Llamada de atención

Capricho de la Naturaleza, negligencia, imprudencia... Sea cual fuere la causa, el daño está hecho. El Bosque La Primavera sufrió en las últimas horas el primer incendio forestal de grandes proporciones de la temporada, que se había pronosticado sería más propicia a este tipo de siniestros que en años anteriores, porque habrá un estiaje más prolongado y temperaturas más elevadas, razón por la cual se puso en marcha un programa para prevenir situaciones como la que se presentó ayer. La conflagración que afectó una extensa área del pulmón natural de la Zona Metropolitana de Guadalajara viene a ser un llamada de atención más que oportuna, para fortalecer acciones.

Hay que recordar que un incendio forestal puede ocurrir por diversas causas: en los periodos calurosos, la vegetación se encuentra seca, lo cual la hace propensa a los incendios, y aún más en las horas del mediodía o de la tarde, cuando la temperatura es mayor. Sin embargo, la causa más frecuente es la negligencia y la inconsciencia del ser humano al hacer fogatas en espacios no permitidos y de manera imprudente, al dejar cigarrillos encendidos, usar fuegos artificiales y, lo más grave, iniciar un incendio de forma intencional.

El incendio registrado ayer hizo recordar el de 2005, también en La Primavera, y coincidentemente hoy se cumplen tres años del inicio de aquél, que se recuerda como el más grave en esa zona boscosa. El de ayer no se compara en proporciones... no todavía, y ojalá no suceda. Sin embargo, sus efectos pueden ser similares, aún no teniendo la misma magnitud: hectáreas de pastizales y arbustos consumidas por el fuego, gran cantidad de árboles destruidos, la muerte de fauna cuyo hábitat es precisamente el bosque. A ello habrá que agregar el aumento considerable en los índices de contaminación atmosférica, que desde la tarde de ayer y durante toda la noche se pudo apreciar en prácticamente toda la Zona Metropolitana.

Hace unas semanas, las autoridades dieron a conocer un programa de prevención para prevenir los incendios forestales, así como las acciones a tomar en caso de que éstos se presentaran. Al parecer la prevención no funcionó, dada la magnitud del siniestro, y habrá que esperar que se den a conocer las causas del mismo, que ojalá no sean negligencia, imprudencia ni mucho menos intencional.

De poco —por no decir nada— servirán los programas de prevención sin la cooperación de la sociedad entera, y de ello se debe tener conciencia. Son muchas las formas de evitar que se inicie un incendio forestal, todas muy fáciles de llevar a cabo. Sólo es cuestión de tener un sentido de responsabilidad y actuar en consecuencia. El Bosque La Primavera juega un papel esencial en la vida de los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara, y por ello todos debemos cuidar de él.

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