México
Fuga de 30 en Apodaca se concretó gracias a traidores: Rodrigo Medina
Los 44 reos muertos pertenecían al cártel del Golfo; nueve guardias confiesan complicidad en los hechos
MONTERREY, NUEVO LEÓN (21/FEB/2012).- Aprovecharon la confusión para huir. 30 reos pertenecientes a “Los Zetas” se fugaron del penal de Apodaca tras la riña que dejó el domingo 44 internos muertos, todos miembros del cártel del Golfo.
Nueve de los 18 custodios confesaron ser cómplices en la fuga, así como de permitir que un grupo de “Los Zetas” ingresara a otro dormitorio para matar a 44 presos.
El Gobierno estatal informó que entre los fugados destaca Óscar Manuel Bernal, apodado “La Araña”, quien al momento de su detención —en octubre de 2010— era el jefe de “Los Zetas” en Monterrey.
Bernal es señalado como el responsable de ordenar un ataque en el que murió, en noviembre de 2009, el general Juan Arturo Esparza, jefe de Policía del municipio de García, en la Zona Metropolitana de Nuevo León.
Los guardias confesaron que minutos después de la una de la madrugada permitieron que un grupo indeterminado de internos se pasara de una sección a otra donde estaban los 44 reos pertenecientes al cártel del Golfo, quienes fueron asesinados con golpes certeros en la cabeza y con armas punzocortantes.
Ayer en entrevista con Radio Fórmula, el vocero de seguridad neoleonés, Jorge Domene, dijo que personal del penal permitió a los reos entrar a la torre seis de vigilancia, desde donde bajaron por cuerdas. Agregó que el escape duró unos 15 minutos.
En conferencia de prensa, el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz declaró que sin la complicidad de algunos funcionarios traidores, la fuga no podría haberse realizado. “La traición, la corrupción y la complicidad de algunos comprometen la imagen de los buenos funcionarios”.
También dijo que caerá el que tenga que caer y pagará el que tenga que pagar, y de entrada anunció la destitución —para no entorpecer las investigaciones— del director de cárceles del Estado, así como del director, subdirector y jefe de seguridad de la Centro de Readaptación Social de Apodaca.
Recompensa de 10 millones de pesos
Quien brinde información que lleve a la recaptura de los 30 “zetas” fugados será recompensado hasta con 10 millones de pesos. 25 de los prófugos fueron detenidos en el marco de la lucha contra el crimen organizado emprendida por el Gobierno federal.
LA VOZ DEL EXPERTO
Al borde de la catástrofe
Jorge Tejada Montaño, (Académico del ITESO y experto en temas de seguridad)
El motín en el penal de Apodaca, Nuevo León exhibe los problemas del sistema penitenciario mexicano. Sus incongruencias y las violaciones a los derechos humanos que producen. Las cárceles son como tiraderos de personas y muchas veces no estamos enterados de lo que sucede, hasta que ocurre un nuevo motín, señala el experto en temas de seguridad, Jorge Tejada Montaño.
El miembro de la Barra Mexicana de Abogados indica que el control de los penales en México está “sostenido: “Siempre estamos al borde de una nueva catástrofe. Desde 2006-2007, tenemos el reporte de hasta siete motines cada año”.
Explica que el problema del control de los penales ocurre por factores como la sobrepoblación, que imposibilita el control de los penales: “En todas las cárceles donde se tenga una sobrepoblación mayor a 80%, se puede predecir un problema con un motín”.
La clasificación penitenciaria es otro factor, reos de delitos menores procesados todavía sin sentencia que se mezclan con imputados de un delito violento como robo calificado, violación, homicidio, extorsión o secuestro, lo que obliga a los primeros a formar grupos con ellos. El narcotráfico también incide, pues en la proliferación de detenidos de los últimos años tienen gran peso los cárteles, y los penales estatales no están preparados, pues generalmente estos reos vienen asociados con una banda de narcotráfico, o con los nuevos cárteles.
Tejada Montaño, académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), apunta que Nuevo León no es un foco rojo en problemas de control en penales como representa Ciudad Juárez, Durango y Tamaulipas, aunque subraya que “no tardaremos en tener este problema hacia el Sureste”. Para el caso de Jalisco, menciona que “ahora no tenemos una preocupación; las cosas están calmadas”.
