La UdeG: pilar de la educación, la cultura y la salud
Promotora de la difusión del conocimiento para el desarrollo de la cultura y la sociedad; su red abarca centros universitarios en Guadalajara y diversas regiones de Jalisco
La historia de la Universidad de Guadalajara es un largo recorrido que entrelaza tres siglos de educación, cultura y servicio público. Lo que hoy es una de las redes universitarias más grandes de América Latina inició en 1792, cuando el obispo Fray Antonio Alcalde fundó la Real Universidad de Guadalajara.
Más de cien años después, cuando México buscaba reconstruirse tras la Revolución, el entonces gobernador de Jalisco, José Guadalupe Zuno Hernández, retomó la idea de edificar una universidad moderna, pública y laica. El 12 de octubre de 1925, en el majestuoso Teatro Degollado, se celebró la ceremonia que marcó la refundación de la Universidad de Guadalajara, bajo el lema que la acompaña hasta hoy: “Piensa y Trabaja”.
En ese punto comenzó la etapa contemporánea de la institución. Con Enrique Díaz de León como su primer rector, la nueva Universidad reunió a las escuelas de Jurisprudencia, Medicina, Ingeniería, Farmacia, Comercio, Odontología y a la Preparatoria de Jalisco, dando origen a un modelo educativo con raíces humanistas y profunda vocación social. Era el inicio de una universidad destinada a acompañar el desarrollo de Jalisco y del país entero.
En el discurso que dio en la ceremonia de inauguración, Enrique Díaz de León, aseguró que “toda nuestra inquieta historia política está relacionada con la Universidad de Guadalajara” y que esa casa de estudios debería “desentrañar, pues, todas las facultades, hacer surgir la fuente en la que se abreven todas las ansias de conocimientos, debe ser el ideal de la educación”.
Ahora, cien años después, la evolución de la Universidad le ha dado la razón. Lo que empezó con siete planteles y seis carreras en 1925 se ha convertido en una red universitaria de alcance estatal, integrada por 19 centros universitarios (siete metropolitanos, ocho regionales y cuatro de reciente creación), junto con 175 planteles de bachillerato distribuidos en 28 puntos del Área Metropolitana de Guadalajara, 46 en las regiones y 101 módulos en comunidades rurales y su matrícula actual supera los 340 mil estudiantes.
En el ámbito académico, sus campus metropolitanos destacan por áreas de especialización: CUCEA es referente en economía y negocios; CUCEI, en ingeniería y ciencias exactas; CUCS, en salud; CUCSH, en ciencias sociales y humanidades; CUAAD, en arte, arquitectura y diseño; y CUCBA, en biología y ciencias agropecuarias. A ellos se suman los centros regionales de Puerto Vallarta, Ciudad Guzmán, Autlán, Lagos de Moreno y Tepatitlán, que garantizan la presencia de la Universidad en todo el territorio jalisciense.
Durante el siglo XX y lo que va del XXI, la UdeG ha sido formadora de generaciones de profesionistas y líderes sociales: médicos, científicos, artistas, abogados, ingenieras, periodistas y servidores públicos que han contribuido al desarrollo del país. También ha sido protagonista en la historia reciente de Jalisco, impulsando la expansión del bachillerato en comunidades rurales, la creación de medios de comunicación universitarios y la consolidación de proyectos culturales de talla internacional, como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, ambos con prestigio global.
Sin embargo, la UdeG no solo incide en la comunidad y su ciudadanía a través de sus aulas, sino que, también, pone al servicio de la población a sus académicos y especialistas, quienes a través de sus estudios, e investigaciones, así como mediante el impulso de foros y coloquios que incluyen a especialistas internacionales, apuestan por la interpretación de todo aquello que ocurre alrededor, acompañado de perspectivas que apuestan por las soluciones de aquello que más aqueja a la sociedad, en cuestiones como el agua, la movilidad, el transporte público, la economía, los derechos humanos, la justicia, la salud, entre otros tópicos.
Es precisamente en materia de salud donde la Universidad ha echado mano de sus Hospitales Civiles, que además de ser hospitales escuela, también sirven a la ciudadanía que no cuenta con seguridad social, no solo en Jalisco, sino en la región, siempre con equipamiento, conocimientos y servicio a la vanguardia.
La Universidad de Guadalajara es hoy una de las mejores universidades de México, gracias a que ha sabido posicionarse como una institución innovadora, capaz de responder a los desafíos educativos, científicos y sociales de cada tiempo, sin perder de vista su esencia humanista y comunitaria.
Desde aquel primer acto solemne en el Teatro Degollado hasta la compleja red educativa que hoy conecta regiones enteras del estado, la Universidad de Guadalajara ha mantenido viva la promesa que le dio origen: pensar, trabajar y servir a su comunidad con el conocimiento como herramienta de transformación.
Promotora de la cultura y las artes
La Universidad de Guadalajara también ha sido promotora de la cultura y las artes; ha puesto el corazón y recursos para impulsar proyectos como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara o el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, que perduran gracias a que han evolucionado paralelamente con la comunidad.
Así lo ha hecho también con recintos como el Teatro Diana o el Auditorio Telmex, que se han mantenido gracias a que albergan los espectáculos del momento, pero apostando sus ganancias a seguir mejorando la red educativa.
Asimismo, con la finalidad de mantenerse al frente de las necesidades globales, como parte de la agenda 2030 y en su compromiso con el medio ambiente, la Universidad de Guadalajara ha adoptado una postura proactiva hacia la sostenibilidad. A través del Programa Universitario Integral de Transición Energética (PUITE), la UdeG se ha consolidado como líder en la generación de energías limpias en América Latina.
Este programa ha permitido a la Universidad implementar un plan integral de energías renovables, promoviendo la eficiencia energética y la reducción de su huella ecológica. Entre los logros más relevantes, se encuentran la instalación de paneles solares en diversos campus y la adopción de prácticas sostenibles en sus operaciones diarias.
A la UdeG “le late servir” a la comunidad
Un ejemplo de cómo la UdeG ha servido a la sociedad jalisciense según los retos que ha tenido que enfrentar, fue la contingencia ocasionada por el COVID-19 de 2020 a 2022, donde la casa de estudios jugó un papel clave en la respuesta sanitaria y social del estado.
A través de su programa “Nos late servir”, la Universidad movilizó a su comunidad para ofrecer atención médica, legal y sanitaria a las personas más vulnerables en cientos de colonias de Jalisco. Esto incluyó campañas preventivas, brigadas comunitarias y la distribución de despensas, así como la implementación del Sistema RADAR Jalisco, que facilitó la aplicación de pruebas de detección de COVID-19 en diferentes puntos del estado, acercando el diagnóstico oportuno a quienes estaban más alejados de los grandes centros urbanos y procediendo, una vez que llegaron a la entidad las vacunas contra el virus, a planear estrategias de aplicación en coordinación con el gobierno, poniendo a su red educativa al servicio de la sociedad.