Sin acuerdos, menos empleo

El tema del empleo es uno de los más sensibles en la relación entre la política y la economía, toda vez que cuando esta última funciona bien y genera oportunidades de trabajo y progreso para la población, quienes se dedican a la vida pública pueden presumir logros y asegurar espacios para su futuro.

En este contexto, el hecho de que el Banco de México haya reducido sus expectativas de generación de empleo anual de 530 mil nuevos empleos a principios de año, a 370 mil actualmente, es una mala noticia que ha despertado ya algunos comentarios y enfrentamientos.

Por un lado, existen quienes buscan revivir supuestas diferencias entre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el banco central porque difieren en las cifras de empleo que manejan, pero eso no es más que buscar riñas innecesarias ya que ambas instituciones coinciden en la tendencia a la baja y seguramente miden bajo parámetros distintos.

Por otro lado, los empresarios han opinado sobre el tema haciendo ver su preocupación por el decrecimiento de 1.6% en la manufactura, argumentando que se debe al poco apoyo que reciben los industriales que producen en México, mientras que los sectores del servicio y comercio crecen a pesar de que manejan productos importados que seguramente generan fuentes de trabajo en otros países.

Ver las cosas desde esta limitada perspectiva es sobre-simplificar los argumentos, pues existen estados en los que sí se ha logrado impulsar la producción manufacturera, pero muchos otros que no han logrado hacer lo necesario para seguir compitiendo globalmente.

Para nuestro Estado, el presidente del Centro Empresarial de Jalisco (CEJ), Pablo Lemus, ha declarado que el recorte de la meta de empleo afecta gravemente a Jalisco porque el Estado representa entre 9% y 12% de la meta nacional y eso dificultará la consecución del objetivo de 60 mil plazas para este año que se había fijado el sindicato patronal.

Cabe aclarar que el CEJ puede manejar cifras de los empleos que espera se generen en Jalisco durante un período determinado, pero son sólo expectativas, no metas. Las metas son de toda la sociedad, que incluye a empresarios, organizaciones sindicales, gobernantes y muchas instituciones más que en conjunto generan las condiciones para que la Entidad sea o no atractiva para generar oportunidades de trabajo.

En resumen, lo que sí queda claro es que las condiciones para generar oportunidades de trabajo son más difíciles que en el pasado, a pesar de que México ha resultado relativamente bien librado del impacto recesivo de la economía estadounidense. Para que las condiciones mejoren resulta indispensable que tanto Jalisco en particular, como México en general, se hagan más atractivos para producir e invertir aquí que en otras latitudes; sin embargo, los avances que se notan en esta materia son magros y decepcionantes.

Los indicadores descendentes siguen generalizándose y más allá de quejas y declaraciones, no se notan acuerdos que conduzcan a la economía a mejores destinos.

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