Subraya que para resolver los problemas de control carcelario son necesarios en el muy corto plazo pasar por el control de confianza al personal de los reclusorios y, en el mediano plazo, los gobiernos locales impulsar la implementación de reformas al sistema penal acusatorio, que tiene un gran componente en el reclusorio para despresurizarlos.
Nueve de los 18 custodios confesaron ser cómplices en la fuga, así como de permitir que un grupo de “Los Zetas” ingresara a otro dormitorio para matar a 44 presos.
El Gobierno estatal informó que entre los fugados destaca Óscar Manuel Bernal, apodado “La Araña”, quien al momento de su detención —en octubre de 2010— era el jefe de “Los Zetas” en Monterrey.
Bernal es señalado como el responsable de ordenar un ataque en el que murió, en noviembre de 2009, el general Juan Arturo Esparza, jefe de Policía del municipio de García, en la Zona Metropolitana de Nuevo León.
Los guardias confesaron que minutos después de la una de la madrugada permitieron que un grupo indeterminado de internos se pasara de una sección a otra donde estaban los 44 reos pertenecientes al cártel del Golfo, quienes fueron asesinados con golpes certeros en la cabeza y con armas punzocortantes.
Ayer en entrevista con Radio Fórmula, el vocero de seguridad neoleonés, Jorge Domene, dijo que personal del penal permitió a los reos entrar a la torre seis de vigilancia, desde donde bajaron por cuerdas. Agregó que el escape duró unos 15 minutos.
En conferencia de prensa, el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz declaró que sin la complicidad de algunos funcionarios traidores, la fuga no podría haberse realizado. “La traición, la corrupción y la complicidad de algunos comprometen la imagen de los buenos funcionarios”.
También dijo que caerá el que tenga que caer y pagará el que tenga que pagar, y de entrada anunció la destitución —para no entorpecer las investigaciones— del director de cárceles del Estado, así como del director, subdirector y jefe de seguridad de la Centro de Readaptación Social de Apodaca.
Recompensa de 10 millones de pesos
Quien brinde información que lleve a la recaptura de los 30 “zetas” fugados será recompensado hasta con 10 millones de pesos. 25 de los prófugos fueron detenidos en el marco de la lucha contra el crimen organizado emprendida por el Gobierno federal.
LA VOZ DEL EXPERTO
Al borde de la catástrofe
Jorge Tejada Montaño, (Académico del ITESO y experto en temas de seguridad)
El motín en el penal de Apodaca, Nuevo León exhibe los problemas del sistema penitenciario mexicano. Sus incongruencias y las violaciones a los derechos humanos que producen. Las cárceles son como tiraderos de personas y muchas veces no estamos enterados de lo que sucede, hasta que ocurre un nuevo motín, señala el experto en temas de seguridad, Jorge Tejada Montaño.
El miembro de la Barra Mexicana de Abogados indica que el control de los penales en México está “sostenido: “Siempre estamos al borde de una nueva catástrofe. Desde 2006-2007, tenemos el reporte de hasta siete motines cada año”.
Explica que el problema del control de los penales ocurre por factores como la sobrepoblación, que imposibilita el control de los penales: “En todas las cárceles donde se tenga una sobrepoblación mayor a 80%, se puede predecir un problema con un motín”.
La clasificación penitenciaria es otro factor, reos de delitos menores procesados todavía sin sentencia que se mezclan con imputados de un delito violento como robo calificado, violación, homicidio, extorsión o secuestro, lo que obliga a los primeros a formar grupos con ellos. El narcotráfico también incide, pues en la proliferación de detenidos de los últimos años tienen gran peso los cárteles, y los penales estatales no están preparados, pues generalmente estos reos vienen asociados con una banda de narcotráfico, o con los nuevos cárteles.
Tejada Montaño, académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), apunta que Nuevo León no es un foco rojo en problemas de control en penales como representa Ciudad Juárez, Durango y Tamaulipas, aunque subraya que “no tardaremos en tener este problema hacia el Sureste”. Para el caso de Jalisco, menciona que “ahora no tenemos una preocupación; las cosas están calmadas”.
Subraya que para resolver los problemas de control carcelario son necesarios en el muy corto plazo pasar por el control de confianza al personal de los reclusorios y, en el mediano plazo, los gobiernos locales impulsar la implementación de reformas al sistema penal acusatorio, que tiene un gran componente en el reclusorio para despresurizarlos.