Suplementos
Cómoda y aguantadora
Esta japonesa levanta la mano como la más segura de su categoría
GUADALAJARA, JALISCO (11/MAY/2013).- Después de muchas semanas de sana convivencia con esta agradable pickup de Mitsubishi, llegó el tiempo de despedirse y relatarles la historia del día a día con la L200 a gasolina. Es relevante señalar el combustible que utiliza, ya que también existe una versión con motor diesel.
Como se ha hecho ya costumbre de algunos años a la fecha, las pickups medianas que funcionan como vehículo personal y de trabajo. Han evolucionado y cada día se encuentran modelos y versiones que tratan de ofrecer lo mejor de estos dos mundos.
Con “nuestra” L200 tuvimos la oportunidad de comprobar ambos aspectos. Como se trata de un modelo con varias soluciones de confort, que se refleja en el precio final evidentemente, está más enfocada al patrón que a los trabajadores, sin que sea excluyente, pero sí una constante.
La doble cabina es amplia, lo que permite transportar a cinco pasajeros con comodidad. Si fuera el caso, incluso funciona como vehículo para viajes con una enorme cajuela descubierta: la caja de carga. Pero como decía mi abuelita, ésa es otra historia y se aleja de los propósitos principales de este modelo.
Dispone de todos los elementos básicos de comodidad, como un aire acondicionado manual de potencia suficiente para defendernos de los calores del final de la primavera. Los elevadores son eléctricos de un solo toque para subir y bajar adelante, apertura de seguros con control remoto, aunque los espejos laterales son de ajuste manual, de lo poco que la demerita.
Ofrece un estéreo “quitapón” de marca Clarion, que reproduce discos compactos, MP3, con entrada auxiliar y USB. La memoria de FM es de 18 estaciones y la de AM de seis. Los materiales del interior y las vestiduras son de calidad promedio. No se inclinan ni para abajo ni para arriba, sino todo lo contrario. La misma ambigüedad de esta frase aplica para definir este punto, que traducido al español tradicional podría ser “ni muy muy, ni tan tan”.
El asunto principal es que la convivencia diaria como vehículo personal es, en sentido amplio, agradable. Para el conductor, la obvia altura en la posición de manejo y una muy buena visibilidad, hacen del manejo una experiencia satisfactoria, hasta que pasamos por el primer tope. Entendiendo el otro uso que se le confiera a una L200, que es la capacidad de carga, no se puede criticar negativamente que sea brincona, porque el eje rígido trasero es esencial para ponerle cientos de kilos a la caja y no perecer en el intento.
Antes de pasar a la experiencia como vehículo de trabajo, hay que señalar que el motor está pensado también para dar un equilibrio en la bifuncionalidad de la camioneta. Se trata de un 2.4 litros que entrega 126 caballos de fuerza y 143 libras/pie de torque. No pretende ser un bólido, ni lo será nunca, cuando tarda poco más de 14 segundos en alcanzar los 100 km/h en la pista.
Herramienta para ganar dinero
La cifra del torque, elevada, es el punto que necesita para cumplir con su propósito de cargar. Según cifras oficiales, puede llevar hasta 1,025 kilos en la caja. Nosotros no la llevamos hasta ese límite, pero sí rondamos los 400 kilos, que no significaron problema alguno para la camioneta. Además, en esa ocasión, viajaban cinco adultos en la cabina que no se notaron en el desplazamiento del vehículo, ni en los frenos.
En el apartado de seguridad, la L200 está bien cubierta con frenos de discos ventilados adelante y tambor atrás, ABS, asistencia en la distribución de frenado y doble bolsa de aire frontal.
Volvamos al tema del combustible que mencionamos en el primer párrafo. Esta versión con motor a gasolina nos entregó un consumo promedio normal para sus características. La mejor medición fue de 7.7 kilómetros por litro, aunque las condiciones varían y pueden bajar hasta por debajo de los 7 km/litro. El motor a diesel ofrece un rendimiento de combustible mejor, en el rumbo de los 9 kilómetros por litro, además de un torque mayor y más soltura al andar. El gran problema viene con el precio de cada una. En números cerrados, la de gasolina cuesta 290 mil pesos, por 350 mil pesos de la diesel. El ahorro al momento de pagar tributo a Pemex difícilmente se verá amortizado a menos que se ruede demasiado, por lo que en términos estrictamente monetarios, es mejor opción la Magna que la Diesel.
En resumen, el balance es favorable. Tenemos un vehículo cómodo, equipado, eficiente en la carga, a un precio competitivo. Si se le da el uso al que está enfocado, los gastos de operación se hacen deducibles para la empresa y se obtienen beneficios fiscales. Todos estos conceptos que hemos publicado se refuerzan con el aumento en las ventas de L200, que según el último resultado de abril, ha colocado 64 por ciento más que en 2012.
FICHA TÉCNICA
Mitsubishi L200
Esta es la versión a gasolina, pero Mitsubishi también dispone de una versión 4x4 a diesel.
Datos técnicos
Motor: Frontal transversal
Cilindros: L4; 2.4 litros.
Turbocompresor: No.
Potencia: 126 HP @ 5,250 rpm.
Torque: 143 libras-pie @ 4,000 rpm.
Tracción: Delantera
Transmisión: Manual de cinco velocidades (5+R).
Suspensión
Delantera: Independiente, de doble horquilla, con resortes helicoidales.
Trasera: De eje rígido, con muelles elípticos.
Frenos
Delanteros: De discos ventilados, con ABS y EBD
Traseros: De tambor.
Dirección
De piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.
