrar la historia. Estas casas se deben conservar, mejorar. Nuestra sociedad ha tenido evoluciones sociales tan grandes que todo esto debería habernos ayudado a entender que ya no podemos hacer estos errores. Es un pecado, debería estar prohibido”.
Ysi bien aclara que en Europa también se da este tipo de casos, asegura el daño es menor, “porque hemos tomado conciencia, pero muchos edificios de valor se han derribado en el Centro de París”.
TOMA NOTA
* Algunas curiosidades
* El estadio cuenta con mingitorios “tipo seco” que no necesitan de agua.
* La iluminación del recinto es de sistema inteligente y puede ser manipulada de manera remota para ahorrar energía.
* Javier “Chicharito” Hernández fue el primer jugador en marcar gol en el Estadio Omnilife.
* En los vestidores del estadio hay una capilla con la imagen de la Virgen María, considerada como la “patrona de los futbolistas”, por el cardenal José Garibi Rivera en los años cincuenta.
* En su inicio, la cancha contó con pasto artificial de séptima generación, compuesto de fibras sintéticas, arena sílica y caucho, lo que daba una impresión de naturalidad.
* La sala de prensa “José Ramón Fernández”, fue nombrada así en homenaje al destacado periodista deportivo, nacido en el Estado de Puebla.
NUMERALIA
De vista y operación
2 pantallas gigantes de 11.50 x 6.70 metros cada una con resolución pitch de 10 mm en formato HD.
80 metros de ancho mide la fachada del estadio
4 mil personas son necesarias para la operación del estadio durante un evento deportivo
800 monitores y pantallas HD-TV distribuidas por todo el estadio para trasmitir cada instante del partido.
333 palcos exclusivos existen para diferentes capacidades.
La historia de cómo Pouzet y su socio, Jean-Marie Massaud, llegaron a ser los responsables de levantar un coloso a las faldas del Bosque de la Primavera, no es la más extravagante ni compleja. El arquitecto recuerda que las primeras ideas del estadio se dibujaron sobre una simple servilleta de papel al interior de un restaurante en Madrid.
Ahí estaba Jorge Vergara, dueño del conjunto rojiblanco, escudriñando los cimientos de un sueño que tres años después, en 2010, se vería transformado en un volcán blanco rodeado de lava verde, como el mismo Pouzet lo describe.
El Estadio Omnilife no solamente representa un inmueble de uso deportivo. En el lenguaje arquitectónico significa una obra que superó expectativas al intervenir un paisaje en donde predominaba la nada.
En 2011 recibió el premio “Obra del Año” por la publicación Obras, del Grupo Expansión, calificando nombrando al inmueble como “Un volcán de innovación”, calificando su nivel de diseño, tecnología, sustentabilidad e impacto social, de un total de 140 propuestas iniciales.
Eso lo explica mientras describe la esencia verdadera del estadio: un volcán que en sus muros exteriores está forrado de verde y tiene una enorme nube blanca por techo, en homenaje a los volcanes que salpican al país dotando de energía positiva al ambiente. Pouzet asegura que “Después del Paricutín, el Omnilife es el volcán más joven de México”, afirma el arquitecto.
“Aunque hoy el estadio parece sencillo cuando lo ves, pasamos por muchas alternativas para entrar a su presupuesto, que —honestamente— es histórico”, comenta y reconoce el apoyo que tuvieron de un equipo de arquitectos técnicos que asesoró también el proyecto, pues los dos franceses se encargaron desde el principio de lo más importante: la dirección artística, es decir, dibujar todo lo que actualmente se puede tocar y ver en el estadio.
El 11 ideal
¿Por qué aceptar la misión? Pouzet responde aplaudiendo el frenesí con el que Jorge Vergara empujó la realización del estadio, en especial, por la ambición que el mismo proyecto implicaba en sus dimensiones albergar a más de 49 mil aficionados en un solo lugar.
“Me atrae la gente que tiene una locura positiva de construir, de cambiar al mundo. Necesito proyectos que tengan sentido, que quieran algo diferente, que busquemos una calidad de vida, y que además se tenga el dinero necesario para construir, porque a una buena idea la matas después porque no hay lo que vale”.
Pouzet recuerda a un Vergara convencido de que Jalisco sumara otro recinto a su legado con el balompié, y sobre todo, que su escuadra y la afición pambolera finalmente tuvieran un templo propio sin estar condicionado al antaño Estadio Jalisco, en el que jugaron durante 50 años desde su inauguración en 1960 al filo de la Calzada Independencia, alternando y compartiendo fechas con el Atlas y los Leones Negros.
El Estadio de Las Chivas también significó un reto económico, en donde los ideales de levantar un imperio de concreto se vieron sujetos a un presupuesto que culminó en un gasto total de dos mil millones de pesos.
“Hubo esfuerzos para ajustarse al presupuesto. La dificultad fue que Jorge eligió un proyecto antes de anunciar el presupuesto. Y claro que fue un concepto caro. Al comenzar a desarrollarlo, el proyecto salía más de dos veces más caro de lo que podía costear”, recuerda el arquitecto como parte de sus experiencias publicadas también en el libro Del volcán al horizonte. Un viaje entre realidad y sueños, de 2013.
