Jalisco
Si es con su lana, adelante
Esos mismos que defienden al IMSS en sus discursos, que lo protegen de cualquier intento de “privatización” no pondrían su vida en manos de las instituciones de Salud del Estado
¿Deben los diputados tener un seguro de gastos médicos? Sin duda. No sólo es bueno, es recomendable. La respuesta es obvia; un seguro de gastos médicos es fundamental pues una enfermedad grave se vuelve catastrófica en términos económicos para cualquier familia. En esto no hay quien contradiga a los señores legisladores de Jalisco. La pregunta es quién debe pagar el seguro. Ellos lo quieren pagar con recursos públicos porque están seguros de que se lo merecen. No hay diputado que se vea a sí mismo como flojo, ni quien no crea merecer cada peso que cobra en nómina (y cada uno de los que ganan por fuera, los que les dan por ser quienes son: importantes miembros de una fracción parlamentaria).
La búsqueda de un seguro de gastos médicos por parte de los diputados es una declaración de principios: creemos profundamente en el IMSS y en el ISSSTE, somos defensores de las causas del pueblo y de las instituciones que son conquista de la Revolución, pero no queremos ni que nos mezclen con el pueblo ni que nos traten como pueblo en un hospital de la seguridad social. Buscar un seguro de gastos médicos con recursos del erario, es gritar a cielo abierto que no confían en los sistemas de seguridad social del Estado. Esos mismos que defienden al IMSS en sus discursos, que lo protegen de cualquier intento de “privatización” no pondrían su vida en manos de las instituciones de Salud del Estado. Si confiaran, no estarían pensando en contratar otro seguro, aparte del que les descuentan de su nómina.
Pero no es sólo que los diputados locales, blanco favorito de cuando ejemplificar la ineficiencia se trata, estén contratando un seguro de gastos médicos con dinero del erario, el problema es que lo mismo hacen los diputados federales, y los poderes ejecutivos de la federación y el Estado; los altos funcionarios de todos los partidos, siempre han buscado tener una protección más allá del ISSSTE y el IMSS. Los trabajadores de estos sistemas dirán que fueron los políticos los que lo dejaron caer y los políticos dirán que fueron los trabajadores y los sindicatos; el caso es que hay un reconocimiento tácito de que el sistema de seguridad social de México está en crisis y que quienes deberían tomar las decisiones políticas para arreglarlo, prefieren contratar un seguro externo antes que enfrentar intereses políticos de sus “muy respetables” colegas para resolver el problema.
Si los diputados locales quieren su seguro de gastos médicos mayores, adelante. Pero que lo hagan con su lana.
La búsqueda de un seguro de gastos médicos por parte de los diputados es una declaración de principios: creemos profundamente en el IMSS y en el ISSSTE, somos defensores de las causas del pueblo y de las instituciones que son conquista de la Revolución, pero no queremos ni que nos mezclen con el pueblo ni que nos traten como pueblo en un hospital de la seguridad social. Buscar un seguro de gastos médicos con recursos del erario, es gritar a cielo abierto que no confían en los sistemas de seguridad social del Estado. Esos mismos que defienden al IMSS en sus discursos, que lo protegen de cualquier intento de “privatización” no pondrían su vida en manos de las instituciones de Salud del Estado. Si confiaran, no estarían pensando en contratar otro seguro, aparte del que les descuentan de su nómina.
Pero no es sólo que los diputados locales, blanco favorito de cuando ejemplificar la ineficiencia se trata, estén contratando un seguro de gastos médicos con dinero del erario, el problema es que lo mismo hacen los diputados federales, y los poderes ejecutivos de la federación y el Estado; los altos funcionarios de todos los partidos, siempre han buscado tener una protección más allá del ISSSTE y el IMSS. Los trabajadores de estos sistemas dirán que fueron los políticos los que lo dejaron caer y los políticos dirán que fueron los trabajadores y los sindicatos; el caso es que hay un reconocimiento tácito de que el sistema de seguridad social de México está en crisis y que quienes deberían tomar las decisiones políticas para arreglarlo, prefieren contratar un seguro externo antes que enfrentar intereses políticos de sus “muy respetables” colegas para resolver el problema.
Si los diputados locales quieren su seguro de gastos médicos mayores, adelante. Pero que lo hagan con su lana.