Jalisco
Sin consecuencias, recomendaciones de la CEDHJ a la procuraduría
Las denuncias en contra de la Procuraduría General de Justicia del Estado van desde ejecuciones extraoficiales hasta prácticas de tortura
GUADALAJARA, JALISCO (06/AGO/2012).- La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Jalisco es la dependencia más señalada por violar derechos humanos en los últimos cinco años, lo que incluye desde ejecuciones extrajudiciales hasta prácticas de tortura. En lo que va del Gobierno de Emilio González Márquez, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) le ha dirigido 51 recomendaciones, el triple de las que recibió la Secretaría de Seguridad Pública del Estado en el mismo periodo.
No obstante, y pese a que una ley creada hace 19 años exige a las instituciones jaliscienses erradicar la tortura en el Estado, hay pocos casos en que los señalamientos hayan dejado consecuencias,.
Desde que se creó la CEDHJ en 1993, las quejas contra elementos policiales han sido la constante. El primer visitador, César Alejandro Orozco, cree que la impunidad y que no haya habido sanciones ejemplares “pueden ser factores que fomenten que los funcionarios sigan sin respetar los derechos humanos”.
El discurso de la guerra contra el narcotráfico vino a ser un pretexto ad hoc para justificar prácticas como la detención arbitraria, maltratos, golpes, insultos, intimidaciones, privación de la vida o tortura.
En el caso de la Secretaría de Seguridad Pública (con 17 recomendaciones en cinco años) son más comunes el allanamiento, los cateos públicos, las lesiones, “pues el servidor público, con el ánimo de combatir el delito, busca personas u objetos en el interior de fincas, pero entran sin orden de cateo, totalmente de manera ilegal. Entonces hay robos, destrozos, daños, intimidación y agresiones”.
Las policías metropolitanas también destacan en la lista negra: la Policía de Guadalajara recibió 16 recomendaciones, la de Zapopan tuvo nueve, la de Tonalá también nueve (cuatro son de este año), la de Tlajomulco recibió seis y Tlaquepaque, cinco. Con estas corporaciones, el patrón es de detenciones ilegales, agresiones e incomunicación e intimidación en separos.
No obstante, y pese a que una ley creada hace 19 años exige a las instituciones jaliscienses erradicar la tortura en el Estado, hay pocos casos en que los señalamientos hayan dejado consecuencias,.
Desde que se creó la CEDHJ en 1993, las quejas contra elementos policiales han sido la constante. El primer visitador, César Alejandro Orozco, cree que la impunidad y que no haya habido sanciones ejemplares “pueden ser factores que fomenten que los funcionarios sigan sin respetar los derechos humanos”.
El discurso de la guerra contra el narcotráfico vino a ser un pretexto ad hoc para justificar prácticas como la detención arbitraria, maltratos, golpes, insultos, intimidaciones, privación de la vida o tortura.
En el caso de la Secretaría de Seguridad Pública (con 17 recomendaciones en cinco años) son más comunes el allanamiento, los cateos públicos, las lesiones, “pues el servidor público, con el ánimo de combatir el delito, busca personas u objetos en el interior de fincas, pero entran sin orden de cateo, totalmente de manera ilegal. Entonces hay robos, destrozos, daños, intimidación y agresiones”.
Las policías metropolitanas también destacan en la lista negra: la Policía de Guadalajara recibió 16 recomendaciones, la de Zapopan tuvo nueve, la de Tonalá también nueve (cuatro son de este año), la de Tlajomulco recibió seis y Tlaquepaque, cinco. Con estas corporaciones, el patrón es de detenciones ilegales, agresiones e incomunicación e intimidación en separos.