Jalisco
Proyecto turístico Zafiro es viable: Semarnat
Como está planteado viola la normatividad al afectar áreas prioritarias y especies protegidas
GUADALAJARA, JALISCO.- El Consejo Consultivo de Desarrollo Sustentable de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) considera que el desarrollo turístico Zafiro es viable, siempre y cuando modifiquen el proyecto, ya que como está planteado viola la normatividad al afectar áreas prioritarias y especies protegidas por la NOM-059.
Esa fue la conclusión a la que llegaron después de la reunión pública en la que se analizó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto, que, en opinión de la académica Raquel Gutiérrez Nájera, está mucho mejor integrada que lo presentado en el pasado para los mismos predios de la Bahía de Chamela, pero con los nombres comerciales La Tambora y San Carlos.
La actividad se realizó el martes pasado como parte de la consulta pública que la Semarnat abrió a principios de este año de la MIA de Zafiro, que abarca un polígono de 900 hectáreas de la Bahía de Chamela, colindante al Sureste y Noreste con la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala.
“Es viable el proyecto, pero hay modificaciones que son esenciales y que deben cumplir de acuerdo a lo que está establecido en la normatividad. Y sí podemos decir que de los proyectos que hemos revisado, ésta es una de las mejores MIA que hemos visto”, señaló la doctora en derecho ambiental, Raquel Gutiérrez Nájera.
El Consejo especifica que la Operadora Chamela, que encabeza el desarrollo turístico, debe respetar manglares, lagunas, selva mediana, vegetación, dunas costeras y acantilados, tortugas, ballenas y jaguares, y construir únicamente en las áreas que eran agrícolas o que son de vegetación secundaria. “Deben acreditar que no está en riesgo la biodiversidad, que el ecosistema tiene capacidad de carga para la población (se calcula que la ocupación máxima sería de dos mil personas), que no habrá remoción de especies y hábitats con estatus de protección”.
Asimismo, piden que se respeten las áreas naturales protegidas establecidas y no desarrollar infraestructura que altere la conectividad entre ecosistemas terrestres y marinos, que las playas y zonas federales queden libres de infraestructura y concesiones, que evalúen los impactos acumulativos y que se adecuen a la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México la Comisión Nacional para el Conocimiento, de que “no puede realizarse actividad alguna que implique pérdida de biodiversidad”.
En la reunión estuvieron tanto los representantes de Operadora Chamela, como funcionarios de la Semarnat.
El director de Impacto y Riesgo Ambiental, Eduardo González, señaló en entrevista que él era uno de los principales opositores de La Tambora y San Carlos, pero que fue una buena decisión de los desarrolladores de unir el proyecto en uno mismo, bajo el nombre de Zafiro, y que por primera vez encuentra un desarrollo en el que se anteponen los criterios ambientales. Ain embargo, dijo, esto no significa que será aprobado, pues aún hay muchos detalles por revisar, desde la fauna, hasta el tema hidrológico.
Asimismo, señaló que uno de los argumentos para detener los desarrollos en la Costa de Jalisco es que hay poca disponibilidad de agua, pero hasta el momento “nadie me ha entregado estudios serios, científicos, al respecto”.
Esa fue la conclusión a la que llegaron después de la reunión pública en la que se analizó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto, que, en opinión de la académica Raquel Gutiérrez Nájera, está mucho mejor integrada que lo presentado en el pasado para los mismos predios de la Bahía de Chamela, pero con los nombres comerciales La Tambora y San Carlos.
La actividad se realizó el martes pasado como parte de la consulta pública que la Semarnat abrió a principios de este año de la MIA de Zafiro, que abarca un polígono de 900 hectáreas de la Bahía de Chamela, colindante al Sureste y Noreste con la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala.
“Es viable el proyecto, pero hay modificaciones que son esenciales y que deben cumplir de acuerdo a lo que está establecido en la normatividad. Y sí podemos decir que de los proyectos que hemos revisado, ésta es una de las mejores MIA que hemos visto”, señaló la doctora en derecho ambiental, Raquel Gutiérrez Nájera.
El Consejo especifica que la Operadora Chamela, que encabeza el desarrollo turístico, debe respetar manglares, lagunas, selva mediana, vegetación, dunas costeras y acantilados, tortugas, ballenas y jaguares, y construir únicamente en las áreas que eran agrícolas o que son de vegetación secundaria. “Deben acreditar que no está en riesgo la biodiversidad, que el ecosistema tiene capacidad de carga para la población (se calcula que la ocupación máxima sería de dos mil personas), que no habrá remoción de especies y hábitats con estatus de protección”.
Asimismo, piden que se respeten las áreas naturales protegidas establecidas y no desarrollar infraestructura que altere la conectividad entre ecosistemas terrestres y marinos, que las playas y zonas federales queden libres de infraestructura y concesiones, que evalúen los impactos acumulativos y que se adecuen a la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México la Comisión Nacional para el Conocimiento, de que “no puede realizarse actividad alguna que implique pérdida de biodiversidad”.
En la reunión estuvieron tanto los representantes de Operadora Chamela, como funcionarios de la Semarnat.
El director de Impacto y Riesgo Ambiental, Eduardo González, señaló en entrevista que él era uno de los principales opositores de La Tambora y San Carlos, pero que fue una buena decisión de los desarrolladores de unir el proyecto en uno mismo, bajo el nombre de Zafiro, y que por primera vez encuentra un desarrollo en el que se anteponen los criterios ambientales. Ain embargo, dijo, esto no significa que será aprobado, pues aún hay muchos detalles por revisar, desde la fauna, hasta el tema hidrológico.
Asimismo, señaló que uno de los argumentos para detener los desarrollos en la Costa de Jalisco es que hay poca disponibilidad de agua, pero hasta el momento “nadie me ha entregado estudios serios, científicos, al respecto”.