Jalisco

¿Por qué no?

Con estas ventajas competitivas frente a otros estados, lo irresponsable sería no pelear el proyecto AEXA

Más allá de lo divertido que han resultado los chistes en torno a la famosa Agencia Espacial Mexicana AEXA (nótese que México no se representa con una M sino una X, muy new age, y una A final para que se vea que es femenino y políticamente correcto) y de que el gobernador Emilio González quiere que al menos una parte de ella se quede en Jalisco, el tema de fondo es qué tenemos para ofrecer en un proyecto así. Los pesimistas dirán que nada, que lo único que podemos ofrecer son nuestras vergüenzas (el discurso efectivamente suena a abuelita amargada) y que mejor no andarnos metiendo en esas cosas. Y como por muchos años a los pesimistas la historia terminó dándoles la razón, ahora resulta sencillo ser pesimista: no se requiere ningún análisis para decir que todo saldrá mal, porque siempre ha salido mal. Pero con el riesgo de que otra vez la historia les dé la razón a los pesimistas, hay algunos elementos concretos para ser optimistas y pensar que el proyecto tiene viabilidad.

El primero es que no estamos compitiendo contra Massachusetts, Nueva Jersey o California. Competimos con Querétaro, Nuevo León, Estado de México, Coahuila y Baja California, etcétera. Aún así no está sencillo, pero por supuesto que Estado contra Estado tenemos mucho para ofrecer. El segundo es que la tan criticada y a veces poco valorada industria electrónica, por lo precario de su oferta de trabajo y lo volátil de las inversiones, le dejó a Jalisco un activo que no tienen otros estados: una generación de ingenieros que saben lo que es trabajar y competir en el mercado global. Después de 15 años del boom electrónico en Jalisco muchas empresas llegaron y se fueron, otras se consolidaron, pero el cluster electrónico y sobre todo el capital humano siguen aquí y son nuestra mejor arma para competir en este proyecto.

El tercero son nuestras universidades. Mal que bien, con todo lo que tienen por mejorar, Jalisco y Guadalajara tienen una oferta universitaria sólo superada por la Ciudad de México. Eso hace una enorme diferencia.

Finalmente, tenemos una ciudad con una calidad de vida más que aceptable en el contexto nacional y eso, cuando se trata de atraer talento, tiene un peso específico muy importante.

Con estas ventajas competitivas frente a otros estados, lo irresponsable sería no pelear ese proyecto. Los 100 millones son lo de menos, no porque sea poco dinero sino porque el beneficio es mucho mayor. Apostar los 100 millones sirve para llamar la atención, y si se gana una parte del proyecto ya se verá de dónde salen, en cuántos años y en qué se invierten. Lo importante ahora es no quedarnos fuera de lo que será, sin duda, uno de los proyectos que más derrama de dinero y conocimiento generarán en México en los próximos 10 años. La pregunta correcta es: ¿Por qué  no?

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