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Buena alimentación en embarazo previene alergias en niños
Aseguran que todo lo que la madre consume durante el embarazo puede afectar de manera positiva o negativa al bebé
GUADALAJARA, JALISCO (29/SEP/2013).- El experto Alfredo Gazca Aguilar dijo que una adecuada alimentación durante el
embarazo, que limite el consumo de comida altamente alergénicos, puede marcar la diferencia y evitar predisponer al niño a ser alérgico a diversos agentes.
El titular de la Clínica de Asma en el Hospital General Regional 110 del IMSS en Jalisco añadió que "todo lo que coma la mamá, todo lo que sienta y los medicamentos que ingiera pueden sensibilizar al bebé, es decir todos los alimentos que ella ingiera sobre todo si es en exceso pueden predisponer al producto a ser alérgico".
Agregó que lo ideal es que la mujer embarazada, sobre todo si se conoce alérgica o en su familia existen estos antecedentes, limite la ingesta de alimentos con componente alergénico, como pescados, mariscos, huevo, leche de vaca y lácteos en general por su origen animal, cacahuates, nueces y almendras e incluso algunas frutas como la fresa y otros productos como el chocolate.
Recordó que las alergias tienen un componente genético importante, y se estima que la probabilidad de que un niño sea alérgico se eleva hasta 25 por ciento si uno de sus padres lo es, en tanto que si ambos progenitores presentan la problemática el riesgo puede incrementarse entre 50 y 75 por ciento.
Señaló que el factor ambiental puede predisponer al bebé a desarrollar una alergia, de manera que si la madre es fumadora activa o pasiva o tiene mascotas en su hogar como perros y gatos el bebé se encuentra altamente expuesto a presentar alergias respiratorias.
Afirmó que el brindar al bebé un ambiente sano y limpio, libre de agentes alergénicos como el humo del cigarro, el pelo de mascotas, el polvo, y el hecho de que la madre desde el embarazo se alimente de manera adecuada y realice la práctica de la lactancia materna, puede coadyuvar a prevenir de manera importante el desarrollo de alergias.
"La lactancia materna mínimo hasta los seis meses de edad del infante y sobre todo el haber dado al bebé el llamado calostro, mejorará su sistema inmunológico, además de que se le deben complementar sus esquemas de vacunación conforme a su edad", apuntó.
Dijo que al inicio de la ablactación (periodo en que se reduce la lactancia y se incorporan alimentos sólidos a la dieta del bebé), "se debe dar al niño alimentos con riesgo menor, mientras que otros como el pescado, huevo, etcétera, se le pueden dar a probar hasta el año de vida y con sus reservas para observar si producen alguna reacción".
Manifestó que las gripes e infecciones respiratorias frecuentes y prolongadas, así como la aparición de dermatitis que se expresa a manera de ronchas en el cuerpo o cara del bebé pueden ser indicadores de algún proceso alérgico.
Destacó que la detección y tratamiento oportuno en edades tempranas representa mayores y mejores expectativas en la evolución del paciente, sobre todo para evitar complicaciones o la necesidad de intervenir quirúrgicamente.
"Llegan porque ya tienen complicaciones y de manera tardía, lo que tenemos que hacer es siempre ser preventivos incluso antes de tener que llegar a operar a un paciente", apuntó.
Subrayó que las alergias pueden llegar a complicarse con otros cuadros severos como crisis asmáticas, crecimiento de amígdalas, sinusitis, urticarias graves, espasmos laríngeos o hinchazón de párpados, labios y manos, "entre otros padecimientos que pueden llevar al paciente a estados críticos".
El titular de la Clínica de Asma en el Hospital General Regional 110 del IMSS en Jalisco añadió que "todo lo que coma la mamá, todo lo que sienta y los medicamentos que ingiera pueden sensibilizar al bebé, es decir todos los alimentos que ella ingiera sobre todo si es en exceso pueden predisponer al producto a ser alérgico".
Agregó que lo ideal es que la mujer embarazada, sobre todo si se conoce alérgica o en su familia existen estos antecedentes, limite la ingesta de alimentos con componente alergénico, como pescados, mariscos, huevo, leche de vaca y lácteos en general por su origen animal, cacahuates, nueces y almendras e incluso algunas frutas como la fresa y otros productos como el chocolate.
Recordó que las alergias tienen un componente genético importante, y se estima que la probabilidad de que un niño sea alérgico se eleva hasta 25 por ciento si uno de sus padres lo es, en tanto que si ambos progenitores presentan la problemática el riesgo puede incrementarse entre 50 y 75 por ciento.
Señaló que el factor ambiental puede predisponer al bebé a desarrollar una alergia, de manera que si la madre es fumadora activa o pasiva o tiene mascotas en su hogar como perros y gatos el bebé se encuentra altamente expuesto a presentar alergias respiratorias.
Afirmó que el brindar al bebé un ambiente sano y limpio, libre de agentes alergénicos como el humo del cigarro, el pelo de mascotas, el polvo, y el hecho de que la madre desde el embarazo se alimente de manera adecuada y realice la práctica de la lactancia materna, puede coadyuvar a prevenir de manera importante el desarrollo de alergias.
"La lactancia materna mínimo hasta los seis meses de edad del infante y sobre todo el haber dado al bebé el llamado calostro, mejorará su sistema inmunológico, además de que se le deben complementar sus esquemas de vacunación conforme a su edad", apuntó.
Dijo que al inicio de la ablactación (periodo en que se reduce la lactancia y se incorporan alimentos sólidos a la dieta del bebé), "se debe dar al niño alimentos con riesgo menor, mientras que otros como el pescado, huevo, etcétera, se le pueden dar a probar hasta el año de vida y con sus reservas para observar si producen alguna reacción".
Manifestó que las gripes e infecciones respiratorias frecuentes y prolongadas, así como la aparición de dermatitis que se expresa a manera de ronchas en el cuerpo o cara del bebé pueden ser indicadores de algún proceso alérgico.
Destacó que la detección y tratamiento oportuno en edades tempranas representa mayores y mejores expectativas en la evolución del paciente, sobre todo para evitar complicaciones o la necesidad de intervenir quirúrgicamente.
"Llegan porque ya tienen complicaciones y de manera tardía, lo que tenemos que hacer es siempre ser preventivos incluso antes de tener que llegar a operar a un paciente", apuntó.
Subrayó que las alergias pueden llegar a complicarse con otros cuadros severos como crisis asmáticas, crecimiento de amígdalas, sinusitis, urticarias graves, espasmos laríngeos o hinchazón de párpados, labios y manos, "entre otros padecimientos que pueden llevar al paciente a estados críticos".