A cuatro años de su apertura, el inmueble ha logrado acaparar destacados eventos de índole internacional, como la Copa Mundial Sub 17 de la FIFA, la inauguración y clausura de los Juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011, y —principalmente— el enfrentamiento que tuvo con el club inglés Manchester United como su primer partido. Además, también ha prestado sus instalaciones para actividades de otro giro, como son los conciertos a cargo de Aerosmith, Elton John y Paul McCartney, entre otros.
La idea de figurar un volcán surge entre Pouzet y Jean Marie Massaud en un instante. Vergara no dudó que aquellos profesionales emprendieran el proyecto y dos semanas después tenía a los arquitectos explorando la superficie del estadio que hoy abarca 132 mil metros cuadrados y 70 mil más en áreas verdes.
“La arquitectura no tiene límites porque la tecnología evoluciona muy rápido en este momento. Nuestra manera de abordar la arquitectura es más libre, antes dependíamos más del ángulo recto y hoy nos permitimos formas más orgánicas, de buscar otros mensajes y sentimientos”, explica el francés.
Uno de los principales objetivos, tanto de Vergara como del despacho Studio Massaud Pouzet, era conservar la naturaleza del lugar, que el mismo estadio fuera concebido como una extensión del paisaje y que no estuviera dentro de la ciudad.
Es por ello que más que verse como un estadio nacido de un proyecto netamente de arquitectura tradicional, los arquitectos prefirieron enfatizarse en una filosofía de convivencia entre el humano, el concreto y las áreas verdes.
“Idealizando un poco, hay un volcán de pasto natural y la nube blanca, ésa fue la idea. Jorge entendió que con esto ‘no compraba´ un proyecto de arquitectura, sino un símbolo, un ícono. Ese fue el hilo conductor del proyecto”, añade en la publicación de la editorial Mavlinca SARL.
Sobre Guadalajara
Aunque Daniel Pouzet ya conocía México desde un proyecto anterior en Puerto Vallarta, fue a raíz del Estadio Omnilife cuando el francés encontró una nueva mirada a su profesión a través de la esencia arquitectónica del país.
Tanto ha sido el enamoramiento por Guadalajara, que Pouzet decidió sumar dos proyectos más a su trayectoria: por un lado, construir su casa en la comunidad ecológica “Los Guayabos”, y otra, ser el arquitecto de Mayama, una asociación caritativa de Guadalajara que se mantiene de donaciones y aboga por la educación a familias de escasos recursos.
En Mayama, Pouzet realizará una escuela integral, que en un futuro se espera que sea replicado en otras zonas de Jalisco y México. Aunque las propuestas arquitectónicas y el terreno aún están por definirse, el francés adelanta que las aulas se visualizan organizadas de manera circular alrededor de un patio, siguiendo la inspiración de una mandala.
Pese a que el enamoramiento por la metrópoli tapatía es evidente, Daniel Pouzet reflexiona sobre los estragos urbanos que entorpecen una convivencia pacífica entre los edificios, las calles y el ciudadano.
“Todo lo que es antiguo en Guadalajara es increíble, pero desafortunadamente, como la mayoría de las ciudades mexicanas, en los últimos 50 años han tenido un desarrollo extremadamente rápido, fuera de control, lo que hace un caos”.
Para el francés, la capital jalisciense tiene mucho por mejorar, desde la circulación vial y el transporte público, hasta el urbanismo, al destacar la ausencia de espacios peatonales, una dependencia notable del coche y una contaminación que le “quema” la garganta que cada que está de visita.
El arquitecto también condena la destrucción y descuido de las casas patrimoniales de la ciudad, siendo él testigo de la devastación histórica en París ante la inquietud de modernizar edificios y barrios enteros.
“No podemos borrar la historia. Estas casas se deben conservar, mejorar. Nuestra sociedad ha tenido evoluciones sociales tan grandes que todo esto debería habernos ayudado a entender que ya no podemos hacer estos errores. Es un pecado, debería estar prohibido”.
Ysi bien aclara que en Europa también se da este tipo de casos, asegura el daño es menor, “porque hemos tomado conciencia, pero muchos edificios de valor se han derribado en el Centro de París”.
TOMA NOTA
* Algunas curiosidades
* El estadio cuenta con mingitorios “tipo seco” que no necesitan de agua.
* La iluminación del recinto es de sistema inteligente y puede ser manipulada de manera remota para ahorrar energía.
* Javier “Chicharito” Hernández fue el primer jugador en marcar gol en el Estadio Omnilife.
* En los vestidores del estadio hay una capilla con la imagen de la Virgen María, considerada como la “patrona de los futbolistas”, por el cardenal José Garibi Rivera en los años cincuenta.
* En su inicio, la cancha contó con pasto artificial de séptima generación, compuesto de fibras sintéticas, arena sílica y caucho, lo que daba una impresión de naturalidad.
* La sala de prensa “José Ramón Fernández”, fue nombrada así en homenaje al destacado periodista deportivo, nacido en el Estado de Puebla.
NUMERALIA
De vista y operación
2 pantallas gigantes de 11.50 x 6.70 metros cada una con resolución pitch de 10 mm en formato HD.
80 metros de ancho mide la fachada del estadio
4 mil personas son necesarias para la operación del estadio durante un evento deportivo
800 monitores y pantallas HD-TV distribuidas por todo el estadio para trasmitir cada instante del partido.
333 palcos exclusivos existen para diferentes capacidades.