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Alhóndiga de Granaditas, testigo de libertad

Entre muros de cantera blanquecina, Guanajuato te transporta a un escenario colonial de valentía e historia

GUANAJUATO, MÉXICO (26/SEP/2010).- Sin lugar a dudas Guanajuato es una ciudad mística por sí sola. Basta con recorrer su Centro Histórico para admirar las estrechas calles empedradas que aún conservan la esencia de la época colonial. Las casonas, edificios y monumentos levantados sobre los cerros que resguardan a la ciudad, son un verdadero deleite para el turista.

Según los investigadores, la palabra Guanajuato proviene de la lengua purépecha Quanax-huato, y podría tener dos significados: “Lugar donde los cerros están llenos de ranas” o “Lugar donde hay muchos cerros”. Antes de que el reino español llegara a gobernar, la región albergaba a la civilización prehispánica Chichimeca. Con la Corona Española establecida en su totalidad, el virrey Antonio de Mendoza ordenó la fundación oficial de la ciudad en 1546, denominándosele Real de Minas Guanajuato; posteriormente es catalogada bajo el título “Muy Noble y Leal Ciudad de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato”, 195 años después.

Guanajuato tiene elementos que lo hacen identificable en cualquier parte del país, y en todo el mundo. Las famosas estudiantinas que realizan recorridos por las calles subterráneas, destacan la calidad y sencillez humana de sus habitantes; es grato ver cómo los turistas, nacionales y extranjeros, se suman a los cantos y bailes de estas hermandades culturales, que con su capucha y mandolina entonan canciones típicas del Estado, y en un dos por tres te transportan a ese México colonial. Ni qué decir de las legendarias Momias, esos cadáveres humanos que se quedaron varados en el tiempo y nos dan una probadita de las costumbres que se realizaban en aquel entonces, y para todos los curiosos están los callejones -sumamente estrechos- llenos de historias de amor, mitos fantasmagóricos y leyendas heroicas.

Cada rincón de Guanajuato es historia, cultura y tradición. Hace poco más de una semana, el país se unió a un ¡Viva México!, grito de libertad y patriotismo que festeja el Bicentenario del inicio del Movimiento de Independencia, en el municipio de Dolores Hidalgo. Cada año, en cada festejo de las presidencias municipales y estatales del país, los gobernantes aluden las proezas que los héroes patrios dieron a México, con el sacrificio de su vida y la valentía de reclamar los derechos de libertad que les arrebataban. Pero muy poco se mencionan las edificaciones que dieron resguardo, y en ocasiones como centro de conspiración, a estos destacados mexicanos.

Fortaleza arquitectónica

La Alhóndiga de Granaditas es un vestigio viviente de la lucha armada entre los caudillos y el reino español. Está ubicada en el corazón de la ciudad, en la calle 28 de septiembre esquina con Mendizábal. Su construcción por orden del virrey Miguel de la Grúa y Branciforte, inició en 1796, bajo la batuta de del arquitecto José del Mazo y Avilés, y logró concluir la edificación total del inmueble el 7 de noviembre de 1809.

Alhóndiga significa almacén de granos en lengua árabe, y como su propio nombre lo dice, en un principio estuvo destinada para el almacenaje y venta de granos, pero está funcionalidad duró muy poco, a los ocho meses de estar ya establecida inició el movimiento de Independencia. La Alhóndiga fue destinada a servir como punto de reunión a los insurgentes, liderados por Miguel Hidalgo.

No tardó mucho tiempo en formar parte de los encuentros clandestinos, el 28 de septiembre de 1810, a 13 días del levantamiento de armas; Hidalgo, acompañado por Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo y Mariano Jiménez, tomaron el edificio para dar respuesta a los ataques del intendente Riaño, quien comandaba el régimen virreinal.

Los guanajuatenses se unieron a la batalla y escribieron uno de los capítulos más importantes y valerosos de la Independencia. El minero de Mellado; Juan José de los Reyes Martínez, mejor conocido como "El Pípila", colocó sobre su espalda una pesada losa para cubrirse del enemigo. Quemó la puerta de la Alhóndiga para que los pobladores ingresaran a la fortaleza y tomaran armas para brindar apoyo a los mexicanos.  

Belleza histórica

Es impresionante la magnitud de esta obra de cantera tallada y mampostería. Actualmente, la Alhóndiga de Granaditas alberga al Museo Regional de Guanajuato desde 1958. La edificación es considerada como uno de los edificios más importantes de México; cuenta con un acervo histórico de nueve mil 275 objetos: documentos, vestimentas, armas y un sinfín de artículos personales de los protagonistas del movimiento independiente.

La Alhóndiga de Granaditas comprende de tres niveles sobre una planta cuadrada que se combinan a las fachadas rectangulares que tienen 70 metros de longitud y 23 metros de altura, abarcando en su totalidad una área de cuatro mil 800 metros cuadrados.

Ocupa una manzana completa, en la que por cualquier parte de ciudad, se puede admirar cualquiera de sus cuatro fachadas. La principal es de dos niveles, en ésta destacan pequeñas ventanas que permitían la ventilación del inmueble. Esta fachada está rematada por un cornisamento perimetral y se encuentra flanqueada por pilastras.

No es un edificio con demasiados detalles en su exterior, pero ofrece a la vista un hermoso efecto de colores entre tonos verdosos y rojizos. Cualquiera que no conozca físicamente esta estructura, pudiera pensar que se trata de un castillo indestructible, pero hay que pasar al museo para observar con atención su interior: con columnas, ornato toscano y balaustres de piedra en los intercolumnios.

En su interior conserva un partido arquitectónico original formado por zaguán, sus cubiertas son abovedas  de piedras medias curvas y planas.
La fachada de la calle de Mendizábal es de dos niveles; la planta baja es de dimensiones mayores que las pequeñas ventanas de la planta alta. La fachada poniente mira hacia la explanada y la escalinata.

Las fachadas son de aplanado blanco, en tanto que los muros son de piedra con 1.10 metros de espesor.

Para saber

Durante la presidencia de Benito Juárez, la ciudad de Guanajuato fue temporalmente capital de la República Mexicana.

Guanajuato fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1988.

El sector social que brindó más apoyo al movimiento de Independencia, fueron los mineros, quienes estuvieron al pie de la guerra.

El Museo Regional de Guanajuato consta de 18 salas de exposición, 15 permanentes y tres temporales, en las que se destacan la arqueología, historia, arte y etnografía de la región.

Durante el Festival Internacional Cervantino, la Alhóndiga de Granaditas presta las instalaciones para realizar exposiciones artísticas y escénicas.

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