Crisis sistémica que nos afecta a todos

El sistema financiero padece una crisis múltiple, que es parecida a una falla en el cuerpo humano. Esta ingeniosa comparación la expuso el comentarista, Gerard Baker, al decir que la falta de confianza en los depósitos se ha desatado desde hace ya algunas semanas; los bancos no se prestan entre sí a partir de la desconfianza entre ellos mismos, al pensar que pueden tener papeles tóxicos que los puedan contaminar; la deuda de las empresas deja de ser apetitosa para los inversores, y por tanto se produce una especie de colapso en el sistema circulatorio, producto de múltiples infartos en diversas regiones,  como Estados Unidos, Reino Unido, España, o Alemania.

Las medidas emergentes que se han tomado en los últimos días se asemejan al trabajo de un conjunto de médicos que les queda claro que el problema está en inyectar liquidez para producir circulación y estabilizar al paciente; pero las acciones han sido descoordinadas. Una parte de los médicos dice que hay que ser invasivos, intervenir con decisión, rescatando todos los órganos vitales y todo el tejido antes de que sea demasiado tarde, y otros dicen que no, que es mejor amputar las partes ya dañadas y confiados en poder controlar el colapso.

El resultado ha sido malísimo, ya que ha provocado la necesidad te intervenir y amputar. La inversión que originalmente se calculó en 300 mil millones de dólares pasó a 700 mil, luego a 900 mil, ahora hay quien habla de la necesidad de inyecciones de más de 1.5 billones de dólares.

El tejido dañado no esta localizado sólo en Estados Unidos, sino que ahora claramente se localiza en Europa, en donde la unidad regional se ha roto, con Alemania a la cabeza diciendo que en su país los depósitos están al 100% garantizados, dejando a las otras naciones europeas con un enorme desafío.

La realidad es que no sabemos aún cuánto del tejido deberá ser sacrificado, porque todo depende de la confianza en los depósitos bancarios.

Este efecto para México, además de la necesario adaptación a la realidad financiera, está muy claro: reducción de la disponibilidad de crédito internacional, baja en las exportaciones de manufactura, baja en la captación por turismo, baja en la recepción de remesas, lo que conduce a menores ingresos y por ende menor crecimiento de la economía.

La situación exige actuar con responsabilidad, dejando de lado la tentación de evitar las decisiones impopulares; es claro que los presupuestos públicos deberán reducirse, la disciplina fiscal cuidarse escrupulosamente, estimulando toda clase de proyectos de inversión productiva.

La competencia por atraer los capitales será mucho más agresiva, por lo que es necesario impulsar reformas aún más profundas a las ya planteadas en el Congreso. Somos una parte del cuerpo que no tiene tejido dañado, pero que tendrá que aguantar menor presión circulatoria, y puede carecer de oxígeno suficiente.

Los médicos seguirán en el tratamiento seguramente hasta fin de año con un nuevo líder en la Casa Blanca, y con los bocetos del nuevo sistema. En estos meses México debe adelantarse y aprovechar para fortalecerse, preparando estrategias para competir de forma más eficiente. Las crisis son oportunidades y en el caso de nuestro país sería irresponsable no acelerar el paso.

Temas

Sigue navegando