México

Las cuotas de género, insuficientes

La desconfianza, el machismo y la cultura organizacional son algunos de los problemas para la igualdad, aseguran mujeres especialistas

CIUDAD DE MÉXICO.- Si las empresas públicas y privadas tuvieran una cuota de género y tuvieran determinado porcentaje de empleadas tal vez habría más equidad, pero sólo en cuestión laboral, opina la coordinadora de la Academia de Estudios de Género de la Licenciatura en Psicología del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Teresita Morfín López.

Para la académica del departamento de Salud, Psicología y Comunidad de dicha casa de estudios, la equidad no sólo es un problema cuantitativo, sino un fenómeno más complejo, como lo son las relaciones personales.

“Todavía hay a quienes les cuesta vernos colocadas en el ámbito público u ocupando altos cargos, pero eso ha cambiado desde hace tres décadas a la fecha”.

La maestra dice que incluso a muchas mujeres les cuesta pensar que pueden ocupar altos cargos, y esto se da básicamente por la educación que recibieron, de tendencia machista.

“Dejar la familia para salir a trabajar ha sido muy difícil, porque no estábamos formadas para esto, entonces los cambios que en otros países tienen más tiempo, en México han sido más recientes, tienen 25 ó 30 años, las mujeres estamos aprendiendo a ocupar cargos públicos porque antes era un campo que estaba vedado, era un espacio exclusivo para el desarrollo de los hombres. Antes te decían: ‘tu te vas a casar’ y eso era lo normal, nunca se pensaba que una mujer fuera diputada”.

Para la profesora investigadora, sí debería haber cuotas de género en las empresas, ya que tanto hombres como mujeres tenemos las mismas capacidades y por lo tanto deberíamos tener las mismas oportunidades.

“Tendríamos que aspirar a lograr esa equidad, pero las cuotas por sí mismas no van a resolver el problema, nos podrán ayudar, pero también debe cambiar el trato entre hombres y mujeres”.

A su parecer, nos hace falta vernos como amigos, ya que a las mujeres les enseñan a buscar al hombre proveedor, al que les solucionará sus problemas. “Esperamos y exigimos demasiado de un hombre, pero es un ser humano normal que no se puede hacer cargo de nuestra salud, ni de nuestra economía, creo que pedimos y esperamos mucho, entonces nos falta ser amigos”.

En el caso de los hombres, agrega, en muchas ocasiones ven a la mujer como un objeto que buscan lucir.

Actitud machista

La maestra de la Universidad Panamericana, Mireille Méjan Carrer, precisó que si se habla de equidad para abatir las prácticas discriminatorias, tanto hombres como mujeres deben estar representados por porcentajes de 50% y 50%, en cualquier actividad de la vida.

“Dar 20% o similares, es algo así como una limosna, es como decir: ‘aquí tienes para que ya no te quejes’. Es una actitud francamente machista, de misóginos. Yo también veo aquí la errónea forma de actuar de los grupos feministas, sus integrantes van vestidas de forma masculina y diciendo que pueden suplir a cualquier hombre. Esa manera de actuar, da lástima, es un proceder exactamente igual al de los grupos de misóginos”.

La socióloga opinó que es, precisamente, el machismo la barrera más grande a vencer para que haya equidad en México.

“Es sobre todo cuestión de educación. Falta formar a las nuevas generaciones en verdaderos valores. Aprender a respetar a los demás, a no discriminar ya sea por género, por raza o cualquier otro aspecto”.

“Aceptar equidad es la resultante de ver en cada persona, un ser capaz de desarrollar competencias y apoyarla para que las ponga en práctica. Equidad es apoyo mutuo, no lucha de géneros o clases. Falta sobre todas las cosas, valorar la dignidad humana”.
Al cuestionarle sobre los posibles temas que se deben legislar en favor de las mujeres, la especialista aseguró: “Más que legislar es cuestión de llevarlo a la práctica.

Sancionar conforme la ley. Es muy frecuente que se pague sueldo más bajo a una mujer, que no se la contrate o incluso se la despida por embarazo, la legislación lo prohíbe, pero, ¿quién presenta la queja?, ¿quién sanciona si no existe dicha queja?”

“Estamos acostumbrados a no acatar las leyes y a no levantar quejas ante injusticias. Deberían utilizarse los tiempos que en los medios de difusión tienen las Cámaras, para insistir en estos puntos. Como en todo: si no hay educación es imposible superar todos los aspectos negativos que están envolviendo a nuestra sociedad”.

Condición necesaria, pero insuficiente


Las cuotas de género son una condición necesaria, sí tienen un impacto en la elección de representantes, pero no son suficiente en la política del país, señaló la profesora investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Gisela Zaremberg.

“Sí se necesita, pero no es suficiente, sobre todo para pasar ciertos límites como 30%” que establece el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE).

La barrera a vencer en el México para que haya equidad es la cultura organizacional en los partidos, “hay cosas por hacer, mejorar un poco más las reglas; porque hay de todo en los distintos estados, en donde no hay sanciones claras y hasta donde son sanciones muy detalladas”.

Homologar y hacer que las normas sean detalladas, es para Zaremberg una medida imprescindible para garantizar que la mujer tenga acceso a espacios de decisión.

“Puede haber normas sofisticadas, pero la cultura dentro de los partidos, a la hora de elegir las candidaturas tienen su racionalidad de querer ganar, y tienen miedo de poner competir a una mujer en los distritos de mayoría relativa y las meten en las listas plurinominales”.

Poca participación en instancias legislativas: IFE

El consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés, afirmó que el compromiso que han asumido las mujeres para impulsar la vida democrática de México, no es correspondido con espacios en las instancias legislativas.

Durante la convocatoria del IFE a organizaciones civiles para apoyar modelos de educación democrática y equitativa, Valdés ejemplificó con el activismo que tuvo el sector femenino de México durante los comicios federales de 2009, con una representación de 55.4% como funcionarias de casilla, pero “las diputadas representan un porcentaje mínimo en la Cámara de Diputados”.

“Es evidente que tanto en las instituciones como en los partidos políticos, que en nuestras familias y en las empresas, debemos impulsar mecanismos que igualen el ejercicio de los derechos sociales y políticos de las mujeres de manera auténtica y duradera. Requerimos cambios de conciencia y de conducta”.

Valdés retomó datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, donde destaca que la participación de las mujeres en la integración de los gabinetes de Latinoamérica era de 9% en la década de los 90.

“Según datos del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, (Idea Internacional), este porcentaje ascendió a 24% en el año 2000, y descendió al 21.6% en 2009.

“Evidentemente falta mucho camino por recorrer para transformar las prácticas sociales y políticas que mantienen una asimetría entre las mujeres y los hombres”.

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