Resultados en el autódromo
Aceleración de 0 a 100 km/h en: 14.1 segundos.
Frenado de 100 km/h a 0 en: 40 metros.
Cuarto de milla: 19.88 segundos @ 119km/h
Velocidad máxima: 150 km/h
Como se ha hecho ya costumbre de algunos años a la fecha, las pickups medianas que funcionan como vehículo personal y de trabajo. Han evolucionado y cada día se encuentran modelos y versiones que tratan de ofrecer lo mejor de estos dos mundos.
Con “nuestra” L200 tuvimos la oportunidad de comprobar ambos aspectos. Como se trata de un modelo con varias soluciones de confort, que se refleja en el precio final evidentemente, está más enfocada al patrón que a los trabajadores, sin que sea excluyente, pero sí una constante.
La doble cabina es amplia, lo que permite transportar a cinco pasajeros con comodidad. Si fuera el caso, incluso funciona como vehículo para viajes con una enorme cajuela descubierta: la caja de carga. Pero como decía mi abuelita, ésa es otra historia y se aleja de los propósitos principales de este modelo.
Dispone de todos los elementos básicos de comodidad, como un aire acondicionado manual de potencia suficiente para defendernos de los calores del final de la primavera. Los elevadores son eléctricos de un solo toque para subir y bajar adelante, apertura de seguros con control remoto, aunque los espejos laterales son de ajuste manual, de lo poco que la demerita.
Ofrece un estéreo “quitapón” de marca Clarion, que reproduce discos compactos, MP3, con entrada auxiliar y USB. La memoria de FM es de 18 estaciones y la de AM de seis. Los materiales del interior y las vestiduras son de calidad promedio. No se inclinan ni para abajo ni para arriba, sino todo lo contrario. La misma ambigüedad de esta frase aplica para definir este punto, que traducido al español tradicional podría ser “ni muy muy, ni tan tan”.
El asunto principal es que la convivencia diaria como vehículo personal es, en sentido amplio, agradable. Para el conductor, la obvia altura en la posición de manejo y una muy buena visibilidad, hacen del manejo una experiencia satisfactoria, hasta que pasamos por el primer tope. Entendiendo el otro uso que se le confiera a una L200, que es la capacidad de carga, no se puede criticar negativamente que sea brincona, porque el eje rígido trasero es esencial para ponerle cientos de kilos a la caja y no perecer en el intento.
Antes de pasar a la experiencia como vehículo de trabajo, hay que señalar que el motor está pensado también para dar un equilibrio en la bifuncionalidad de la camioneta. Se trata de un 2.4 litros que entrega 126 caballos de fuerza y 143 libras/pie de torque. No pretende ser un bólido, ni lo será nunca, cuando tarda poco más de 14 segundos en alcanzar los 100 km/h en la pista.
Herramienta para ganar dinero
La cifra del torque, elevada, es el punto que necesita para cumplir con su propósito de cargar. Según cifras oficiales, puede llevar hasta 1,025 kilos en la caja. Nosotros no la llevamos hasta ese límite, pero sí rondamos los 400 kilos, que no significaron problema alguno para la camioneta. Además, en esa ocasión, viajaban cinco adultos en la cabina que no se notaron en el desplazamiento del vehículo, ni en los frenos.
En el apartado de seguridad, la L200 está bien cubierta con frenos de discos ventilados adelante y tambor atrás, ABS, asistencia en la distribución de frenado y doble bolsa de aire frontal.
Volvamos al tema del combustible que mencionamos en el primer párrafo. Esta versión con motor a gasolina nos entregó un consumo promedio normal para sus características. La mejor medición fue de 7.7 kilómetros por litro, aunque las condiciones varían y pueden bajar hasta por debajo de los 7 km/litro. El motor a diesel ofrece un rendimiento de combustible mejor, en el rumbo de los 9 kilómetros por litro, además de un torque mayor y más soltura al andar. El gran problema viene con el precio de cada una. En números cerrados, la de gasolina cuesta 290 mil pesos, por 350 mil pesos de la diesel. El ahorro al momento de pagar tributo a Pemex difícilmente se verá amortizado a menos que se ruede demasiado, por lo que en términos estrictamente monetarios, es mejor opción la Magna que la Diesel.
En resumen, el balance es favorable. Tenemos un vehículo cómodo, equipado, eficiente en la carga, a un precio competitivo. Si se le da el uso al que está enfocado, los gastos de operación se hacen deducibles para la empresa y se obtienen beneficios fiscales. Todos estos conceptos que hemos publicado se refuerzan con el aumento en las ventas de L200, que según el último resultado de abril, ha colocado 64 por ciento más que en 2012.
FICHA TÉCNICA
Mitsubishi L200
Esta es la versión a gasolina, pero Mitsubishi también dispone de una versión 4x4 a diesel.
Datos técnicos
Motor: Frontal transversal
Cilindros: L4; 2.4 litros.
Turbocompresor: No.
Potencia: 126 HP @ 5,250 rpm.
Torque: 143 libras-pie @ 4,000 rpm.
Tracción: Delantera
Transmisión: Manual de cinco velocidades (5+R).
Suspensión
Delantera: Independiente, de doble horquilla, con resortes helicoidales.
Trasera: De eje rígido, con muelles elípticos.
Frenos
Delanteros: De discos ventilados, con ABS y EBD
Traseros: De tambor.
Dirección
De piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.
Resultados en el autódromo
Aceleración de 0 a 100 km/h en: 14.1 segundos.
Frenado de 100 km/h a 0 en: 40 metros.
Cuarto de milla: 19.88 segundos @ 119km/h
Velocidad máxima: 150 km/h