Jalisco
Tapatíos, los que menos usan camión
En las metrópolis de Guadalajara, Valle de México, Monterrey, Puebla, Tlaxcala y León la congestión vial equivale a 4% del PIB, dice la SCT
GUADALAJARA, JALISCO (09/ENE/2014).- Guadalajara no sólo está entre las ciudades donde más habitantes dicen que se desplazan a pie por encima de
otros medios de transporte: también es una de las ciudades donde menos personas aseguran que utilizan el transporte público.
Esas conclusiones provienen de un análisis comparativo que el Gobierno federal, a través de su Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hizo un entre cuatro ciudades mexicanas (con México, Monterrey, Puebla y Tlaxcala) y cuatro del mundo (París, Seúl, Singapur y Bogotá) sobre la utilización de los distintos modos de transporte, y donde destaca Guadalajara por ser donde más se camina para llegar de un lugar a otro.
El estudio también revela que el uso del automóvil particular en la ciudad aún se encuentra por debajo del que se presenta en Monterrey y el Distrito Federal en términos proporcionales y, sin embargo, en estas urbes se aprovecha mucho más el transporte público que en la capital de Jalisco.
El "uso excesivo del automóvil" y la baja calidad de los sistemas de transporte público de las ciudades del país, sin embargo, se han vuelto un foco rojo para el Gobierno federal, por las consecuencias económicas, medioambientales y sociales que esto genera a los mexicanos.
Por ejemplo, la SCT diagnosticó en su Programa Sectorial 2013-2018 que en las zonas metropolitanas del Valle de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla-Tlaxcala y León, que concentran 42% de la población urbana del país, y 40% de su parque vehicular particular: "Si a los costos en horas-persona perdidas por congestión vial sumamos las externalidades ambientales, sociales y a nivel urbano, se obtiene un costo social total de 173 mil millones de pesos al año por congestión vial, lo cual representa 4% del Producto Interno Bruto".
Las urbes mismas y su crecimiento expansivo estimularon cada vez más la movilización de las personas basada en el automóvil particular; así lo apunta la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu): "La estructura y dinámica de las ciudades alejó paulatinamente las zonas residenciales, industriales y comerciales; de manera paralela se descuidó la oferta de transporte público de calidad y la provisión de infraestructura peatonal y ciclista, provocando un mayor número de viajes con mayor distancia, lo que incentivó el uso del automóvil".
Basten estas cifras de la dependencia: entre 2000 y 2010 los automóviles particulares se duplicaron en el país, de 9.2 millones de unidades a 20 millones, y para el año 2030 se proyecta que alcancen los 70 millones de unidades.
Esas conclusiones provienen de un análisis comparativo que el Gobierno federal, a través de su Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hizo un entre cuatro ciudades mexicanas (con México, Monterrey, Puebla y Tlaxcala) y cuatro del mundo (París, Seúl, Singapur y Bogotá) sobre la utilización de los distintos modos de transporte, y donde destaca Guadalajara por ser donde más se camina para llegar de un lugar a otro.
El estudio también revela que el uso del automóvil particular en la ciudad aún se encuentra por debajo del que se presenta en Monterrey y el Distrito Federal en términos proporcionales y, sin embargo, en estas urbes se aprovecha mucho más el transporte público que en la capital de Jalisco.
El "uso excesivo del automóvil" y la baja calidad de los sistemas de transporte público de las ciudades del país, sin embargo, se han vuelto un foco rojo para el Gobierno federal, por las consecuencias económicas, medioambientales y sociales que esto genera a los mexicanos.
Por ejemplo, la SCT diagnosticó en su Programa Sectorial 2013-2018 que en las zonas metropolitanas del Valle de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla-Tlaxcala y León, que concentran 42% de la población urbana del país, y 40% de su parque vehicular particular: "Si a los costos en horas-persona perdidas por congestión vial sumamos las externalidades ambientales, sociales y a nivel urbano, se obtiene un costo social total de 173 mil millones de pesos al año por congestión vial, lo cual representa 4% del Producto Interno Bruto".
Las urbes mismas y su crecimiento expansivo estimularon cada vez más la movilización de las personas basada en el automóvil particular; así lo apunta la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu): "La estructura y dinámica de las ciudades alejó paulatinamente las zonas residenciales, industriales y comerciales; de manera paralela se descuidó la oferta de transporte público de calidad y la provisión de infraestructura peatonal y ciclista, provocando un mayor número de viajes con mayor distancia, lo que incentivó el uso del automóvil".
Basten estas cifras de la dependencia: entre 2000 y 2010 los automóviles particulares se duplicaron en el país, de 9.2 millones de unidades a 20 millones, y para el año 2030 se proyecta que alcancen los 70 millones de unidades.