México
México aleja el riesgo de ingobernabilidad
El tema que más preocupa es el crecimiento económico inequitativo, mientras que una fortaleza es que los inconformes no afectan las actividades primarias
CIUDAD DE MÉXICO (20/JUL/2010).- Para la revista “Foreign Policy” y la Organización Fondo para la Paz, México hoy está en un riesgo menor en caer en la ingobernabilidad, si se lo compara con años anteriores.
Sin embargo, la nación se encuentra en la línea entre la estabilidad de los países de primer mundo y el peligro, sobre todo, representado por ciertas características de naciones africanas, asiáticas y latinoamericanas.
El aspecto más preocupante de México sigue siendo el crecimiento económico desigual; es decir, es un país que genera cierta riqueza, pero que queda en manos de unos pocos. En ese sentido, México se ubica entre los países más inequitativos del mundo.
En el contexto de América Latina, ocupa el tercer lugar en este rubro, sólo superado por Brasil y Chile. Sin embargo, estas dos naciones han hecho avances importantes, en las políticas de reducción de pobreza y desigualdad, aceleradamente en los recientes 10 años.
Mientras México sea un país en donde quepa la posibilidad de que una sola persona, Carlos Slim, pueda tener 7% del Producto Interno Bruto (PIB), el descontento popular siempre será un factor de inseguridad.
El segundo punto que más preocupa es el que tiene que ver con el aparato de seguridad, de acuerdo con “Foreign Policy” y la Organización Fondo para la Paz, México.
El Estado es incapaz de ofrecer la seguridad que demandan los ciudadanos, por ello, las corporaciones policiacas y demás órganos de administración de justicia, han caído en un proceso lento de degradación e ilegitimidad.
Ante esto, “las reformas pendientes en las cámaras legislativas son fundamentales, México no puede esperar más”, señala el análisis del documento.
Otro aspecto que preocupa de México es la intervención extranjera. Para los autores del estudio, al necesitar ayuda para controlar su territorio, el país expresa debilidad. Los ejercicios conjuntos que México ha realizado con Estados Unidos, las labores de inteligencia compartidas y la cooperación en temas fronterizos constituyen (por ejemplo, en el marco de la Iniciativa Mérida) son las variables que más afectan la posición en este índice.
Un punto de gran relevancia en el análisis es la fuga de cerebros de México a países desarrollados que ofrecen mayores oportunidades.
Así, los intelectuales más brillantes del país se enfrentan con un destino incierto producto de la falta de apoyo a la investigación científica, la secundarización de la economía y los problemas económicos recurrentes.
Unas de las propuestas que formulan los investigadores en el análisis, es invertir más en investigación y desarrollo, mientras países europeos alcanzan 5% del PIB en este rubro, México no llega ni a 1 por ciento.
Las fortalezas
Sin embargo, existen aspectos en los que el país luce sólido.
Por ejemplo, México no es un país dividido que resulte ingobernable, los grupos inconformes no han paralizado las actividades regulares del Estado. De la misma manera, a pesar de que el estudio reconoce que en México ha comenzado una degradación acelerada de los servicios públicos básicos, éstos siguen siendo relativamente aceptables.
Asimismo, las violaciones de los derechos humanos no son sistemáticamente ejecutadas por el Estado y, a pesar de que sí existen dichas violaciones, son más esporádicas, que generalizadas.
México no es un país que emita una gran cantidad de refugiados hacia otras naciones. Los refugiados buscan asilo por persecuciones políticas, por inestabilidad producto de una guerra civil o por constante acecho de grupos criminales o guerrilleros.
A pesar de que en México existe una gran fuga de población hacia Estados Unidos, el proceso en que la gente tiene que salir no por cuestiones económicas, sino por la más básica seguridad, apenas comienza.
Las migraciones de empresarios y de clases medias de poblaciones fronterizas hacia la Unión Americana es, por ahora, el presagio de una tendencia que de agravarse impactaría en la confiabilidad del país.
Enrique Toussaint
GUÍA
Una brújula
¿Qué es el índice de los estados fallidos?
Es un estudio realizado por especialistas estadounidenses que mide la fortaleza del Estado con respecto a sus amenazas y debilidades. El objetivo es determinar si el país posee las instituciones suficientes para procesar los conflictos que surgen adentro y afuera de su territorio. En pocas palabras: qué tan gobernable es un país.
¿Por qué es importante este indicador para México?
Esta clasificación impacta fundamentalmente en temas económicos y financieros. Los inversionistas se apoyan en datos incluidos en el estudio para determinar si depositan su dinero en bancos mexicanos, si abren empresas en territorio nacional, si realizan inversiones, si compran acciones de empresas mexicanas o simplemente si es seguro viajar a sitios turísticos en el país.
¿Qué características tienen los países que mejores resultados tienen?
