México

Suicidio en Twitter

Contagiados por el furor que causó la candidatura presidencial de Barack Obama en 2008, miles de políticos en todo el mundo han visto en las redes sociales por internet una novedosa forma de lanzar sus campañas políticas

NUEVA YORK.- Para nadie es un secreto: en Twitter hay muchos usuarios que están ahí buscando una candidatura política. Son hombres y mujeres que hoy están en la banca, que trabajaron en el Gobierno o que han sido diputados locales o federales, senadores, alcaldes, delegados y que twitteando esperan regresar. También hay algunos que hoy están en la sociedad civil, pero que desean entrar a los canales de la política formal para producir un cambio. Y se vale.

Para todos ellos desde Escocia viene una lección. Se llama Stuart MacLennan, tiene apenas 24 años, competía por un escaño al Parlamento británico y los medios tradicionales lo consideraban como una estrella en ascenso del Partido Laborista, hasta que cometió el que tal vez sea el primer suicidio político en Twitter.

A este joven político se le ocurrió lanzar diatribas en Twitter en contra de los votantes de edad avanzada y contra los adversarios políticos del primer ministro Gordon Brown. Sus comentarios no superaron la censura de lo que para muchos cae en el terreno de lo políticamente correcto, y por ello el mismo Brown, quien enfrenta una de las contiendas electorales más cerradas de los últimos tiempos en Gran Bretaña, fue enérgico en decir: “Cuando un candidato ha cometido un error, ese candidato tiene que renunciar”.
Ese escándalo terminó no sólo con la cuenta de MacLennan en esta famosa red social por internet, sino que además enterró las ambiciones políticas de este joven laborista.

Contagiados por el furor que causó la candidatura presidencial de Barack Obama en 2008, miles de políticos en todo el mundo han visto en las redes sociales por internet una novedosa forma de lanzar sus campañas políticas.

Ese furor electoral por las redes sociales está en todos lados. En las campañas chilenas, las israelíes, las británicas, las colombianas y este 2010 México no es ajeno.

Xóchitl Gálvez, la ex comisionada para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y actual candidata a la gubernatura de Hidalgo, es tal vez la persona que mejor está entendiendo o siendo asesorada sobre el uso de estas redes para fines electorales en México.

En su cuenta en Twitter, Gálvez debate con quienes la siguen y con quienes no, pasa información sobre sus eventos, opina sobre temas, pero ya sin la picardía que la caracterizaba antes de que quisiera ser gobernadora. Twittea a veces sin acentos y contesta rápido. Sigue a un privilegiado grupo de 148 escogidos y no tiene aún un MiXochitlGalvez.com como Obama, pero sí una liga donde los votantes se pueden registrar para apoyarla.

No hay aún manuales específicos sobre el uso de las redes sociales en México para fines electorales. Sin embargo, el precedente de MacLennan es ya tal vez una regla de etiqueta de lo que una persona que busca una candidatura no debe hacer para no cometer suicidio político en Twitter o en Facebook.

Temas

Sigue navegando