SANO ESCEPTICISMO: Vetusto y escéptico por sistema, yo me adhiero más bien a quienes han tomado esa ley “cum grano salis”, pues advierto, por una parte, que estas aprobaciones camerales, como todo lo que de ahí se cocina, posee más implicaciones políticas y económicas, que intenciones culturales, éticas o estéticas, asuntos éstos que la actual clase gobernante, salvo honrosas excepciones, no conoce ni por el forro y ha demostrado ser la última de sus preocupaciones, pues sus ánimos y empeños están entregados a cotidianas y feroces batallas por la conservación e incremento del poder y sus ganancias.
PAGO POR LEER: Admitiendo tales premisas y conociendo por experiencia, como dije antes, la manera en que en esta especie de país se cocinan y aplican las leyes, el producto de este complejo embarazo legislativo seguramente no será un dechado de congruencia y erudición; y mucho menos, merced a decretos mayoritarios, fomentarán por ensalmo el número de amantes de la lectura, ni gracias al mentado precio único, habrán de apagarse los focos rojos del analfabetismo funcional y el desprecio mayoritario por los libros en México. Los pocos que padecemos la enfermedad incurable de la bibliofilia, que no es hereditaria; o quienes hemos sido infectados por el terrible bacilo de la libriosis, que tampoco es contagiosa, igual, con ley o sin ley, con precio único o variable, seguiremos pagando lo que sea con tal de alimentar nuestro vicio; mas quienes detestan leer, ¿libros?, ¡ni regalados!
JOSÉ LUIS MEZA INDA / Escritor.
Correo electrónico: meza_inda@hotmail.com