Son países que han sabido crear riqueza sin concentrarla en manos de unos pocos; tienen servicios públicos de primera calidad; respetan los derechos humanos; tienen un Estado legitimado que actúa y realiza elecciones constantemente; el país posee un aparato de seguridad capaz de hacer cumplir la ley en todo el territorio y, por último, que los líderes económicos, políticos y sociales llegan a acuerdos en beneficio del país.
Sin embargo, la nación se encuentra en la línea entre la estabilidad de los países de primer mundo y el peligro, sobre todo, representado por ciertas características de naciones africanas, asiáticas y latinoamericanas.
El aspecto más preocupante de México sigue siendo el crecimiento económico desigual; es decir, es un país que genera cierta riqueza, pero que queda en manos de unos pocos. En ese sentido, México se ubica entre los países más inequitativos del mundo.
En el contexto de América Latina, ocupa el tercer lugar en este rubro, sólo superado por Brasil y Chile. Sin embargo, estas dos naciones han hecho avances importantes, en las políticas de reducción de pobreza y desigualdad, aceleradamente en los recientes 10 años.
Mientras México sea un país en donde quepa la posibilidad de que una sola persona, Carlos Slim, pueda tener 7% del Producto Interno Bruto (PIB), el descontento popular siempre será un factor de inseguridad.
El segundo punto que más preocupa es el que tiene que ver con el aparato de seguridad, de acuerdo con “Foreign Policy” y la Organización Fondo para la Paz, México.
El Estado es incapaz de ofrecer la seguridad que demandan los ciudadanos, por ello, las corporaciones policiacas y demás órganos de administración de justicia, han caído en un proceso lento de degradación e ilegitimidad.
Ante esto, “las reformas pendientes en las cámaras legislativas son fundamentales, México no puede esperar más”, señala el análisis del documento.
Otro aspecto que preocupa de México es la intervención extranjera. Para los autores del estudio, al necesitar ayuda para controlar su territorio, el país expresa debilidad. Los ejercicios conjuntos que México ha realizado con Estados Unidos, las labores de inteligencia compartidas y la cooperación en temas fronterizos constituyen (por ejemplo, en el marco de la Iniciativa Mérida) son las variables que más afectan la posición en este índice.
Un punto de gran relevancia en el análisis es la fuga de cerebros de México a países desarrollados que ofrecen mayores oportunidades.
Así, los intelectuales más brillantes del país se enfrentan con un destino incierto producto de la falta de apoyo a la investigación científica, la secundarización de la economía y los problemas económicos recurrentes.
Unas de las propuestas que formulan los investigadores en el análisis, es invertir más en investigación y desarrollo, mientras países europeos alcanzan 5% del PIB en este rubro, México no llega ni a 1 por ciento.
Las fortalezas
Sin embargo, existen aspectos en los que el país luce sólido.
Por ejemplo, México no es un país dividido que resulte ingobernable, los grupos inconformes no han paralizado las actividades regulares del Estado. De la misma manera, a pesar de que el estudio reconoce que en México ha comenzado una degradación acelerada de los servicios públicos básicos, éstos siguen siendo relativamente aceptables.
Asimismo, las violaciones de los derechos humanos no son sistemáticamente ejecutadas por el Estado y, a pesar de que sí existen dichas violaciones, son más esporádicas, que generalizadas.
México no es un país que emita una gran cantidad de refugiados hacia otras naciones. Los refugiados buscan asilo por persecuciones políticas, por inestabilidad producto de una guerra civil o por constante acecho de grupos criminales o guerrilleros.
A pesar de que en México existe una gran fuga de población hacia Estados Unidos, el proceso en que la gente tiene que salir no por cuestiones económicas, sino por la más básica seguridad, apenas comienza.
Las migraciones de empresarios y de clases medias de poblaciones fronterizas hacia la Unión Americana es, por ahora, el presagio de una tendencia que de agravarse impactaría en la confiabilidad del país.
Enrique Toussaint
GUÍA
Una brújula
¿Qué es el índice de los estados fallidos?
Es un estudio realizado por especialistas estadounidenses que mide la fortaleza del Estado con respecto a sus amenazas y debilidades. El objetivo es determinar si el país posee las instituciones suficientes para procesar los conflictos que surgen adentro y afuera de su territorio. En pocas palabras: qué tan gobernable es un país.
¿Por qué es importante este indicador para México?
Esta clasificación impacta fundamentalmente en temas económicos y financieros. Los inversionistas se apoyan en datos incluidos en el estudio para determinar si depositan su dinero en bancos mexicanos, si abren empresas en territorio nacional, si realizan inversiones, si compran acciones de empresas mexicanas o simplemente si es seguro viajar a sitios turísticos en el país.
¿Qué características tienen los países que mejores resultados tienen?
Son países que han sabido crear riqueza sin concentrarla en manos de unos pocos; tienen servicios públicos de primera calidad; respetan los derechos humanos; tienen un Estado legitimado que actúa y realiza elecciones constantemente; el país posee un aparato de seguridad capaz de hacer cumplir la ley en todo el territorio y, por último, que los líderes económicos, políticos y sociales llegan a acuerdos en beneficio del país.